Crítica: Remo Williams: La Aventura Comienza (1985)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 3/5: buena USA, 1985: Intérpretes: Fred Ward (Remo Williams / Ed Makin), Joel Grey (Chiun), J.A. Preston (Conn MacLeary), Kate Mulgrew (Mayor Rayner Fleming), Wilford Brimley (Harold W. Smith), Charles Cioffi (George S. Grove)

Director: Guy Hamilton- Guión: Christopher Wood, basado en la novela “Creado… el Destructor” de Warren Murphy & Richard Sapir

Trama: Luego de sufrir un accidente, el policía neoyorkino Ed Makin es dado por muerto. Pero en realidad el oficial ha sido secuestrado por una organización secreta conocida como CURE, la cual lo ha investigado durante años y ha estimado que se trata del individuo ideal para ser reclutado como agente. Así es que al oficial Makin le dan la identidad de Remo Williams, y es entrenado en las oscuras artes marciales del Sinanju, la cual le permite esquivar las balas o matar con un simple movimiento de sus dedos. Convencido de la causa de CUREproteger a los Estados Unidos de los corruptos, mercenarios e infiltrados que intentan sabotear la seguridad nacional -, Remo se embarca en la misión de investigar a George S. Groove, un contratista sospechado de malversación de fondos. Pero Groove ha estado saboteando armamento vital para las fuerzas armadas con la complicidad de generales corruptos… los cuales han sido marcados para su eliminación por el implacable Remo Williams.

Remo Williams: Desarmado Pero PeligrosoGracias a Dios el tiempo ha pasado y Christopher Wood ha dejado de escribir guiones. El tipo es responsable de un disparate bastante inspirado como La Espía que me Amó (en la saga del agente 007), pero también de cosas bastante feítas como Moonraker o la bobada que ahora nos ocupa. Pareciera que Wood primero escribe las secuencias de acción mas espectaculares y absurdas que se le ocurren, y después intenta hilarlas con alguna pavada de argumento. Remo Williams, La Aventura Comienza es como una versión algo mas entretenida y menos idiota que Moonrakeresa aberración que llevó a la saga de James Bond al punto más bajo de calidad de toda su historia -. Mientras que está plagada de acrobacias asombrosas, por el otro lado la historia apesta. Es un típico filme televisivo, hecho con algo más de presupuesto, pero carente de la más mínima substancia.

Aquí hay un grupo de productores – entre los que se encuentra el pope de la TV norteamericana, Dick Clark – totalmente esperanzados de poder lanzar una saga a lo 007 basándose en una serie de novelas pulp iniciada en 1971 y que, con variaciones, continúa hasta la fecha con más de 120 libros publicados. Cantidad no implica calidad, pero al menos indica que las novelas son de gusto del público y que deben tener su misterio como para que se formen seguidores que las consumen con asiduidad. La saga de El Destructor trata sobre un agente secreto operando para una oscurísima agencia gubernamental, y cuya misión es asesinar a los enemigos de los States. La diferencia que marca con el resto de personajes y pastiches similares es que el tipo es reclutado a la fuerza y se le da una identidad totalmente nueva, amén de entrenarlo en una ficticia arte marcial capaz de hacer cosas letales con la punta de los dedos. Por lo demás – y según espeta la Wikipedia, de la cual me copio – es una mezcla entre James Bond y fantasía delirante a lo comic, ya que El Destructor se enfrenta tanto a organizaciones de asesinos como a ejércitos de robots humanoides o gente con super poderes. Más que un super héroe, Remo Williams viene a ser un híbrido entre James Bond y Los Vengadores (los de Steed y la señora Peel, no de Ironman y sus amiguitos), sólo que hecho a la americana.

Ciertamente el principio del filme viene peleado con la credibilidad. Fred Ward es reclutado a la fuerza y el tipo nunca termina por chistar demasiado contra su imposibilidad de escapar de la organización que lo ha apresado. Al tipo le encajan un entrenador coreano (Joel Grey), lo que sirve de excusa para dos toneladas de chistes malos y algunas acrobacias stunt realmente interesantes – más cuando se ve en primerísimo plano que es el mismo Ward quien las ejecuta -. Pero el resto es una bobada total; el héroe nunca investiga nada, sólo va del punto A al B esquivando los asesinos que hay en el medio y, para colmo, las acrobacias son ejecutadas en los lugares mas disparatados sin que nadie (siquiera un policía) chiste o arreste al protagonista. Por ejemplo, vemos a Ward colgado de una rueda gigante en un parque atestado de gente, o bien lo vemos saltando de un pincho al otro en la corona de la Estatua de la Libertad. Yo llego a orinar en un parque público y lo mínimo que me meten son 120 dias de cárcel; a Ward no lo ve (ni lo reprende) nadie cuando se bambolea de un edificio público a 100 metros de altura y frente a la vista de medio mundo.

Las tonterias no se terminan ahí. Como estos tipos (los buenos) aprendieron el Sinanjuuna letal arte marcial coreana – son capaces de volar con los pies o cruzar un rio sin tocar el agua (ahora entiendo: Jesús debía saber Sinanju!). Esas son la clase de pavadas con las cuales Christopher Wood se suele despachar, y que son las que terminan por asesinar a franquicias enteras. Yo creo que Remo Williams: La Aventura Comienza tenía un gran potencial si era tomada en serio y resaltando su aspecto más oscuro – este tipo ha perdido su vida y su identidad para ser readiestrado como un asesino a las órdenes del gobierno -, pero todo el misterio ha sido exterminado en pos de bromas fáciles y acrobacias espectaculares pero absurdas. Eso no quita que la película sea entretenida, pero seguramente dista mucho de lo que podría haber sido en manos de otro libretista (y eso que el filme cuenta con la dirección del capo Guy Hamilton – Goldfinger -, otro indicio más de las esperanzas que tenían los productores en convertir todo esto en una especie de James Bond a la americana).

Remo Williams, La Aventura Comienza está ok si uno la ve sin pretensiones. Fred Ward y Joel Grey son muy buenos en lo suyo, el problema es el libreto que es boboncho a más no poder.

3 CONNERYS: Una idea con potencial es arruinada por otro mediocre libreto de Christopher “Moonraker” Wood. Espectaculares secuencias de acción no compensan un libreto insulso, y sólo se deja ver como un pasatiempo liviano sin demasiadas aspiraciones.