Crítica: Mi Proyecto Científico (1985)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1985: John Stockwell (Michael ‘Mike’ Harlan), Danielle von Zerneck (Ellie Sawyer), Fisher Stevens (Vince Latello), Raphael Sbarge (Sherman), Richard Masur (detective Jack Nulty), Dennis Hopper (Bob Roberts)

Director: Jonathan R. Betuel, Guión: Jonathan R. Betuel

Trama: Se acerca fin de año en la escuela secundaria, y el profesor Bob Roberts apura al joven Mike Harlan para que entregue su proyecto científico, indispensable para poder aprobar la promoción. Pero Harlan sólo entiende de motores y autos y, absolutamente carente de ideas, decide una noche incursionar en un cementerio de aviones y material militar, en busca de hallar algo que parezca lo suficientemente excéntrico como para mostrarle a Roberts. Así es como encuentra un artefacto extraño oculto en un antiguo depósito, y decide llevárselo. Pero el artilugio comienza a absorber electricidad de todas las fuentes de energía cercanas, y emite una extraña radiación … la que provoca la aparición de antiquisimos objetos como hachas vikingas y vasijas romanas. Pronto Harlan y sus amigos llegan a la conclusión que el objeto es de procedencia alienígena, y que abre portales temporales de acuerdo a la cantidad de energía que haya absorbido. Pero uno de sus amigos ha tenido la mala idea de conectar el dispositivo a la corriente eléctrica y ahora el aparato ha formado un gigantesco vórtice temporal encima del pueblo, trayendo criaturas y seres de otros tiempos y dimensiones, y generando una situación completamente caótica.

Mi Proyecto Cientifico A mí me gustaban las películas de Jonathan R. Betuel. Primero escribió El Ultimo Guerrero Espacial (1984), el film que le presentó al mundo los primeros CGI de la historia. Y luego se despachó con Mi Proyecto Científico, título que ahora nos ocupa. Lamentablemente Betuel cometería suicidio artístico al dirigir un bodoque monumental como Theodore Rex (1995), empardando a la morena Whoopi Goldberg (eterna protagonista de bodrios de taquilla) con un dinosaurio parlante (QC!?) en una comedia policial futurista y bizarra. Demás está decir que la carrera de todos los involucrados terminó en el estiercolero, simple y llanamente.

Pero cuando Betuel estaba activo, el tipo hacía comedias adolescentes con toques sci fi que eran agradables. No era el John Hughes de la ciencia ficción, pero al menos las historias eran interesantes y los personajes estaban bastante bien desarrollados. Acá la historia sigue un perfil bastante similar a The Last Starfighter: hay otro adolescente conflictuado y antisocial (John Stockwell, que venía del hit Christine, y luego se haría director de engendros de terror como Turistas) que se topa con un artefacto de otro mundo. El pibe lo activa por error, el aparato abre portales espacio – temporales, y lo que sigue es el caos. Todo esto termina en un climax plagado de efectos especiales, que me hace acordar a una versión adolescente de Los Cazafantasmas con otro trio de inútiles debiendo lidiar con la masiva amenaza fantástica de turno.

Mi Proyecto Científico es simpática sin ser hilarante. La gracia pasa (o se supone que pasa) por Fisher Stevens (el charlatán amigo del protagonista en la serie Early Edition), que es un revoltoso devorador de peliculas y series, y que pone las referencias cinéfilas de turno cada vez que pasa algo. Al menos Stevens no es irritante. El otro miembro del tándem es una chica, la que resulta ser una de las nerds del colegio. Curiosamente el filme funciona muchísimo mejor cuando se centra en la relación entre el tosco adolescente mecánico de autos y la intelectual tímida de clase alta. Es un romance escrito con buen gusto y sentimiento.

En cuanto al resto, es rutina bien hecha. El aparato se sale de control, y pronto aparecen romanos, alienígenas y dinosaurios en medio del pueblo. Entre otras travesuras que hace el chisme extraterrestre está la de absorber al siempre desquiciado Dennis Hopper, que aquí hace de profesor de ciencias (con visos de hippie reformado) y reaparece más tarde vestido tal cual como su personaje en Busco Mi Destino (1969). Ja.

Si buscan una linda peliculita para pasar dos horas entretenido sin demasiadas complicaciones, Mi Proyecto Cientifico es más que recomendable. Ok, no es brillante, pero es simpática y no tiene pretensiones. Y eso, para mí, representa el premio Nobel de la honestidad cinematográfica, algo frente a lo cual termino rendido a sus pies.