Crítica: Starship Troopers 3: Merodeador (2008)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2008: Casper Van Dien (Johnny Rico), Jolene Blalock (Lola Beck), Amanda Donohoe (Almirante Enolo Phid), Stephen Hogan (Mariscal del Aire Anoke), Boris Kodjoe (Dix Hauser)

Director: Edward Neumeier, Guión: Edward Neumeier sobre la historia y personajes creados por Robert Heinlein

Trama: En la base fronteriza de Roku San, el coronel Johnny Rico – a cargo de la misma – recibe la sorpresiva visita del mariscal del aire Anoke. Anoke – una estrella mediática de la Federación – inspecciona las instalaciones mientras se libra una feroz batalla. Pero las defensas ceden, y los insectos alienígenas del planeta ingresan a saquear el lugar. En medio de una feroz disputa sobre el mando, el agente de inteligencia Dix Hauser – superior de Rico, y que está saliendo con la capitana Beck, ex amante de éste – decide arrestar al coronel y evacuar al mariscal Anoke. Pero el escape de Anoke de Roku San termina por ser emboscado, y tanto Beck como el mariscal terminan varados en el planeta OM 1. Mientras tanto Dix descubre que la Federación ha planeado abandonar al grupo a su suerte. Decidido a recuperar a Beck, reasigna a Rico en sus funciones para que haga un rescate suicida en OM 1. Pero ambos desconocen que el mariscal Anoke se encuentra pergueñando secretos planes que tienen que ver con el futuro de la guerra y de toda la humanidad.

Starship Troopers 3: Marauder Esta es la segunda secuela del film Starship Troopers de 1997, basado en la novela clásica de Robert Heinlein. A decir verdad, la película de Paul Verhoeven tuvo una recepción bastante fría, aunque los ejecutivos de la Sony vieron un gran potencial en la franquicia. El problema con Verhoeven es que terminó por convertir al film en un chiste demasiado personal sobre el fascismo y sobre Heinlein – con cuyas ideas disentía – , y sólo la segunda mitad de la película funciona. A pesar del fracaso, hubo una secuela en el 2003, directa a video y dirigida por el especialista de FX Phil Tippett. Y aunque era bastante pasable, Starship Troopers: Heroe de la Federación tenía algo de historia transvestida. Alterando la modalidad de ataques de los insectos alienigenas – que ahora podían infectar y controlar a los humanos -, terminaba por sonar a recurso barato de serie de TV sin presupuesto – por ejemplo, la tira La Guerra de los Mundos 1988 – 1990, que hacía algo similar -.

Las buenas noticias son que Starship Troopers 3: Marauder es un regreso en plena forma a la carnicería del primer film, sin la sanata sentimental que lastraba la tira de Verhoeven. El guionista de toda la saga – Edward Neumeier, responsable de Robocop – vuelve a insistir con el libreto y ahora se hace cargo de la dirección. Y con la resucitación artística de Casper Van Dien (que desde Starship Troopers no ha embocado una), la película tiene el sabor de una auténtica secuela.

Ciertamente el comienzo de Starship Troopers 3: Marauder es bastante terrible. Al ver la base asediada por insectos, uno empieza a pensar lo peor – una secuela chata y barata, donde los soldados se dedicarán a esquivar a los alienígenas por los corredores al estilo Doom -, pero por suerte el guión empieza a disparar giros de tuerca sin cesar. Es cierto también que muchas de esas vueltas de rosca rayan en el disparate o carecen de coherencia con el resto de la historia – el mariscal es sacado de apuro de la base y, en medio del salto espacial, la nave es bombardeada por insectos debiendo aterrizar en un planeta desconocido mientras que Rico está a punto de ser ahorcado bajo cargos de sedición -, pero el libreto se empeña en tirar una situación tras otra, de manera que alguna de sus ideas terminan por hacer blanco (además de tener siempre al elenco en movimiento). Por ejemplo, la pelea inicial entre Rico y Dix es totalmente idiota, y la mayoría de los personajes se comportan como clichés. La capitana Beck insiste en hacerse la dura, pero la performance de Jolene Blalock (T´Pol de la serie Trek Enterprise) es malísima. Dix se reconcilia con Rico (a quien va a dejar matar por una discusión idiota) y lo manda a salvar las papas del fuego en el planeta OM 1. El mariscal del aire Anoke (Stephen Hogan, sobreactuando salvajemente) parece un cobarde, pero resulta que tiene un propósito escondido. La Federación se dedica a falsificar digitalmente las presentaciones de Anoke mientras encubre su desaparición. Y en un momento el mismo Dix está a punto de ser ajusticiado por traidor, al momento de descubrir la conspiración. Realmente Neumeier podía haber llegado al nudo central – mandar a Rico a una misión suicida de rescate en OM 1 – de una manera más limpia y en menos minutos de metraje.

Lo que en realidad Neumeier intenta hacer con el film (y a mi juicio, consigue lograrlo) es transformar la historia en un comic pulp de pura cepa. No interesan los personajes, o si los argumentos carecen de compatibilidad entre sí, lo que único que importa es que la historia sea variada, colorida y movida. Starship Troopers 3: Marauder es muy efectiva en tal sentido, además de agregar toda una suerte de detalles que expanden el universo original de la historia, como la aparición de nuevos insectos – escorpiones gigantes, bichos bolita explosivos, e incluso una descomunal criatura que se encuentra obviamente inspirada en los gusanos gigantes de Duna -, y elementos de la mitología original de Heinlen que no estuvieron presentes en las películas anteriores – los exoesqueletos o la base secreta de Santuario, donde están todas las naves de la Federación -. Además, para ser un film directo a video, hay un despliegue sorprendente de efectos especiales – que van de lo maravilloso a lo obviamente falso – que resulta más que entretenido. Y por si fuera poco, los famosos infomerciales de la saga regresan, contando desde la acusación y ejecución de terrorismo a los pacifistas que quieren detener la guerra, hasta el show del mariscal Anoke como cantante – con el hit “Hoy es un buen día para morir”, frase Klingon robada de Star Trek -, y con mucha más gracia que en Starship Troopers 2: Heroe de la Federación.

La primera mitad del film es una ensalada descomunalmente despareja, con cosas muy buenas y otras terribles – pareciera que el libreto no termina por decantarse sobre qué rumbo tomar: si el delirio religioso de Anoke, la conspiración o el rescate suicida -. Hay algunos toques de Neumeier que son realmente buenos – la imitación digital de Anoke reproduce fielmente los manerismos que realizaba Adolfo Hitler en sus discursos, por ejemplo – . Sin embargo, es en la segunda mitad – cuando la expedición queda varada en OM 1 -, en donde los acontecimientos comienzan a ponerse cada vez mejor. La aparición de la amenaza subterránea de OM 1 así como la suposición de la existencia de un Dios insecto son realmente interesantes. Quizás el lastre de la segunda parte tenga que ver con el debate religioso que Neumeier inserta en el libreto, que no tiene mucho de original y precisa una pulida, en especial cuando los personajes se ponen a discutir largo y tendido del asunto. Pero como esas escenas no duran demasiado, termina por ser perdonable (además que le da pie a Neumeier para incluir todo un infomercial satirizando a la religión al final, que es una de las mejores cosas de la película). Piña va, piña viene, los chicos (y la platea) se entretienen. Y eso es lo que pasa con Starship Troopers 3: Marauder: es muy despareja, muy variada, bastante creativa, muy movida y termina siendo muy entretenida. Y eso es demasiado cuando hablamos de un film en donde Casper Van Dien parece Lawrence Olivier en comparación con el nivel actoral del resto.

STARSHIP TROOPERS

La saga de Starship Troopers se compone de: Starship Troopers (1997), Starship Troopers: Heroe de la Federación (2003) y Starship Troopers 3: Marauder (2008)