Crítica: Terror Bajo el Mar (Kaitei Daisenso) (1966)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Japón, 1966: Sonny Chiba (Ken Abe), Peggy Neal (Jenny Glason), Erik Neilson (Dr Moore)

Director: Hajime Sato, Guión: Kohichi Ohtsu, basado en la novela de Masami Fukushima

Trama: Los periodistas Ken Abe y Jenny Glason asisten a la prueba de un nuevo tipo de torpedo. Pero, durante la demostración, distinguen un grupo de figuras humanoides cerca de los blancos prefijados, los cuales nadan a profundidades imposibles de soportar por el ser humano. Decididos a investigar, Ken y Jenny se sumergen, sólo para ser apresados por el doctor Moore y sus secuaces, quienes han construido una enorme ciudad sumergida bajo el mar. Una vez en sus instalaciones, Moore le explica a los periodistas su plan maestro para crear una civilización compuesta por seres anfibios, mutaciones creadas a partir de seres humanos y los cuales responden robóticamente a sus órdenes a través de ondas de radio emitidas por su computador central. Con la idea de arrasar a la humanidad de la faz del planeta – y llevar a los seres vivientes a su nuevo estadío anfibio -, Moore ha estado acumulando material radiactivo para armar una enorme cantidad de misiles nucleares, los cuales desatará sobre naciones enteras ni bien llegue la hora señalada. Ahora Ken y Jenny deberán escapar de su prisión e intentar detener al maniático antes que decida ejecutar su diabólico plan; el problema es que ambos han sido inoculados con el suero que los convertirá en las criaturas anfibias, un proceso imposible de retroceder una vez que se ha iniciado…

Terror Beneath the Sea Si uno rastrea muy minuciosamente, verá que aún es posible encontrar alguna que otra joyita perdida del cine fantástico japonés; la cosa no se termina con Godzilla y la Toho sino que hay un puñado de esfuerzos independientes, los cuales han perecido en las arenas del olvido y que, de vez en cuando, YouTube se encarga de desenterrarlas. Como es el caso que ahora nos ocupa, un filme producido por K. Fujita Associates Inc., el cual es un pastiche de ciencia ficción y delirio bondiano. He aquí otro delirante megalómano que sueña con dominar el mundo – bah, en este caso depurarlo de los molestos seres humanos y reemplazarlo por una raza de criaturas anfibias a su mando -, el cual posee una colorida guarida secreta y una delirante galería de armas letales, al cual los héroes de turno deberán detener antes que haga moco al planeta.

Los héroes en este caso son Sonny Chiba – cuando era un héroe de matinée y siglos antes de reciclarse como un émulo salvaje de Bruce Lee a partir de la saga de The Street Fighter – y Peggy Neal, una deliciosa rubia habitué del cine japonés berreta y a quien vimos (junto con buena parte de este mismo cast) en X From Outer Space (la de Gilala, el monstruo ridículo con antenitas que es todo un clásico ejemplo de mal kaiju eiga). Esta pareja de intrépidos reporteros se topa por accidente con un tipo que ha desarrollado una raza de mutantes anfibios, los cuales se ven como el primo pobre de El Monstruo de la Laguna Negra. Son atrapados, se comen todo un largo discurso del villano de turno, son torturados, y se ven en la obligación de destruir la base del malvado antes que éste pueda ejecutar sus planes, lanzando una andanada de misiles nucleares dispuestos a borrar la humanidad de la faz de la Tierra.

En sí, Terror Beneath the Sea es una película bien dirigida. Digo, es una producción japonesa camuflada de serie B norteamericana – apenas hay un par de nipones en el cast y todos hablan inglés -, y zafa muy bien en tal sentido. Incluso la dirección de Hajime Sato se sale de lo habitual, con planos elaborados y suprimiendo el melodramatismo kaiju – ése en donde la gente se la pasa gritando y llorando frente a la cámara cada vez que está por pasar algún acontecimiento dramático -, con lo cual el filme se siente diferente. Incluso los decorados y los efectos especiales se ven impecables y prolijos, a excepción de algún plano aislado. Como relleno de matinée Terror Beneath the Sea es muy buena y entretiene bastante.

Aún siendo predecible y prolija, Terror Beneath the Sea resulta recomendable siquiera a los fans del descerebrado cine fantástico japonés. La trama es juvenil y ligera, y desborda de entusiasmo pero se queda corta con la lógica. Es cine típico del sábado a la tarde, en donde abundan las explosiones, los monstruos colorinches y las acrobacias heroicas, algo que parece haber perecido de 20 años a esta parte, y que uno termina por rememorar… no sin buena parte de nostalgia.