Crítica: Serenity (2005)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2005: Nathan Fillion (Capitan Malcolm “Mal” Reynolds), Summer Glau (River Tam), Adam Baldwin (Jayne Cobb), Morena Baccarin (Inara Serra), Gina Torres (Zoe), Jewel Staite (Kaylee Frye), Chiwetel Ejiofor (El Asesino Operativo), Sean Maher (Dr Simon Tam), Alan Tudyk (Hoban ‘Wash’ Washburne), David Krumholtz (Mr Universo), Ron Glass (Pastor Derrial Book)

Director y Guionista – Joss Whedon, basado en la serie Firefly de su autoría, Musica – David Newman

Trama: La síquica River Tam se encuentra prisionera y sometida a secretos experimentos por parte de la Alianza, el gobierno parlamentario que rige la confederación de planetas surgidos a partir de la colonización terrestre del espacio. Pero su hermano Simon la rescata, y la lleva en la nave pirata Serenity, al comando del capitán Mal Reynolds. La tripulación del Serenity se dedica al contrabando y robo, y en una de sus operaciones descubren por casualidad que River se ha convertido en una auténtica arma viviente, destrozando un bar donde realizaban una negociación. Tras investigar lo sucedido, suponen que River ha absorbido recuerdos de miembros parlamentarios que la han visitado mientras estaba cautiva, y que se encuentran relacionados con el inhóspito planeta Miranda, situado mas allá de las fronteras de la galaxia, y rodeado por la flota de los caníbales conocidos como Reavers. Mientras Reynolds decide el curso de acción, la Alianza ha enviado tras ellos a un siniestro operativo, que comienza a perseguirlos y a aniquilar a todos los posibles aliados de la tripulación del Serenity. Forzados por dicha amenaza, no pasará mucho tiempo antes que Mal Reynolds decida lanzarse a investigar lo que sucede en Miranda como único modo de escapar del asesino de la Alianza y descubrir las verdaderas razones de su cacería humana.

Serenity Firefly fue una correcta serie de ciencia ficción que desarrollara Joss Whedon – el autor de Buffy, la Cazavampiros – para la Fox, pero que tuviera una vida realmente corta en el aire. La gran causa de su cancelación fue la desidia de la Fox para acomodarla en su programación, ubicándola en horarios terribles; la serie siquiera llegó a una temporada completa (tan sólo 12 capítulos se produjeron), pero obtuvo un éxito inesperado en su salida a venta en DVD, lo que envalentonó al enojado Whedon para presionar y obtener luz verde de la Fox para realizar un film para la pantalla grande. No es extraño lo que pasó con Firefly; en general las cadenas de TV consideran a las series de ciencia ficción como productos para nerds demasiado caros de producir. Otras series del género han corrido suertes similares (Perdidos en el Espacio, Star Trek, Galactica), pero en ningún caso de modo tan tajante como Firefly. Solo las enormes espaldas de Whedon – subido al carro del éxito de Buffy y Angel – le permitieron usar su poder para exigirle al estudio que lo apoyara en su aventura fílmica.

El enfoque de Firefly no es tan original como uno puede pensar; Whedon traslada los códigos del Western a la ciencia ficción, pero esto es algo que mucha gente lo había probado antes. Sin ir mas lejos, John Carpenter lo ha hecho en sus películas sobre Snake Plissken (Escape de Nueva York y Escape de Los Angeles). Incluso Whedon no disimula la influencia: era usual que Firefly se desarrollara en desiertos, que aparecieran caballos, que los protagonistas lucieran como jinetes, e incluso sus armas futuristas parecen los Colts largos del viejo oeste. Donde Whedon se lucía era sin duda en los diálogos y el enfoque – es un hijo dilecto de la generación Kevin Williamson, revisionista y cínica, totalmente anti clisé -, con lo cual intenta hacer una sci fi totalmente opuesta a Viaje a las Estrellas. Acá todos son corruptos y cínicos, y los piratas del Serenity son mejores personas simplemente porque tienen un código de moral que el resto carece. Se suma a esto el contar con un gran elenco que posee una buena química, la mejor desde las épocas de Kirk y Picard.

La adaptación a la pantalla grande llega en gran forma. Whedon es un excelente guionista pero prueba ser un gran director. Comparado con las atrocidades narrativas que ultimamente vienen de Hollywood, Whedon se esfuerza (y consigue) que la narración sea simple, intrigante, entretenida y sin necesidad de conocimiento previo de la serie, lo cual es un logro tremendo. No sólo los personajes son brillantes y carismáticos; tienen algunos de los mejores parlamentos que uno ha escuchado últimamente en films de ciencia ficción. Es cierto que los problemas habituales de los filmes en equipo resultan en la exposición central de pocos personajes y se termina por radiar al resto (como suele pasar en X Men). Pero aún los papeles menores tienen oportunidad de lucirse.

La introducción del film es sencillamente brillante, con narraciones superpuestas, y con la impactante aparición del operativo interpretado por Chiwetel Ejiofor. Sin duda, es uno de los mejores villanos que hemos visto en años. Y cuando la cámara pasa a la tripulación del Serenity, la personalidad de cada integrante es definida en pocas y brillantes líneas de diálogo. Es realmente un film muy bien escrito, lo cual es esencial para una historia como ésta, que cuenta con menos secuencias de acción que las que uno piensa.

No sólo la trama crece en suspenso con mano diestra, sino que resultan sorprendentes algunos giros de la misma. Realmente Mal Reynolds es un personaje inteligente y creativo, que podría ser el equivalente corsario del Capitán Kirk. La travesía a Miranda es uno de los mejores momentos del film, y se centra exclusivamente en las acciones de Reynolds. Y si de climax se trata, Whedon ofrece algunas secuencias breves pero brillantes de combates espaciales, filmadas en un estilo de nervioso documental cámara en mano tal como la moderna remake de la serie Galactica.

Pero no todas son rosas en la película, y es que hay varios detalles que resultan molestos, lo cual es una pena porque termina por quitarle brillo a un film tan excitante e inteligentemente construido. El primer gran problema es el manejo despiadado que hace el guionista de sus personajes. Es un libreto escrito sobre cálculos. Whedon considera que tiene a demasiados personajes en pantalla, y decide eliminarlos olímpicamente – inclusive a varios habituales de la serie -. Como no puede desarrollarlos a todos, es necesario matarlos. Ciertamente esto provoca un impacto mayor para los fans de la serie que para los espectadores casuales, pero tiene algo de herejía. Es algo similar a lo que ocurre en X Men 3, donde se comienza una matanza indiscriminada de personajes históricos con tal de darle aire de pantalla a los sobrevivientes. El otro gran problema es el altamente insatisfactorio final. Whedon construye al operativo como un Némesis implacable, brillante e imparable, carismático… un enemigo de altura. Pero quizás como consecuencia del primer punto, decide que se trata de un personaje valioso – que merecería regresar en alguna aventura posterior, si hubiere -, y no le aplica la sed de venganza que corresponde y que ha ido construyendo en el público. La resolución del film es desilusionante, y desmorona gran parte de los méritos del film. Una pena, ya que la aventura estaba bien narrada.