Crítica: Camioneros del Espacio (Space Truckers) (1996)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1996: Dennis Hopper (John Canyon), Stephen Dorff (Mike Pucci), Debi Mazar (Cindy Welsh), Charles Dance (Dr Nable / Macanudo), Shane Rimmer (E.J. Saggs), George Wendt (Keller)

Director: Stuart Gordon, Guión: Ted Mann

Trama: El camionero espacial John Canyon viene de mala racha y debe aceptar un trabajo no muy legal, llevando una carga de juguetes sexuales desde Júpiter hasta la Tierra. Acompañado por su prometida y su socio de último momento, Canyon se sale de las rutas comerciales para pasar desapercibido, pero en el trayecto su nave resulta dañada por un campo de asteroides. Al salir a reparar la nave, Canyon se topa con los mercenarios del pirata espacial Macanudo, quienes se apoderan del cargamento. Pero al abrir sus puertas, descubrirán que en vez de juguetes sexuales la carga consiste en un multitudinario ejército de robots indestructibles, listos para arrasar el planeta que se les señale.

Camioneros del Espacio Camioneros del Espacio viene de la mano de Stuart Gordon, el mismo de Re-Animator y Robot Jox. Es una típica producción serie B, sin grandes nombres, y con una ejecución algo despareja. Y aunque como película no termine de ser muy convincente, Space Truckers tiene algunos momentos muy buenos que al menos terminan por convertirla en simpática.

Acá Gordon se despacha con una mescolanza de géneros que terminan por darle un fuerte sabor pulp a la aventura. Parece una historia propia de alguno de los segmentos de Heavy Metal – mesera pulposa, curtido piloto veterano, piratas del espacio, robots asesinos -, y Gordon no intenta en absoluto disimularlo. Incluso hay momentos en que Camioneros del Espacio sigue el mismo humor negro de Heavy Metal – la escena más memorable del filme es la seducción de Debi Mazar por parte de un semi robótico Charles Dance, que debe encender su pene mecánico como si fuera una motosierra (!!) -, aunque la suerte del resto de la historia es variada. El tema es que Gordon no tiene muy buen timing cómico y, en cuanto a las escenas de acción, están ok pero no son memorables.

Es interesante ver el futuro de white trash (“basura blanca”, término americano usado para referirse al sector más decadente de la clase obrera) que Gordon pinta para este universo, lleno de McDonalds espaciales y gente ignorante manejando naves interplanetarias. Otro libretista hubiera perfilado caracteres centrales más heroicos y pristinos, pensando en algún protagónico tipo Arnold Schwarzenegger; pero como acá la trama tiene onda de sátira, le toca el turno de hacer de héroe del día al maníaco y vetusto Dennis Hopper (lo que quizás es más creíble). Pero el mayor problema de Space Truckers es que el diálogo es chato. Con un pulido de los parlamentos, la película podría haber sido mucho más eficiente. Ninguno de los personajes deja de ser una caricatura sin demasiada profundidad, y a esto se suma que nadie se calienta demasiado con dar una buena performance. Simplemente es un comic filmado. Tampoco la credibilidad es el fuerte de la película – especialmente sobre el final -.

Comparado con Robot Jox, al menos aquí Stuart Gordon mejora la puntería. Pero de todos modos a uno le da la impresión de que las cosas patinan donde no deben en ciertos momentos. El casting del veterano Shane Rimmer no ayuda – se precisaba un tipo realmente odioso como Jack Palance para hacer de villano -, y la compañía de Debi Mazar y Stephen Dorff resulta molesta. Pero al menos Charles Dance y Dennis Hopper muestran que la estaban pasando en grande.

Space Truckers / Camioneros del Espacio está ok, pero podría haber sido mejor. Todo el tiempo pasan cosas y la historia se mantiene en movimiento por lo cual no aburre, pero tampoco hace nada memorable. Con la excepción, claro está, del pene mecánico de Charles Dance.