Crítica: Attack of the Puppet People (1958)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1958: John Agar (Bob Westley), John Hoyt (Mr. Franz), June Kenney (Sally Reynolds), Michael Mark (Emil)

Director: Bert I. Gordon, Guión: George Worthing Yates, sobre una historia de Bert I. Gordon

Trama: Sally Reynolds ha aceptado trabajar en la fábrica de muñecas de Mr. Franz. Pero Sally empieza a descubrir algunas circunstancias sospechosas acerca de la conducta de su patrón. La chica ha comenzado un romance con Bob Westley, uno de los vendedores de la empresa, quien la urge para que se case con él y abandone el empleo. Pero a la mañana siguiente Bob ha desaparecido, y Sally cree que Mr. Franz haya tenido que ver con ello. Pero su espanto será mayúsculo cuando descubra de que Bob así como la anterior secretaria de la empresa han sido miniaturizados y están en posesión de Mr. Franz. Y ella misma será víctima del proceso, permaneciendo como rehén de Franz, quien desea vivir en la fantasía de que posee una familia de marionetas vivas a su alrededor.

Attack of the Puppet People Mister BIG – Bert I. Gordon – era un auteur de serie B, dedicado a clonar éxitos del cine fantástico pero con presupuestos ínfimos y calidad risible. Si Earth vs The Spider era su versión de Tarántula de Jack Arnold, y The Amazing Colosal Man era su recuento de una historia de la bella y la bestia a la King Kong, entonces Attack of the Puppet People es la copia Gordoniana de Dr. Cyclops de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsak. Sí, un nuevo robo a la obra de los padres del simio gigante más famoso del cine.

Pero Attack of the Puppet People es terrible en casi todos sus aspectos. Los diálogos son horribles, las actuaciones maderosas y los FX dejan demasiado que desear. Es un libreto realmente malo, que no tiene el más mínimo interés en desarrollar de manera coherente los personajes. Cuando June Kelley (que aquí figura como adulta, en comparación al papel adolescente del mismo año en Earth vs the Spider) va a buscar empleo y es entrevistada por John Hoyt, es una escena completamente bizarra – es una chica perezosa e ineficiente que quiere escapar del lugar de trabajo y termina contratada a la fuerza por Mr. Franz -. La presencia del eterno héroe inepto de John Agar tampoco ayuda. Todos los procedimientos de la historia se ven forzados y sin mucha lógica.

Pero el mayor lastre del filme es la falta de definición de Mr. Franz como villano central. El libreto no sabe si decantarse entre el científico loco y el individuo patético – a final de cuentas, Mr. Franz no es mas que un pobre hombre que no quiere que nadie lo abandone -. Habitualmente John Hoyt se relamía con villanos malos hasta la raíz, como su recordado papel en Cuando los Mundos Chocan; pero aquí no deja de ser un tipo dulce y amable, aún en las peores circunstancias. Tampoco ayuda a la causa el hecho de que, cuando medio elenco es miniaturizado por Mr. Franz, se comporten como niños disfrutando de las maravillas de vivir en un mundo de 30 centímetros de altura. Esa es la excusa para mostrar decorados a escala hechos con dos mangos, y unos nada convincentes efectos de fotografía.

No hay nada rescatable en Attack of the Puppet People. Ni siquiera es tan mala o atroz como para resultar divertida como comedia inintencional. Algunas escenas podrían haber funcionado – el escape del dúo central a través de la calle, infestada de autos gigantes – si no fuera porque los FX son patéticos y se nota que son actores superpuestos sobre una proyección trasera. Lo único que funciona son algunas tomas al principio, en donde los muñecos – tomados a distancia – tienen un parecido asombroso con los actores (deben tener fotografías en miniatura con los rostros de los intérpretes). Pero el resto se debate entre lo aburrido y lo patético. El único mérito de Attack of the Puppet People es ser la simiente de la idea básica de la serie Land of the Giants de Irwin Allen, donde al menos los FX eran bastante mejores.