Crítica: Operación Trueno (Thunderball) (1965)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 3/5: buena Gran Bretaña , 1965: Sean Connery (James Bond), Claudine Auger (Domino), Adolfo Celi (Emilio Largo), Luciana Paluzzi (Fiona), Rik Van Nutter (Felix Leiter), Guy Doleman (Conde Lippe), Molly Peters (Patricia), Martine Beswick (Paula), Bernard Lee (M), Desmond Llewelyn (Q), Lois Maxwell (Miss Moneypenny), Roland Culver (Foreign Secretary), Earl Cameron (Pinder), Paul Stassino (Palazzi), Rose Alba (Madame Boitier), Philip Locke (Vargas), George Pravda (Kutze), Michael Brennan (Janni) 

Director: Terence Young – Argumento: Kevin McClory, Jack Whittingham e Ian Fleming – Guión: Richard Maibaum y John Hopkins, basado en un guión original de Jack Whittingham – Música: John Barry – Fotografía: Ted Moore y Lamar Boren – Director Artístico: Peter Murton – Director escenas submarinas: Ricou Browning – Vestuario: Anthony Mendleson – Productor: Kevin McClory – Coproductores: Harry Saltzman y Albert R. Broccoli

129 min, No rating, Color – Ganadora Oscar 1965 – 38th Academy Awards – Efectos Visuales – Thunderball – John Stears – 29/12/1965: estreno mundial simultáneo en el Rialto y el London Pavilion en Londres, y en el Paramount de Nueva York

Trama: Bond se encuentra internado en una clínica de rehabilitación y comienza a descubrir sucesos extraños. Un cuerpo desaparece misteriosamente y mientras 007 husmea, recibe varios atentados contra su vida. Cuando regresa a servicio activo, descubre que dos bombas atómicas de la OTAN han sido robadas, y que el avión que las transportaba estaba piloteado por una persona con el mismo rostro del cadáver que descubrió en la clínica. 007, siguiendo una corazonada, irá a Nassau a investigar a la hermana del piloto, pero pronto se topará con varios secuaces de SPECTRE, que tienen cautiva a la chica y ocultas las bombas en un paradero desconocido.

Critica: THUNDERBALL (OPERACION TRUENO)

Goldfinger había sido un éxito planetario impresionante, y era imperativo para Harry Saltzman y Albert Broccoli continuar con la misma línea, cuando no superándola.

Por ello es que con Goldfinger y hasta Diamonds Are Forever se inicia la era de lo que se conoce como el Bond épico, con una galería de villanos extravagantes y planes de dominación mundial siempre desmantelados a ultimo momento por 007. Y, entre las novelas disponibles de adaptación, la que mejor exponía la idea era Thunderball, aunque padecía de bastantes problemas con el tema de derechos. Para obtener una visión acabada de este asunto, me remito a lo ya comentado en Never Say Never Again (la remake 1983 de este film), donde abundamos en detalle sobre el intrincado proceso de Thunderball, la co-autoría de Kevin Mc Clory y la épica batalla legal por derechos cinematográficos que tomó casi 40 años en tribunales.

Thunderball era, como se explicó en la crítica de la remake, un guión cinematográfico de nacimiento. Y había sido la primera opción para llevar al cine por parte de los productores, cosa que uno duda si compara el cuadro de costos de producción que debía insumir un film así. Mientras que Dr. No había costado un millón de dolares, Thunderball trepó a los 9 millones – buena parte de ellos en efectos especiales y escenas de acción submarinas -, y es dudoso que la gente de Eon tuviera semejante capital en 1962. Y aún con semejante presupuesto, hay efectos que se ven no muy pulidos o incluso parecen baratos, como el amerizaje del Vulcan que secuestra el comandante Derval. Pero fue, en su época, el film Bond más ambicioso y el de mayor recaudación de boletería por muchos años.

Thunderball es básicamente un film de robos (un caper movie, como dicen los americanos), tal como Topkapio The Italian Job (la original), por citar algunos de los máximos ejemplos del género. En esta clase de films suele haber dos etapas: la de preparación y planeamiento, y después la de la ejecución, y ambas etapas suelen tomar el 80% de un film. Aquí se pasa directamente a la parte de ejecución, que es bastante lineal (no ocurre nada fuera de lo previsto, como suele pasar en este tipo de films), no es muy emocionante y parece excesivamente larga. Como en sus films anteriores, Terence Young es un director experimentado pero bastante rutinario, filma sin demasiado nervio y eso se nota en el film, especialmente en las escenas submarinas.

Una vez sucedido el robo, Bond es enviado a investigar su corazonada sobre la hermana del Comandante Derval. Y si el film venía lento, acá comienza a bajar aún más su velocidad. Tanto el exceso de investigación de lo obvio, la partitura de John Barry que – aún en contra de mis deseos y mi admiración hacia el músico – es mediocre y lenta, como la falta de mayores chispas entre Bond y Largo, lastran al film de una manera impresionante.

Y es que Thunderball es un film mediocre. Es cierto, es muy original, pero está dirigido con una mano muy pesada por parte de Young. Sino, veamos por ejemplo el teaser. El mismo es muy ágil – aunque con ciertos ribetes ridículos como el agua que sale del escape del Aston Martin – pero parece impuesto con el sólo hecho de darle algo a la audiencia hasta la próxima hora, hasta que vuelva a aparecer una escena intensa de acción. Un aperitivo para un público que deberá esperar a la cena que va a demorarse bastante. Por esto y otras cosas más que comentaremos, es que resulta obviamente superior – aún con su límite presupuestario – en términos de entretenimiento la remake Never Say Never Again. El robo en el film de 1983 es expeditivo, no lleva demasiado tiempo, y se suprimen buena parte de las escenas submarinas en pos de desarrollar un guión ciertamente más dialogado, pero de mejor calidad, con mejores personajes y situaciones.

Hay bastantes incoherencias en Thunderball que son corregidas en Never Say Never Again. Como, por ejemplo: ¿por qué Dominó está con Largo?. Si el hermano es asesinado y sustituído por un doble, no hay razón de que la chica permanezca con el villano, cuando en Never Say Never Again el mismo hermano era el traidor y estaba atrapado tanto por su adicción a las drogas como por el secuestro de su hermana, lo cual resulta más lógico.

Pero incluso cuando Bond llega a Nassau las cosas tampoco resultan demasiado coherentes. Bond ronda alrededor de Dominó, le gana una partida de Baccarat a Largo… y éste ya envía esbirros a intentar asesinarlo. En ningún caso se intenta mantener las apariencias, aún sabiendo Largo que así pone en riesgo la operación secreta. Lo único que hace es confirmar sospechas.

Del mismo modo, las investigaciones submarinas de Bond son eternas y superficiales. Si hay una sospecha sobre Largo, ¿por qué no enviar a las fuerzas armadas a secuestrar el yate e interrogar a la tripulación?. Y será necesario que entre en escena Fiona Volpe (con una muy buena – y gélida – interpretación de Luciana Paluzzi, que palidece ante la formidable Barbara Carrera – en rol similar – en Never Say Never Again) para darle algo de pimienta al relato. Si bien el personaje de Volpe es muy bueno, su entrada a escena en el segundo acto también deja que desear. Cuando recoge a Bond en la carretera y comienza a correr a gran velocidad con su auto, sólo confirma las actitudes torpes del personal de SPECTRE de no mantener las apariencias, y confirmar las sospechas de 007 a cada rato.

Y, como otro ejemplo de torpeza, está la investigación de Bond en Palmyra (cuando secuestran a Martine Beswick), que escapa de los tiburones por otro ducto (en una mansión infestada de guardias buscándolo por todos lados), la captura de Bond y el escape de éste en el Junkanoo. Si al personaje de Beswick – la compañera de Bond secuestrada y asesinada – la drogaron y la llevaron en silencio, ¿por qué llevar libre a 007, que es un hombre más peligroso?.¿Por qué los matones cuando acorralan a Bond en el baile – y matan por error a Volpe – no terminan su trabajo sabiendo que 007 está desarmado y herido, completamente indefenso?. Nota aparte, como disegresión del film vemos en esta escena del baile una situación en que Bond debería estar desesperado y acorralado, pero Connery no transmite esa sensación. Traslademos esto a la escena del patinaje sobre hielo – luego de la huída de Piz Gloria – de Bond / Lazenby acorralado en On Her Majesty Secret Service. Sólo confirma que el escocés no era el intérprete adecuado para OHMSS, que brindaba un perfil más humano de Bond.

Pero volviendo a Thunderball, muchas escenas que se suceden semejan a una comedia de errores (Bond disfrazado de buzo y desapercibido en el yate de Largo durante todo el viaje a Miami, por ejemplo), que le piden un poco de más a la usual suspensión de la credibilidad que deben tener los espectadores. Y cuando el plan ha sido descubierto, y se arma la gran batalla submarina… resulta más impresionante vista en posters del film que lo mostrado realmente en la película. No hay adrenalina, es chato, es rutinario.

Por último, las escenas finales del film son atroces y ridículas. Tanto la super velocidad del Disco Volante – a cámara rápida -, el capullo blindado que se desprende del yate (que pelea contra destructores con simples ametralladoras – ¿en qué pensaba la gente que se quedó en la retaguardia? ¿eran suicidas? – y que dura dos segundos antes que lo vuelen), o en Bond y Dominó rescatados por un globo enganchado a un avión, son sencillamente delirantes, puro efectismo.

¿Es Thunderball un film malo?. No, toca un tema original pero está mal dirigido y tiene un guión lleno de fallas. Las interpretaciones están ok, pero … Es lento, la fotografía se ve demasiado oscura – por suerte, las ultimas versiones en DVD han sido retocadas digitalmente y el film no se ve tan opaco y sin contraste – , no hay chispa entre Largo y Bond, la heroína es muy inocua, y los secundarios que podrían ser interesantes – Fiona Volpe, Vargas – ocupan poco tiempo en escena. Los villanos muestran un total desprecio a la lógica, las apariencias y el cuidado que merece llevar una operación secreta. El soundtrack de John Barry es bastante bueno hasta que toca el tema compuesto para las escenas submarinas – que enlentece aún más el film -, y se destaca el tema Mr. Kiss Kiss Bang Bang instrumental en el film, probado con las voces de Dionne Warwick y Shirley Bassey, y más tarde reemplazado por el tema final que canta Tom Jones -. Hay bastantes delirios – incluso para un film Bond – que podrían resultar coherentes en un film de la era Moore. Y la trama tiene bastantes huecos de lógica. Todo esto no sería tan malo si el film fuera entretenido y ágil, pero sólo funciona así de a ratos. Comparado con él, Never Say Never Again es un film a todas luces muchísimo mejor y más divertido.

3 CONNERYS: Película despareja, lastrada por la pesada dirección de Young en las escenas submarinas, y dirigida sin demasiado nervio. La partitura de John Barry no es de las mejores. Demasiados huecos en el guión, bastantes excesos en aras de la espectacularidad. Sólo la salva el hecho de tratar un tema original. Pero la remake de 1983 es netamente superior, aún con sus limitaciones presupuestarias.

LA SAGA OFICIAL DE JAMES BOND

La era Connery: Doctor No (1962)Desde Rusia con amor (1963)Goldfinger (1964)Operacion Trueno (1965)Solo se vive dos veces (1967) / El fugaz paso de Lazenby: Al Servicio Secreto de Su Majestad (1969) / El primer regreso de Connery: Los Diamantes son Eternos (1971) / La era Moore: Vive y Deja Morir (1973)El Hombre del Revolver de Oro (1974)La Espia que me Amo (1977)Moonraker (1979)Solo para sus Ojos (1981)Octopussy (1983)En la Mira de los Asesinos (1985) / La era Dalton: Su Nombre es Peligro (1987)Licencia para Matar (1989) / La era Brosnan: Goldeneye (1995)El Mañana Nunca Muere (1997)El Mundo no Basta (1999)Otro Dia para Morir (2002) / La era Craig: Casino Royale (2006)Quantum of Solace (2008)Operación Skyfall (2012)Spectre (2015) – Sin Tiempo Para Morir (2021)

Canción del film

Thunderball sería el primer film en el que se pensó en más de una canción. Al principio se hizo “Mister Kiss Kiss Bang Bang” (aludiendo al apodo que 007 tiene en los países orientales) y fue entonada por Dione Warwick y Shirley Bassey. Después se terminó por utilizar el tema que canta Tom Jones, que fué un gran éxito. Letra de Don Black – Música de John Barry – Cantada por Tom Jones

He always runs while others walk,
He acts while other men just talk,
He looks at this world and wants it all,
So he strikes like Thunderball.

He knows the meaning of success,
His needs are more so he gives less,
They call him the winner who takes all,
And he strikes like Thunderball.

Any woman he wants he’ll get
He will break any heart without regret.

His days of asking are all gone,
His fight goes on and on and on,
But he thinks that the fight is worth it all,
So he strikes like Thunderball.

En español:

El siempre corre mientras otros caminan,
el actúa mientras otros hombres hablan,
el mira al mundo y lo quiere para sí,
así golpea como una bola atronadora

El conoce el significado del éxito,
sus necesidades son tantas y él da poco,
a él lo llaman el ganador que toma todo,
y el que golpea como una bola atronadora

Cualquier mujer quiere lo que él tiene
El le romperá el corazón sin remordimiento

Sus días de preguntas se han ido del todo,
su lucha continúa y continúa y continúa,
pero el piensa que la pelea vale la pena,
entonces golpea como una bola atronadora