Crítica: La Montaña Embrujada (Race to Witch Mountain) (2009)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2009: Dwayne Johnson (Jack Bruno), AnnaSophia Robb (Sara), Alexander Ludwig (Seth), Carla Gugino (Dra. Alex Friedman), Ciarán Hinds (Henry Burke)

Director: Andy Fickman, Guión: Mark Bomback & Matt Lopez

Trama: Una nave alienígena se estrella contra la Tierra en la zona de Las Vegas. Sus dos tripulantes – con apariencia de chicos de 14 años – son rastreados por los Hombres de Negro del gobierno, pero ambos logran escabullirse y contratan un taxi manejado por Jack Bruno. Bruno los lleva a un paraje aislado en medio del desierto, donde los chicos le revelan que son extraterrestres y que están en La Tierra para recuperar el fruto de unos experimentos llevados a cabo por sus padres – los que podrían regenerar el ecosistema de su intoxicado mundo natal -. Pero los militares de su propia raza – partidarios de invadir la Tierra – han enviado un exterminador para interceptar su misión; y entre ello y la feroz persecución de los agentes del gobierno, los alienígenas deberán confiar en el buen criterio de Jack Bruno para sortear los obstáculos y poder regresar a su hogar, llevando consigo la solución para el futuro de su planeta.

La Montaña Embrujada La Montaña Embrujada es la remake de la película homónima de la Disney de 1975, que a su vez ya fuera rehecha en 1995 para cable. Esta versión 2009 viene con buena producción, cast conocido y cuidados efectos especiales, lo que se dice un empaque de lujo, lo que le dió temporalmente el primer puesto en la taquilla y destronó a la favorita Watchmen a la semana siguiente de su estreno.

Pero sinceramente ni la primera película era un clásico digno de rehacerse, ni esta versión está cerca de ser medianamente potable. Este es otro claro ejemplo del auto canibalismo en el que los estudios Disney ha caído de unos años a esta parte, generando remakes innecesarias de su antiguo stock de películas para toda la familia. Al menos la versión de Un Viernes Alocado con Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan era graciosa, pero otras como Mi Papá es un Perro fueron terribles y la perspectiva de una nueva versión de Tron deja a más de uno rascándose la cabeza. Pareciera que no existen ideas frescas en Hollywood (menos en la Disney), y que han terminado por dedicarse salvajemente a la moda de las remakes.

Pero La Montaña Embrujada 2009 no aporta nada, con la excepción del aburrimiento. El problema es que no hay un desarrollo mínimo de los personajes, sino que inmediatamente tiran a unos actores al medio de una escena y de allí en más se la pasan corriendo todo el tiempo. Si al menos las persecuciones estuvieran hechas con cierta gracia… pero en la gran mayoría de ellas resulta imposible saber qué es lo que pasa, ya que tenemos otro ejemplo de cámara epiléptica que se sacude todo el tiempo. La secuencia en que The Rock y los dos chicos ingresan al pasaje subterráneo de la granja y se topan con el robot exterminador termina por generar una monumental migraña en vez de la adrenalina que el relato precisaba. Sonoras explosiones, cegadores fuegos artificiales, caras fugaces, corridas, gritos… esto sí que es plata quemada cuando el espectador no tiene manera de adivinar lo que ocurre en pantalla. Y así como ésa hay varias escenas en el film, en las cuales la audiencia termina aturdida. Simplemente es una tortura audiovisual.

Si los personajes no importan y la acción está filmada como el demonio, ¿qué queda?. Como es de Disney, es violentamente aséptica (0 muertos). A la hora del humor, está Dwayne Johnson quien hace lo que puede con una sarta interminable de chistes malos y reciclados. Johnson era el heredero natural de Schwarzenegger y Stallone (vean sino la excelente El Tesoro del Amazonas), pero ha preferido de un tiempo a esta parte dedicarse a la comedia. Es un tipo realmente talentoso y carismático, pero vehículos así sólo sirven para hundirle la carrera. Al menos The Rock salva al filme de ser un bodrio total.

La Montaña Embrujada 2009 es una película hueca. No entretiene, no tiene gracia. No hace en sí nada malo, pero tampoco hay nada destacable. Dirige Andy Fickman a quien lo vimos en otros tiempos mejores rodando Refeer Madness: El Musical; pero aquí no entiende de qué va la idea. Nosotros tampoco: no es tan tonta como para ser un filme infantil, no divierte como para ser una película para toda la familia, y como espectáculo adulto es monumentalmente deshabrida. Es simplemente una hora y media perdida del tiempo de nuestra vida.