Crítica: Asylum: H.G. Wells La Guerra de los Mundos (2005)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2005: C. Thomas Howell (George Herbert), Rhett Giles (Pastor Victor), Andrew Lauer (Sargento Kerry Williams), Tinarie Van Wyk-Loots (Felicity Herbert), Jake Busey (Teniente Samuelson)

Director: David Michael Latt, Guión: David Michael Latt y Carlos de los Rios sobre la novela homónima de H.G. Wells, Musica – Ralph Rieckermann

Trama: El astrónomo George Herbert se encuentra a punto de viajar a Washington con su familia cuando una súbita lluvia de meteoritos lo obliga a regresar a su trabajo de investigación. Su esposa y su hijo parten, y Herbert queda en encontrarse con personal del observatorio donde trabaja. Pero la caída de los meteoros provoca una onda electromagnética que termina por quemar a los aparatos electricos e inutilizar a los motores de los autos, por lo que Herbert queda varado en la ruta. Asistiendo en directo a uno de los impactos, el astrónomo descubre horrorizado que se tratan de naves alienígenas de forma insectoide, que salen de las grietas producidas por los meteoros y empiezan a provocar una matanza indiscriminada. Con la destrucción masiva de ciudades y personas, lo único que aferra a la vida a George Herbert es llegar hasta Washington y reencontrarse con su familia. Pero el sendero de destrucción producido por la invasión alienígena convierte al viaje de Herbert en una misión casi imposible.

H.G. Wells War of the Worlds Los Mockbusters son aquellos filmes generados por estudios menores e independientes, y desarrollados para prenderse al lomo del estreno de alguna pelicula evento producida por los grandes estudios de Hollywood. La práctica en sí no es ninguna novedad, y podría afirmar con 99% de seguridad que el inventor de la misma es Roger Corman. Cuando se estrenaba Jurassic Park, Corman sacaba Carnosaur; cuando se proyectaba Grand Prix, Corman sacaba una película de carreras de autos; y así sucesivamente. La idea era llegar al mismo tiempo (o antes) y explotar las expectativas generadas por un gran estreno con un film barato pero de temática similar.

El 2005 fue el año de los Mockbusters basados en La Guerra de los Mundos. Mientras que todos aguardaban al film de Steven Spielberg, la productora Pendragon sacaba su propia versión directa a video días antes del estreno de la película con Tom Cruise. Y mientras que la versión de Pendragon era totalmente fiel a la novela de Wells (estaba ambientada en la Inglaterra victoriana), la otra productora que entró en el juego fue The Asylum con el film que ahora comentamos. The Asylum prácticamente vive de los Mockbusters, habiendo generado seudo clones como The Da Vinci Treasure, Snakes on a Train, Transmorphers y I Am Omega, en obvias referencias a El Codigo Da Vinci, Snakes on a Plane, Transformers y I Am Legend. En general la calidad de los productos va de lo mediocre a lo malo, y donde reside el mayor éxito comercial de The Asylum es en la venta a cadenas gigantes de video como Blockbuster, que ponen sus DVDs calentitos para alquilar el mismo día en que se estrena el film major de Hollywood que ha sido clonado o copiado.

H.G. Wells La Guerra de los Mundos es su versión, y posiblemente sea de los mejores filmes que ha generado The Asylum. Como la de Spielberg, está ambientada en la época actual. Uno no puede esperar grandes despliegues, ya que se trata de una película que costó apenas un millón de dolares. Pero David Michael Latt, como buen artesano inteligente, pone hincapié en el guión antes que en los efectos especiales. Los FX son obvios CGIs pero tolerables; y resulta claro que si el libreto no es potable The Asylum directamente se funde.

El comienzo de la película es algo burdo. Aquí tenemos como estrella a C. Thomas Howell, un actor que en su momento tuviera buena cartelera (fue finalista para el papel de Marty McFly en Volver al Futuro) pero ahora se ha venido a menos. Howell se ve mucho mas veterano que su edad real (42 años) y, para peor, es emparejado con Tinarie Van Wyk-Loots como su esposa, que tiene 26 años pero se ve de 15. Al coctel se le suma que tienen un hijo de 8 años (Dashiell Howell, el hijo real del protagonista), con lo cual parece que fuera una familia formada por un abuelo y dos nietos adolescentes. En fin.

Uno empieza a sentir cierto tufillo feo cuando comienza a ver cosas propias del film de Spielberg, y estaría a punto de afirmar que el guión fue escrito a las apuradas habiendo visto tan sólo el teaser de La Guerra de los Mundos. Autos con los motores quemados, Howell armando mochilas con comida, gente que es alcanzada por los rayos y se desintegra… Pero pasados esos diez minutos iniciales de clonamiento spielberiano, la película encuentra su rumbo. Y es definitivamente interesante. Por ejemplo, Herbert llega a un pueblo que apenas se ha enterado de la masacre alienígena. Consultando a uno de los dependientes del supermercado, éste le dice que el ataque terrorista (sic) es tan sólo un rumor y que están habituados (y cansados) desde las alertas atómicas de la era de la Guerra Fria. Obviamente a la noche el pueblo termina por conocer la dura realidad y es convertido en cenizas.

Las secuencias de los ataques están bien; ahora las máquinas marcianas son enormes escarabajos de seis patas en vez de los trípodes de la novela original (o de la versión de Spielberg). Los aliens en sí salen a atacar cuerpo a cuerpo, y quizás el diseño no es muy feliz (parecen mesas con patas de dos metros), pero tienen su impacto ya que escupen acido que derrite a las personas y las matan del peor modo posible. Sin embargo, donde el libreto hunde más y mejor el cuchillo es en las secuencias dramáticas. C. Thomas Howell actúa realmente bien y lleva dignamente el film adelante pero, por contra, el amateurismo de algunos actores de stock choca con la calidad de la performance de Howell.

Como en la novela aquí aparece el personaje del artillero, dividido en dos caracteres: el sargento Williams y el teniente Samuelson. Williams cae en la desesperación pero es rescatado por la compañía de Herbert (y juntos se ayudaran mutuamente) mientras que Samuelson es el paradigma de la locura militar, autoascendiéndose de grado y preparando milicias para combatir desde debajo de la tierra, ayudado por científicos (insistente con reclutar a Herbert para crear un ejército moderno). Esos segmentos están ok. Pero donde la película definitivamente consigue su mayor baza es en la secuencia con el pastor Victor. Victor y Howell terminan varados en un sótano mientras los aliens los acosan a su alrededor. Y genera un contrapunto de ideas sobre la invasión realmente muy bueno. En un momento Victor le habla que los sobrevivientes son los elegidos y que los marcianos son la ira de Dios, mientras que – con el paso del tiempo – su fe termina por deshacerse. Hay dos escenas particularmente notables (y muy bien escritas): una, en el encuentro inicial del pastor y Herbert, que se topan con una mujer que ha perdido a sus dos hijos. La chica abofetea al pastor y le increpa que la religión es una mentira – ¿que quiso probar Dios al llevarse a mis hijos? -. Es una secuencia con una densidad dramática sorprendente, teniendo en cuenta que estamos hablando de un film barato. La otra escena notable es un breve intercambio de ideas entre Herbert y Victor en el sótano en donde se encuentran atrapados: Herbert le dice que va a buscar a su familia a Washington. Victor le replica que va porque tiene fe de que estarán allí, a lo que Herbert le contesta de que se trata de algo científico, ya que si dos puntos deben encontrarse y uno se dirige al otro más rápido que el primero, el encuentro debe producirse. “¿Pero entonces usted no tiene fe?”. “Tengo fe. Creo que ella me llamará, creo que están vivos… en eso tengo fe”.

El clímax es algo expeditivo, como si el presupuesto para efectos especiales se hubiera terminado de golpe. Pero eso no le quita puntos a H.G. Wells La Guerra de los Mundos, que es una película que cuenta con un libreto inteligente y por encima de la media. No sería desacertado afirmar que el libreto es más coherente y adecuado para la historia que el pergeñado por Spielberg y compañía. Al menos los personajes reflexionan todo el tiempo sobre la invasión en vez del docu drama de Tom Cruise y familia. Con mayor presupuesto, publicidad y un director más pulido, H.G. Wells La Guerra de los Mundos podría haber sido la versión definitiva de la novela de Wells, y ampliamente superior a la obra de Spielberg. El film de Spielberg shockea y entretiene, tiene grandes momentos, pero es algo hueco en la relación dramática de los personajes, algo que se encuentra mucho más inspirado en esta modesta película.

LA GUERRA DE LOS MUNDOS DE H.G. WELLS

Algunas versiones de la obra de H. G. Wells La Guerra de los Mundos que comentamos aquí son: la versión radial de Orson Welles La Guerra de los Mundos (1938); la versión clásica La Guerra de los Mundos (1953), la versión de Steven Spielberg La Guerra de los Mundos (2005), la opera rock Jeff Wayne´s La Guerra de los Mundos (2006), y las versiones de la editora The Asylum: H.G. Wells La Guerra de los Mundos (2005) y La Guerra de los Mundos 2: La Próxima Ola (2008). La Guerra de los Mundos: Goliath (2012) es una secuela steampunk que tiene lugar 15 años después de la primera invasión marciana. La Gran Guerra Marciana (1913 – 1917) (2013) es un falso documental que ubica la invasión alienígena en las vísperas de la Primera Guerra Mundial.
The Night That Panicked America (1975) es un telefilme que recrea la transmisión (y las repercusiones) de la legendaria transmisión radial de Orson Welles de 1938.