Crítica: Red Tails (2012)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2012: Terrence Howard (coronel A.J. Bullard), Nate Parker (Marty ‘Easy’ Julian), Tristan Wilds (Ray ‘Junior’ Gannon), Elijah Kelley (Samuel ‘Joker’ George), Cuba Gooding Jr. (mayor Emanuelle Stance), David Oyelowo (Joe ‘Lightning’ Little), Ne-Yo (Andrew ‘Smoky’ Salem)

Director: Anthony Hemingway, Guión: John Ridley

Trama: 1944, finales de la Segunda Guerra Mundial. La brigada aérea 332 – compuesta integramente de afroamericanos reclutados a través del programa experimental Tuskegee – se encuentra en el centro de fuertes recriminaciones por parte de núcleos racistas enquistados en lo mas alto del Pentágono estadounidense. Los chicos de la 332 han sido asignados a tareas de escolta y vigilancia, utilizando aviones de descarte o en evidente mal estado, y por ello han obtenido magros resultados. Pero su desempeño excepcional durante la invasión norteamericana a Anzio no sólo ha evitado la disolución del escuadrón, sino que los han llevado a ganarse la oportunidad de jugar un papel crucial en el desenlace de la guerra: custodiar a los bombarderos asignados a atacar Berlín día y noche. Rebautizados como los “Colas Rojas” los morenos de la 332 salen a enfrentarse en los cielos con la flor y nata de la aviación alemana… aunque semejantes actos de heroísmo no resulten reconocidos en tierra, y sigan siendo discriminados por sus pares de raza blanca.

Red Tails Es feo ver cuando a alguien se le acaba el talento. Es lo que ocurre con M. Night Shyamalan o George Lucas, cuyo caso nos ocupa en esta ocasión. Red Tails es un proyecto que Lucas persiguió personalmente durante 24 años, reuniendo información, recabando entrevistas con los miembros supervivientes del único escuadrón de aviadores negros que tuvo la fuerza aérea norteamericana, generando parvas de borradores, alternando un montón de escritores y directores a lo largo de todo ese período. Tanto tiempo de maduración debería haber generado algo memorable o siquiera potable… pero no: Red Tails es otra muestra de la mediocridad a la que Lucas nos tiene acostumbrados en los últimos años. Jorgito produce, no escribe ni dirige… pero ha sido él el que puso la plata (de su bolsillo, ya que ningún estudio quiso financiar el proyecto), el que contrató a los creativos y el que dió el visto bueno final a toda la obra. Y el resultado obtenido deja mucho que desear.

En sí Red Tails viene a concretar un viejo anhelo mío: en esta época en donde abundan los CGI, por qué no recrear las masivas batallas de la Segunda Guerra Mundial y volver a poner de moda el cine bélico?. A final de cuentas, hacer lo mismo que Gladiador hizo por el peplum. Lucas (que además de producir actuó como director de segunda unidad no acreditado) se da el gusto de recrear gigantescos combates aéreos, a la gloria y usanza de las refriegas espaciales entre Tie Fighters y X Wings de La Guerra de las Galaxias. El problema aparece cuando los aviones están en tierra. El libreto es mediocre y la dirección es superficial (lo que no sorprende viniendo de un cineasta que trabaja en la TV). Esta gente habla pavadas, las cosas ocurren demasiado rápido y nadie le da la importancia que se merecen. Por ejemplo, uno de los morenos es derribado y cae preso en un campo de concentración alemán. El hecho de ver a un negro en un grupo de racistas americanos y rodeado de racistas alemanes daba para más de una reflexión, pero toda esa subtrama dura tres escenas de 90 segundos cada una (incluyendo su fuga y regreso a USA). Guau!. Eso es poder de síntesis.

Las actuaciones son, en el mejor de los casos, anónimas. También es cierto que los diálogos que le tocan son paupérrimos y están abarrotados de clisés. Está el intrépido, el borracho, el cascarrabias, el tipo que da los discursos y el que da las reprimendas pero es un duro de buen corazón. Al menos los veteranos sobreviven con sus parlamentos, incluyendo a Cuba Gooding Jr (el cual debió encender miles de velas a San Hollywood para que este fuera su comeback a la pantalla grande, a lo David Carradine o John Travolta; sorry, Cuba), pero el resto es anodino o directamente molesto. Y todas las grandes escenas aéreas terminan siendo opacadas por lo hueco que es el drama. Diablos; acá estaba la oportunidad de hacer algo memorable pero la desperdiciaron de gran forma. Tal como uno puede anticipar viendo el estilo de los títulos de apertura, el gran drama de época terminó por convertirse en un comic de segunda, colorido pero vacío de contenidos.

Red Tails es un gran espectáculo visual torpedeado por un libreto terrible. Al parecer Lucas no vio las miniseries Banda de Hermanos o El Pacífico, con lo cual hubiera debido contratar a esos libretistas y no a estos. Como siempre, se engolosinó con los efectos especiales y sacrificó una historia de enorme potencial épico, con lo cual perdemos otra chance para resucitar un glorioso género que se merece una segunda oportunidad.