Crítica: Escuadrón Suicida: Deuda Infernal (2018)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

2 atómicos: regularUSA, 2018: Christian Slater (Deadshot / Floyd Lawton), Tara Strong (Harley Quinn), Vanessa Williams (Amanda Waller), Billy Brown (Bronze Tiger / Ben Turner), Liam McIntyre (Capitán Boomerang / George Harkness), Gideon Emery (Copperhead / Sameer Park), C. Thomas Howell (Profesor Zoom / Eobard Thawne), Kristen Bauer van Stratten (Killer Frost), Jim Pirri (Vandal Savage / Vertigo), Greg Gunberg (Maxum Steel / Doctor Fate), Dania Ramirez (Scandal Savage)

Director: Sam Liu – Guión: Alan Burnett, basado en personajes de DC Comics

Trama: Amanda Waller está muy enferma, pero nadie sabe de esto. Aprovechando su poder en la organización secreta que opera, ha mandado llamar al Escuadrón Suicidael grupo de villanos apresados por el gobierno, los cuales son obligados a ejecutar misiones extremadamente peligrosas a cambio de la condonación de sus condenas… o ser asesinados mediante la detonación de micro explosivos plantados en sus cabezas en caso de escape o rebeldía – para que busque un objeto mágico que está en poder de un stripper de Las Vegas llamado Maxum Steel. Pero Steel resulta ser una de las encarnaciones del hechicero conocido como Doctor Fate, el cual posee una tarjeta que permite mandar el alma de una persona recién fallecida directamente al cielo en vez del infierno. Pero el Escuadrón no es el único que está buscando el objeto; Flash Reverso también la busca y ha formando un equipo de supervillanos que lo acompaña. Lo que sigue es una batalla campal por la posesión del objeto mágico… cuyos posibles destinatarios son los individuos menos indicados para utilizarla.

Arlequín: Crítica: Escuadrón Suicida: Deuda Infernal (2018)

Ya no hay mas comics legendarios para adaptar y ahora el Universo Animado DC se ve obligado a improvisar para poder subsistir. Y así les va. Ninguno de los últimos filmes de Batman (con Jason O’Mara en el rol) han sido potables, mucho menos la horrenda remake de La Muerte de Superman, y sólo el delirio de Constantine: Ciudad de Demonios se ha salvado de la quema. Porque Suicide Squad: Hell to Pay es menos una historia interesante que un vil intento de explotar  comercialmente el inesperado éxito de taquilla de Escuadrón Suicida (2016). Hay veteranos en todo esto – Sam Liu (un tipo super chato que no me explico cómo sigue laburando), Alan Burnett (un creativo que ha contribuido a las mejores aventuras animadas del encapotado, comenzando por la mítica Batman, The Animated Series 1992 – 1995 y sus iteraciones siguientes) -, pero el resultado dista de ser pasable. No solo el filme se siente demasiado largo con apenas 90 minutos de duración sino que hay demasiados personajes y la historia no es muy interesante. Oh, sí, a los fans les gusta los enfrentamientos entre personajes favoritos del público tipo Escarcha Asesina vs  Zoom o Deadshot vs Vandal Savage pero, para el resto, ¿qué nos importa si la trama es mala?.

Toda la historia parece escrita por un adolescente cachondo que metió muchos disparos, toneladas de gore, decenas de villanos y algunos super héroes, desnudos, malas palabras y hasta un beso lésbico entre una amazona extraterrestre y la hija de Vandal Savage. ¿Y todo para qué?. Para decir que la historia tiene ritmo… pero llega un punto en que las peleas, las balaceras y los cercenamientos aburren y, lo que es peor, todo sucede por una causa estúpida. A una de las encarnaciones del Doctor Fate se le escapó una tarjeta mágica que dice “Usted está libre del Infierno” (como si fuera la tarjeta del Monopoly “Salga gratis de la cárcel”!) y hay un montón de personajes moribundos que desean poseerla: Amanda Waller – que de rolliza pasó a delgada y todos piensan que fue por una dieta estricta cuando en realidad un Cáncer la está consumiendo -, Zoom (que viene herido de uno de los futuros alternativos – la peor y mas estúpida herida que uno pudiera imaginar; ¿en serio la gente puede funcionar con medio cerebro? -) y Vandal Savage, que tiene cuiqui porque cada vez hay mas metahumanos que le dan palizas. La Waller envía al Escuadrón Suicida a.k.a. Fuerza Especial X (está visto que la gente de DC y Marvel no pueden dejar de copiarse nombres) con un staff compuesto por casi todos los del filme del 2016 (Harley Quinn, Deadshot, el Capitán Boomerang) mas Escarcha Asesina, Copperhead (un tipo que se operó todo para parecer una serpiente y escupe acido) y Bronze Tiger (un superhéroe tipo Luke Cage devenido vigilante), y los cuales deben enfrentarse a toneladas de villanos de diferentes tiras de DC que incluyen a una pareja clonada de Harley & el Joker pero que no lo son, un clon obvio del Kingpin llamado Tobias Whale, el Conde Vértigo, la hija lesbiana de Savage que usa garras en las manos como si fuera la hija de Wolverine, la amante de la hija de Savage que parece una guerrera amazona de otra galaxia, una mole llamada Blockbuster, un clon malvado de Canario Negro llamada Banshee, y cameos del Profesor Pyg y Dos Caras. Demasiados personajes para solo 90 minutos de filme y cuyo único propósito es ser carne de cañón para que los vayan matando de a tandas. Todo esto aniquila cualquier mínimo intento de desarrollar a alguno de los personajes principales con un mínimo de profundidad.

Pero la acción es excesiva y no es excitante, y el casting vocal deja que desear, en especial Christian Slater que suena aburrido y empastillado como Deadshot. Slater viene en un lento comeback (gracias a Mr. Robot) pero demostrar el descontento con el personaje que le tocó haciéndolo monótono definitivamente le quita las chances de regresar al mundo de la animación donde unos cuantos (como Mark Hamill) no solo comieron sino que se hicieron de un nombre y hasta le dieron la oportunidad de regresar a los grandes filmes de los estudios. Vanessa Williams tampoco es una maravilla, pero al menos tiene mucho menos tiempo de pantalla.

Entre demasiados personajes para nada interesantes, la estúpida idea de la carta mágica y las toneladas de peleas sin mucha gracia, Escuadrón Suicida: Deuda Infernal se hace difícil de recomendar. Ver a todos estos tipos con trajes estrafalarios yendo en una Motorhome por Las Vegas te hace crujir los dientes, y la pluralidad de facciones hacen eternos los 90 minutos del filme. Mas vale que la Warner se ponga las pilas y desentierre otras historias de renombre, o que dilate el tiempo entre producciones animadas para escribir cosas con mas substancia… y que pongan a otro en lugar de Sam Liu, el cual ha probado de sobra que sólo es un director rutinario.

ESCUADRON SUICIDA

Las versiones live action del grupo de mercenarios de DC son: Escuadrón Suicida (2016) – Escuadrón Suicida 2 (2021). En animación tenemos: Batman: Asalto a Arkham (2014) – Escuadrón Suicida: Deuda Infernal (2018)