Crítica: Tobruk (1967)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1967: Rock Hudson (mayor Donald Craig), George Peppard (capitán Kurt Bergman), Nigel Green (coronel John Harker), Guy Stockwell (teniente Max Mohnfeld), Jack Watson (sargento Jack Tyne)

Director: Arthur Hiller, Guión: Leo Gordon

Trama: 1942. Un grupo comando rescata al mayor Donald Craig de las garras de los nazis. Su objetivo: hacer que Craig aporte su experiencia para organizar una misión de búsqueda y destrucción en el norte de Africa, arrasando los gigantescos depósitos de combustible que los nazis tienen en Tobruk y que abastecen a las demoledoras divisiones blindadas del mariscal Rommel. Pero la misión tiene enormes problemas, comenzando porque una brigada de judios alemanes llevará el mando, haciéndose pasar por una tropa nazi que ha capturado a decenas de prisioneros ingleses. No sólo las tensiones raciales generarán un clima volátil dentro del grupo, sino que escuadrones aliados comenzarán a atacarlos confundiéndolos con auténticas tropas alemanas. Y, por si todo esto fuera poco, se suma el terrible descubrimiento de que hay un espía dentro de la fuerza. Ahora, con todas las probabilidades en contra, deberán llegar como puedan a Tobruk y volar los depósitos antes de que su débil fachada explote por los aires.

Tobruk (1967) Si una película de guerra puede contar con un presupuesto aceptable, se puede convertir en un formidable espectáculo. Eso es lo que ocurre con Tobruk, una historia completamente ficticia basada en el accionar de los comandos ingleses contra las fuerzas nazis en la campaña del desierto durante los años 1942 – 1943. No sólo introduce un par de elementos originales, sino que tiene suspenso y despliegue. Quizás el tema sea que, al final, dispara tantas subtramas que no termina por anudarlas de manera satisfactoria pero… ¡qué importa!. Los 90 minutos previos son un ejemplo de buen cine.

Acá hay un mayor canadiense (Rock Hudson, tomando un papel ofrecido a Laurence Harvey) que ha sido rescatado por un grupo de nazis (?). Después se revela que los “supuestos” nazis son un grupo de judios alemanes operando a las órdenes del servicio secreto inglés. Entre ellos (comandados por George Peppard) y el duro oficial británico de turno (Nigel Green) deben armar una expedición ultrasecreta a Tobruk, para volar los depósitos de combustible de las fuerzas de Rommel, desarmar la artillería y dejar todo listo para una invasión inglesa desde el mar.

La gracia del filme reside en dos puntos: el primero es que van camuflados como nazis y por eso son atacados por los aliados como si fueran alemanes auténticos. En un momento el grupo se ve obligado a derribar un caza norteamericano (!), ya que se ven en el dilema de morir o defenderse. El otro punto es que los mismos nazis los toman por amigos y, en un determinado momento, terminan por toparse con un par de espías alemanes que portan una solicitud de alianza entre los nazis y las tropas árabes del desierto (quienes desean deshacerse del colonialismo inglés). Resulta obvio que la situación les plantea un dilema: liquidar a estos tipos y rebanar de cuajo la posible alianza, o usarlos como excusa válida para entrar a Tobruk. En caso de optar lo último, apenas entren a la ciudad deberán desaparecer de manera veloz y silenciosa a los espías y al papel de la alianza, no sea cosa de volatilizar la débil fachada que han montado.

Pero en vez de explotar esta última vena – algo que podría haber hecho las delicias de Hitchcock: ¿quien se dará cuenta primero del engaño? ¿los espías alemanes o los nazis de Tobruk? -, el filme decide tomar un camino más fácil, truncando el suspenso, liquidando en dos segundos a los espías alemanes, e introduciendo un traidor más que obvio (basta observar la lista de créditos para deducir quién es el canalla que trabaja de incógnito para los nazis reales y pone en riesgo toda la misión). Si hay un traidor, ¿por qué no notificó a los nazis desde el primer momento? ¿por qué decide actuar cuando el plan está casi concretado?. Si el filme hubiera continuado por la senda que se propuso desde el principio – que este grupo comando estuviera maldito desde el vamos, siendo agredido por aliados y nazis por igual, unos por confundirlo con los enemigos y los otros por descubrir que son impostores -, Tobruk hubiera sido una obra maestra. Si la pareja de espías nazis – que portan la carta de la alianza con las tribus árabes – hubiera seguido con ellos hasta el final, con el enorme riesgo de que éstos descubrieran que son comandos ingleses disfrazados, la tensión hubiera crecido a niveles magistrales. No sólo la introducción del traidor es completamente artificial, sino que la resolución de esta subtrama también deja bastante que desear.

El otro punto polémico es el de las tensiones raciales dentro del grupo. Imaginen a judíos alemanes disfrazados de nazis. Imaginen a los racistas ingleses tratándolos como potenciales traidores / entregadores, amén de considerarlos como soldados de segunda, generadores de problemas, y tipos sin derecho a un pedazo de tierra. Al menos durante una buena parte el libreto de Tobruk intenta ser realista y políticamente incorrecto, mostrando gente incompatible trabajando conjuntamente por el único hecho de que los nazis son una amenaza demasiado bestial para enfrentarla cada uno por separado. Lamentablemente el libreto de Leo Gordon (quien actua aqui, siempre hizo de matón, y escribió toneladas de capítulos de series y peliculas como La Mujer Avispa) decide a último momento emparchar las cosas y el personaje de Nigel Green baja un cambio, demostrando – a regañadientes – que puede reconocer que los judios alemanes son igual o mas valientes que los bravos soldados ingleses.

Tobruk es una buena aventura, sólida, entretenida. Es cierto que es algo episódica – no deja de ser una road movie en el desierto -, pero tiene buenos caracteres, buenos diálogos, y hay mucho despliegue especialmente en el final. Y es un recordatorio de lo buenas que eran las películas de guerra antes que que el género se bastardizara intentando vender como válidas incursiones ilegales en paises de Medio Oriente.