Crítica: Planeta Hulk (2010)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2010: Rick D. Wasserman (Hulk), Lisa Ann Beley (Caiera), Mark Hildreth (rey Red), Liam O’Brien (Hiroim), Kevin Michael Richardson (Korg)

Director: Sam Liu, Guión: Greg Johnson, sobre la saga Planet Hulk de la Marvel Comics, escrita por Greg Pak & Carlo Pagulayan

Trama: Hulk ha sido apresado por SHIELD y es lanzado al espacio en una nave, con rumbo a un planeta similar a la Tierra en donde podrá vivir sin amenazar a la humanidad. Pero, al despertarse y descubrir la noticia, Hulk destroza la nave y cambia su curso, terminando por estrellarse en el planeta Sakaar. Allí gobierna el rey Red – en su momento un héroe que libró a los nativos de una plaga de arañas espaciales, y ahora devenido en implacable déspota -, quien ha montado un sangriento circo a la romana, para entretenimiento de las masas. Hulk es apresado y enviado a pelear en el circo, teniendo que aliarse con otros prisioneros alienígenas para poder sobrevivir en la arena. Pero muchos creen ver en Hulk al Sakaarson – el elegido de la profecía que liberará al pueblo de la tiranía de Red -, y el propio rey ha comenzado a desconfiar de la mole verde. Ahora Red ha montado una conspiración para asesinar a Hulk, pero los revolucionarios han logrado liberarle y le piden que encabece la revuelta. ¿Será Hulk el líder que realmente están precisando, o se trata simplemente de una ironía del destino el hecho de que haya caído en ese planeta?

Planeta Hulk Ya hemos hablado del origen de Hulk en las reviews de sus filmes para la pantalla grande. Como para aprovechar el furor de los personajes de la Marvel en el cine (léase Iron Man y Spiderman), la editorial se ha despachado con aventuras animadas directas a video, las cuales suelen adaptar miniseries consideradas de importancia dentro de la mitología de cada superhéroe en particular. En el caso que nos ocupa se trata de una saga de 8 capítulos publicados por la Marvel entre el 2006 y el 2007, la cual ha recibido numerosas críticas positivas por parte de círculos especializados. Ciertamente esa gente debe vivir dentro de una pecera o no debe hacer otra cosa más que leer comics, ya que Planeta Hulk podrá ser cualquier cosa menos original. Es entretenida, sin duda, pero es un pastiche de ideas tomadas de otras fuentes y, lo que es peor, están presentadas sin el más mínimo esfuerzo de camuflar su origen.

Yo ya he hablado con anterioridad de mi reticencia sobre el universo de los comics de las grandes editoriales, el que suele ser una serie de culebrones incoherentes y enredados hasta tal punto que más de una vez tienen que hacer una purga, matar a la mitad de los personajes y volver todo a fojas cero. Planeta Hulk es un hijo directo de la tira The Avengers – el escuadrón de superhéroes coordinado por la organización ultrasecreta SHIELD y con Iron Man a la cabeza -, en donde los personajes de turno logran atrapar a Hulk y lo despachan a otro planeta para evitar que destruya la Tierra. Sin dudas se trata de una idea muy interesante, ya que la mole verde podría enfrentarse a otro tipo de amenazas tanto o más fuertes que él, y el personaje podría vivir una serie de aventuras estelares más en la onda de Linterna Verde o Flash Gordon. El problema de fondo es que todos los grandes cerebros del mundo del comic ya se han muerto – bah, tenemos a Stan Lee, pero el quía ahora se dedica a crear cualquier engendro y ponerle su nombre con tal de recaudar unos dólares -, y sólo nos han quedado sus hijos bastardos. Descontando un puñado de excepciones – tipo Alan Moore -, el resto se dedica a rapiñar ideas de todos lados. Si Liga de la Justicia: La Nueva Frontera era una descarada adaptación de Watchmen en el universo de la DC, Planeta Hulk es la versión Marvel de Gladiador (2000), salpicada con unas gotas de Duna. Digo: ¿ya no se le ocurre a nadie ni una idea original?

La copia del filme de Ridley Scott es textual e infame. Hulk enviado a la arena junto con otros extranjeros / alienígenas. El código interno de honor de los gladiadores. La improvisación de técnicas en la arena de lucha. La gente que vitorea a Hulk porque cree que es un elegido (el Sakaarson, que suena como si fuera Mesías en sueco). El rey envidioso que baja a la arena a desafiarlo y humillarlo. La conspiración para matarlo por su popularidad. La secuaz del rey que decide apoyarlo… es repugnante ver cómo un libretista vago ha logrado obtener rédito de una idea ajena y la vende de manera impúdica, sin modificarle ni una coma.

Eso no impide de que la aventura sea entretenida, ya que Hulk y sus amigos deben enfrentarse a una parva de alienígenas de todo tipo y color. Entre ellos figura otro personaje Marvel – en la historieta original era Silver Surfer, pero acá traen a otro engendro de los comics: un alienígena disfrazado de vikingo llamado ridículamente Beta Ray Bill (QC!!) y que es un compañero de aventuras de Thor -, en donde la lucha a muerte se resuelve de una manera sideralmente estúpida. Si Beta Ray Bill y Hulk se liberan de sus cadenas y son tan super poderosos… ¿por qué no exterminan a las tropas del rey en ese momento? Incluso cuando Hulk logra tomar del cuello al rey… ¿por qué no lo mata??. Ah sí, ya sé la respuesta: el libretista quiso lucrar con la historia un par de números más, aunque con ello hunda toda su credibilidad.

Planeta Hulk es otro cabal ejemplo de la mediocridad que caracteriza al mundo de los comics, con reciclados de segunda mano de ideas ajenas y una manipulación de la historia más allá de la lógica. Está ok, se deja ver si uno no se enfurece con el plagio de ideas, pero ni por asomo es lo que un crítico de comics dijo: “… la historia es tan potente que me provoca salir corriendo para releer el original!”, como si esta aventura fuera el Citizen Kane de las historietas. Como diría William Shatner: get a life!!