Crítica: The Umbrella Academy (2019)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

2 atómicos: regularUSA, 2019: Ellen Page (Vanya Hargreeves), Tom Hopper (Luther Hargreeves), David Castañeda (Diego Hargreeves), Emmy Raver-Lampman (Allison Hargreeves), Robert Sheehan (Klaus Hargreeves), Aidan Gallagher (número cinco), Mary J. Blige (Cha-Cha), Cameron Britton (Hazel), Adam Godley (Pogo), Colm Feore (Sir Reginald Hargreeves), Sheila McCarthy (Agnes), Justin H. Min (Ben Hargreeves)

Creada por Jeremy Slater, basado en la novela gráfica de Gerard Way

Trama: en un mismo día de 1989 43 mujeres – diseminadas por todo el mundo – quedaron embarazadas de manera espontánea, con un ritmo de gestación tan acelerado que terminaron dando a luz en el mismo día. Considerados fenómenos, esos bebés fueron despreciados y puestos a estudio… hasta que el billonario Sir Reginald Hargreeves decidió recorrer el mundo y adoptar a tantos como pudiera. Obteniendo siete niños – a los que identificó con números en vez de nombres – se dedicó a entrenarlos como superhéroes, descubriendo y explotando sus superpoderes en proezas de conocimiento público. Pero el tiempo ha pasado, los chicos se volvieron hombres y han decidido vivir sus vidas alejados del apático Hargreeves. Ahora su padre ha fallecido y es la excusa para reunión de la pandilla, con la excepción de Ben, el hermano que falleció en misteriosas circunstancias, y Número Cinco, el cual abrió un portal espacio / tiempo hace varios años y desapareció en él. Pero al momento del funeral una puerta dimensional se abre y Número Cinco reaparece – aún conservándose como un niño -, siendo portador de terribles noticias. El mundo tal como conocen será arrasado dentro de ocho días, y sólo posee un ojo de vidrio como única pista del responsable. Pero la pandilla está muy dividida – Luther es un gigante de fuerza invencible, Allison es capaz de lavarle el cerebro a la gente con su voz, Diego es un vigilante nocturno con un enorme talento para lanzar cuchillos, Klaus puede hablar con los muertos y Vanya… es la única sin poderes, depresiva y menospreciada por los otros -. Y mientras los Hargreeves se pasan facturas unos con otros, Número Cinco deberá emprender la investigación por su cuenta… llegando a conclusiones escalofriantes.

Arlequín: Crítica: The Umbrella Academy (2019)

En el fondo de The Umbrella Academy hay una idea brillante y apasionante, una historia que pelea con todas sus fuerzas para ser contada como se debe y encantar a los fans del género… pero que termina siendo asfixiada por un libreto estirado y autoindulgente que lleva las cosas mas allá de lo tolerable. The Umbrella Academy es lenta y fútil, promete una cosa y demora siglos en dártela de la peor manera posible, y se deshace en el melodrama familiar de todos los personajes involucrados, en donde hablan pavadas incluso en el momento en que el mundo está a punto de ser aniquilado. Sobrevaluada, hartante y excesivamente larga, es una serie a la que le sobra grasa, cosa que se solucionaba podando al menos 5 capítulos de la temporada.

The Umbrella Academy toma ideas prestadas de medio mundo, con el drama que nunca termina de desarrollarlas. En un día determinado del año 1989 43 mujeres quedan embarazadas espontáneamente en distintos países del globo, con el agravante que realizan todo el proceso de gestación en menos de 24 horas. Si a la mañana eras una muchacha virgen, a la tarde estabas dando a luz un bebé con la maduración plena de 9 meses de gestación. Un billonario excéntrico parte por todo el mundo para adquirirlos (no es el ejemplo mas sano de adopción que digamos), y tras conseguir sólo 7, se los lleva a vivir a su mansión en Estados Unidos en donde los cría como superhéroes.

La idea de los embarazos simultáneos está tomada directamente de El Pueblo de los Malditos, ese clasicazo de John Wyndham que fue llevado dos veces al cine, mientras que la academia de chicos superpoderosos es una flagrante copia de la mansión para jóvenes superdotados de Charles Xavier en X-Men. ¿Por qué los embarazos simultáneos y ultraacelerados?. Nadie sabe, nadie contesta. En Village of the Damned era una fuerza alienígena que deseaba reemplazar a la raza humana con un puñado de seres superiores y letales, y en el comic original de Gerard Way (cantante de The Chemical Romance y autor de la novela gráfica) se suponía que era un ejército de mesías llegados a la Tierra para guiar a la humanidad hacia un período de esplendor. Pero la miniserie de Netflix es vaga para los detalles, incluyendo el profundizar un poco en el pasado del billonario Reginald Hargreeves, que es en realidad un extraterrestre que viene a guiarlos. No solo todas las expectativas sobre semejante premisa se desarman de la manera mas estúpida – a pesar de ser un alien que domina tecnología futurista, Hargreeves no deja de comportarse como un flemático (y super antipático) caballero inglés chapado a la antigua, con cero afinidad sentimental con los chicos; cuando los chicos tienen 10 años forman una banda de superhéroes resolviendo crimenes super mundanos, y después optando por desbandarse de la manera mas absurda sin acordarse de la importancia de su misión -, sino que el libreto se enrosca de manera interminable con las rencillas entre hermanos, sus frustraciones y amores, lo cual convierte a The Umbrella Academy en una soap opera que bordea lo insufrible.

Habiendo sido un equipo ultraentrenado para combatir el crimen, las peleas de los chicos / adultos superdotados son de una torpeza extraordinaria, y los tipos prefieren pasarse facturas entre ellos antes de lidiar con las amenazas de turno, sea una torpe pareja de asesinos que viene del futuro (y que toma ideas de The Adjustment Bureau; ahora, ¿quién está detrás de la oficina que manipula los sucesos en el tiempo en la historia humana?. ¿a alguien le importa? ¡¡A MI, SIIII!) o el villano del final, quien desata la destrucción de toda la humanidad en el lapso de 8 días transcurridos desde el inicio de la serie… una completa idiotez que muestra la falta de criterio de los libretistas ya que en el comic solo había 3 días de diferencia entre que los muchachos se enteran de la noticia y el holocausto que acabará con toda la vida en la Tierra.

Hay un Batman latino experto en lanzar cuchillos que, cuando las papas queman, es incapaz de darle a alguien o hacer algo útil; hay un astronauta con un desproporcionado cuerpo que parece un Goomba de Super Mario Bros, un mono / mayordomo super inteligente a lo Cesar de El Planeta de los Simios; una versión fiestera de Emmanuel Horvilleur; un pibe que puede saltar dimensiones a lo Nightcrawler de los X-Men; una versión light de Serena Williams; un fantasma chino; y Ellen Page, que deambula con cara de estreñida toda la serie. Claro, la Page es la única del grupo que nunca tuvo poderes y es que el agrio Hargreeves la despreciaba con toda el alma.

Pero el desarrollo es decepcionante y, lo que es peor, hay ramalazos de que esto podía ser una genialidad. Cuando Número 5 – el chico que viajó al futuro, vio el apocalipsis y regresó después de mucho esfuerzo a nuestra época para advertirle a sus hermanos e intentar parar la catastrofe – pelea en la cantina con una decena de esbirros es fantástico, desapareciendo y materializándose a sus espaldas para clavarle un cuchillo o haciendo que se maten entre sí; los torpes asesinos del futuro – que discuten las condiciones sindicales de sus trabajos, un gag super original que termina por pudrirte cuando lo repiten la décima vez – vestidos con máscaras de dibujos animados; los viajes en el tiempo; el mayor de ellos, un astronauta que vive en la Luna y contempla la Tierra sentado en una reposera; o los razonamientos del simio mayordomo y la niñera robot, eso sin contar lo fumado del personaje de Robert Sheehan (parece mentira que sea el mismo aburrido de Mortal Engines!) que ve gente muerta… y habla con ella mientras se fuma un churro que lo lleva a las nubes.

La incompetencia de la puesta en escena hace que hagas Fast Foward casi todo el tiempo. Número Cinco no comparte la info y es absurdo de que  pueda llevar semejante misión él solo (hablamos del Fin del Mundo!!). Los 15 minutos finales de cada capítulo son geniales, pero los 36 minutos previos son un letargo que te deja en coma. Como diría un usuario de la IMDB, mas te vale ver los dos capítulos iniciales y los dos últimos para no morirte de aburrimiento, y después llenar los blancos con el resumen detallado de la Wikipedia.

Por cada genialidad o escena espectacular, The Umbrella Academy se da maña para dispararse en sus propios pies estirando hasta el paroxismo algo que sería ultra cool con 4 horas menos de duración. No todo lo que prometen lo cumplen y termina por convertirse en una experiencia frustrante, sobre todo cuando olfateas que la idea de fondo es estupenda pero está concretada como el demonio, con toneladas de diálogos inútiles y un montón de desarrollo (poco interesante) de los personajes, el cual podía haber sido abreviado en favor de la efectividad del relato.

(PD: en el cast está Sheila McCarthy, la reportera de Duro de Matar 2 – e icono de varias comedias indie de los 80 – en un papelito como la mesera de la cafetería que destruye Número 5 en el primer capítulo).