Crítica: El Poder (1968)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1968: George Hamilton (Jim Tanner), Suzanne Pleshette (Margery Lansing), Michael Rennie (Arthur Nordland), Nehemiah Persoff (Carl Melniker), Yvonne de Carlo (Sally Hallson)

Director: Byron Haskin, Guión: John Gay, basado en la novela homónima de Frank M. Robinson

Trama: Decidido a probar su tesis de que los individuos poseen enormes poderes mentales aún por explorar, el científico Henry Hallson convence a sus pares del instituto de investigación espacial para realizar un experimento grupal de telekinesis. El mismo resulta exitoso, pero la noticia del evento es rápidamente opacada cuando Hallson aparece muerto en su oficina la noche de ese mismo día. Las sospechas recaen sobre uno de los científicos, Jim Tanner, ya que todos los testigos de su coartada parecen haber olvidado el haberlo visto en la noche en que falleció Hallson. A esto se suma que los antecedentes curriculares de Tanner parecen ser falsos, razón por la cual es despedido del instituto de investigación espacial. Pero luego de haber visto los papeles de trabajo de Hallson, Tanner está convencido de que existe un individuo con extraordinarios poderes mentales – presente en la sesión de telekinesis -, el cual está conspirando para culparlo de la muerte dudosa de Hallson y quitarlo de su camino. Y este superhombre ha sido capaz de lavarle el cerebro a los compañeros de trabajo de Tanner – borrando los recuerdos relacionados con la noche de la muerte de Hallson -, así como de manipular mentalmente a todas las personas que rodean al científico, ordenándoles que lo maten en la primera ocasión que se les presente.

The Power (1968) En los sesentas la figura de George Pal estaba en baja, y le resultaba cada vez más difícil encontrar dinero para sus habituales producciones de ciencia ficción. Es por ello que los últimos filmes de su carrera fueron muchísimo más económicos y carecieron del habitual despliegue que caracterizaba al animador. En tal sentido The Power es ciencia ficción minimalista. Pal se da el gusto de meter un par de animaciones stop motion y alguna que otra maqueta, pero básicamente es una investigación policial con ribetes sobrenaturales. El problema es que la puesta en escena está tan plagada de detalles ridículos, que termina atentando contra las posibilidades de la historia.

En realidad la falla de The Power pasa por el reclutamiento de Byron Haskin – el responsable de La Guerra de los Mundos (1953) y de otras colaboraciones con Pal – para la silla de director. Mientras que Haskin es muy bueno dirigiendo maquetas y ciencia ficción planetaria, resulta completamente inepto para crear un clima de conspiración y paranoia. Hay cortes rápidos, gente haciendo carotas frente a la cámara, juguetes intentando matar al protagonista, planos torcidos que parecen salidos de una versión berreta de Batman (1966), y toda una sarta de decisiones creativas poco felices que en vez de locura provocan risa. A esto se agregan otros detalles ridículos como el cadáver desencajado de Arthur O´Connell (que tiene la misma cara que el actor le debia hacer a sus nietitos para que se rieran) o el diseño dramático de los personajes, los cuales están escritos para el demonio y parecen un compilado de malos clichés (desde la viuda cachonda que interpreta Yvonne “Sra Munster” De Carlo hasta el patético científico desprolijo y fumador compulsivo de Nehemiah Persoff). Por si todo esto fuera poco, se suma la espantosa performance de “Mister Cama Solar”: George Hamilton. Soy un convencido de tres cosas: 1) Hamilton no puede actuar; 2) Hamilton jamás filmó nada memorable o siquiera decente; y 3) si este tipo vivió de esto durante años y se hizo conocido (aun con su total ausencia de talento), es porque debía tener alguna anciana con dinero que lo bancaba.

Todo lo cual arruina una historia que tenía potencial. Acá el concepto es que hay un hombre con superpoderes mentales, capaz de manipular el cerebro de las personas implantándoles ideas, órdenes o generándoles alucinaciones. Todo esto podría dar lugar a algo muy paranoico como The Crazies, en donde cualquier persona de las que nos rodea puede intentar matarnos de un segundo a otro, debido a la orden mental del villano. Pero Haskin desperdicia eso, construye unas pésimas escenas para ejemplificar la paranoia de George Hamilton, y plaga la producción de detalles bizarros.

The Power es una película muy mediocre. El problema no es el concepto sino la dirección, que es totalmente inadecuada. Es un filme que se beneficiaría enormemente con una remake, ya que aún un director con menos talento que Byron Haskin podría haberle sacado más jugo a la trama y le hubiera dado el clima paranoico que merecía. Y, como producto de la factoría Pal, es un gaffe completamente olvidable.

GEORGE PAL

Algunas de las producciones de George Pal comentadas en este portal: Destino: La Luna (1950) – Cuando los Mundos Chocan (1951) – La Guerra de los Mundos (1953) – Marabunta (1954) – La Conquista del Espacio (1955) – La Máquina del Tiempo (1960) – Atlantida, el Continente Perdido (1961) – El Poder (1968) – Doc Savage, el Hombre de Bronce (1975)