Crítica: X-Men (2000)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2000: Hugh Jackman (Logan / Wolverine), Patrick Stewart (Profesor Charles Xavier), Ian McKellen (Eric Lehnsherr / Magneto), Anna Paquin (Marie / Rogue), Famke Janssen (Jean Grey), James Marsden (Scott Summers / Ciclope), Halle Berry (Aurora Munroe / Tormenta), Bruce Davison (Senador Robert Kelly), Rebecca Romijn-Stamos (Mystique), Tyler Mane (Sabretooth), Ray Park (Toad), Shawn Ashmore (Bobby)

Director: Bryan Singer, Guión: David Hayter sobre una historia de Bryan Singer & Tom DeSanto, basada en el comic de la Marvel creado por Stan Lee y Jack Kirby, y actualizado por Chris Claremont, Productores – Donner Co / Bad Hat Harry Productions / 20th Century Fox / Marvel Entertainment, Musica – Michael Kammen

Trama: Una nueva generación de humanos con super poderes comienza a surgir entre la población. Son conocidos como los mutantes, y no pasará mucho tiempo antes que comience el miedo y la discriminación entre el resto de la gente común. El senador Kelly propone segregarlos y aislarlos. Y mientras el debate público se recalienta sobre el tema, luchas intestinas entre los mutantes permiten anticipar un posible guerra contra el resto de la humanidad. Mientras que el Profesor Xavier intenta una convivencia pacífica y negociar con el gobierno, Eric Lehnsherr – conocido como Magneto – proclama la superioridad de los mutantes sobre los humanos y la necesidad de gobernar a estos. No pasará demasiado hasta que las fuerzas de Xavier y Magneto choquen en una batalla sobre el futuro de la humanidad.

X-Men Si Spiderman es el super héroe más exitoso de la Marvel (y posiblemente el personaje más popular del género), sin duda alguna X-Men es la mejor historieta conceptual del mundo del comic, lisa y llanamente. Las inmensas posibilidades que brinda sus premisas básicas, el carácter de la historia y de los personajes, el tono del relato resulta profundamente adulto y tiene características que van mas allá de una simple historieta pasatista.

Pero X-Men no fue siempre un éxito. La historieta data de 1963, y proviene de la pluma de Jack Kirby y de esa institución del comic que es Stan Lee. Las premisas básicas de la tira se encontraban allí: el nacimiento de humanos super dotados en la población común, el surgimiento de tendencias contrarias (entre la convivencia y la dominación de la raza humana considerablemente inferior) y el tema de la discriminación. En realidad, el Profesor X y Magneto son las versiones fantásticas de Martin Luther King y Malcom X, lo que no resulta extraño teniendo en cuenta que la época en que surge la historieta coincide con el auge de estos líderes y de las tensiones raciales en Norteamérica. Pero el comic tuvo una respuesta tibia y no pasarían muchos años hasta que terminara por cancelarse.

Llega 1975, y la Marvel reflota la tira, esta vez bajo la batuta de Chris Claremont que renueva revolucionariamente a la misma y bien debe considerarse como un co-creador. Claremont no sólo profundiza las bases de Lee sino que le otorga un colorido temático y una densidad sicológica (y de conflictos) nunca antes vista en una historieta. Entre los cambios que introduce Claremont está la inclusión de un héroe secundario ya visto en tiras del increíble Hulk llamado Wolverine, de origen canadiense, y que formaba parte del punto de vista editorial de armar un elenco multinacional y multirracial de los nuevos X Men. Con el tiempo, Wolverine terminaría por absorber la mayor parte de la atención de la tira, y su perfil de heroe solitario y buscagrescas sería lo que terminaría por catapultar al comic, transformándolo en el más vendido de la editorial y en la historieta más popular – en su momento – en Estados Unidos.

No resulta difícil saber por qué resultó un éxito. Las ligas de super héroes siempre han existido, desde Los 4 Fantasticos (con ciertos conflictos sosos entre sus protagonistas) hasta la estoica Liga de La Justicia de la DC. Pero nunca un tándem de gente con serios problemas sicológicos como X Men. Por un lado, está el hecho de que no hay un super héroe, sino que es gente con poderes que nacen al azar, aquí y allá. Sus poderes son realidad una habilidad especial y no una suma como, por ejemplo Superman (y que implica que para vencer los enemigos deban trabajar en equipo). Y en su inmensa mayoría son poderes que nadie querría tener, que traban sus posibilidades de vida normal o, incluso, de relacionarse con otros mutantes. El caso típico es Rogue, que con su tacto puede absorber poderes o incluso la vida de las personas que la rodean. O (como se verá en X2, la continuación) Nightcrawler, un ser azul que atraviesa paredes y que se tatúa el cuerpo a causa de una sicosis mistica (sus tatuajes son sobre temas religiosos y vive citando pasajes de La Biblia). O el mismo Wolverine, quien resulta ser un mutante adaptado artificialmente y que sólo sabe vivir en la marginalidad, peleando en riñas callejeras, desquitando su furia.

Pero no sólo eso; está en la visión de la sociedad que mantienen. Mientras que el Profesor X desea la convivencia (y muchas veces debe disciplinar a la propia tropa), por el otro lado está Magneto que clama la dominación o la aniquilación de la sociedad que los rechaza. Y, por ejemplo, la figura del Senador Kelly que bien podría ser un paralelo del infame Joseph McCarty, planteando investigaciones, persecuciones y, por qué no, campos de concentración, mientras explota el miedo público en su propio beneficio.

Sin duda el tema central de la tira es la discriminación, pero con una gama de ideas tan amplia y variada que puede tomarse como la segregación de cualquier tipo: por sus ideas, por su raza,… por ser diferentes. En X2 por ejemplo, es conmovedora la escena en que un mutante le explica a sus padres sus poderes… y que le piden que los disimule como si fuera normal (es una secuencia que bien podría corresponder a la declaración de un gay frente a su familia). Y sobre todo, el temor a lo desconocido, especialmente aquello que creemos que puede dañarnos y que queremos ocultar bajo la alfombra para mantener la paz y rutina de nuestras vidas.

Como la mayoría de las tiras Marvel, la mecánica de la historieta resulta tan aceitada que difícilmente haya una adaptación que difiera en esencia a su original. Uno puede ver la versión animada de 1994 y sentir el mismo espíritu del comic dibujado o de los films de Singer. Con la diferencia que Singer enfatiza los aspectos básicos más potentes de la tira, transformándolo en uno de los mejores films sobre comics hasta la fecha.

Singer era reacio a tomar el proyecto; después de todo, es un director no mainstream (proviene del circuito independiente). Pero después de muchas reuniones y diplomacia por parte del matrimonio Donner (Richard Donner es el director de Superman y de la serie de Arma Mortal entre otros hitos, y que aquí figura como uno de los productores), el director terminó por embarcarse en el proyecto tras introducir varios cambios y mejoras. Comenzando por profundizar en la sicología de los personajes y hacerlos más reales, siguiendo por el cambio de vestiduras (Wolverine ya no es un disfrazado en spandex amarillo – como bromean en el film – sino que viste uniforme similar al de los demás, de un prolijo acabado negro), y destacando la relación amor – odio entre Xavier y Magneto, como hombres de honor y de ideas radicalmente opuestas, que poseen respeto mutuo.

Sin duda, lo mejor del film son las actuaciones: desde el desconocido Hugh Jackman – que saltaría al estrellato por el film – hasta los veteranos Patrick Stewart y Ian McKellen que aportan su clase y dignidad interpretativa como es habitual, y todos los secundarios que brindan actuaciones de calidad. Es un film muy dialogado, es oscuro y es brillante. El unico problema que tiene – y es el defecto de la premisa en sí – es que la cantidad de personajes es muy grande. No disponen de demasiado espacio para ir mas allá de visualizar unas viñetas de cada personaje, pero esto exige (y que gracias a Dios el film brinda) un pulimiento del guión realmente eficiente para poder dar, en pocas frases que dispone cada uno, imágenes y conceptos de lo que piensa y cómo actúa cada caracter. Además, la tira siempre se caracterizó por tener un elenco no estable: mientras que algunos caracteres centrales como Wolverine, Magneto, Mystique, Ciclope, Xavier, Tormenta o Jean Grey son permanentes, cada edición (filmada o animada) ha contado con una numerosa cantidad de secundarios que merecen exposición y tiempo para interactuar con el resto (Rogue, Bestia, Gambito, Pyro, Puerco Espin, etc.), y a los cuales dos horas de celuloide les resulta cortos. Pero aún así el resultado termina siendo más que digno.

LOS HOMBRES X

La saga de X Men se compone de: X-Men (2000) – X2 – X Men United (2003) – X-Men 3: La Batalla Final (2006) – X-Men: Primera Generación (2011) – X-Men: Dias del Futuro Pasado (2014) – X-Men: Apocalipsis (2016) – X-Men: Fénix Oscura (2019). Los Nuevos Mutantes (2020) es un spinoff fallido centrado en un grupo de mutantes adolescentes.
Además se han desarrollado sagas independientes: la saga de Logan / Wolverine con X-Men Orígenes: Wolverine (2009) – Wolverine: Inmortal (2013) – Logan (2017)
La saga de Deadpool, el mercenario bocón: Deadpool (2016) – Deadpool 2 (2018)