Crítica: Piraña 3DD (2012)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2012: Danielle Panabaker (Maddy), David Hasselhoff (como él mismo), Matt Bush (Barry), Chris Zylka (alguacil Kyle Wright), David Koechner (Chet), Katrina Bowden (Shelby), Jean-Luc Bilodeau (Josh), Meagan Tandy (Ashley Sorby), Ving Rhames (alguacil Fallon), Christopher Lloyd (Carl Goodman)

Director: John Gulager, Guión: Marcus Dunstan, Patrick Melton & Joel Soisson

Trama: Después del fallecimiento de su madre, Maddy recibe en herencia un parque acuático cuyo dominio debe compartir con su padrastro. Pero éste es un irresponsable de aquellos y, para estimular la venta de entradas, ha poblado las instalaciones de strippers, las cuales hacen de salvavidas. Sumado a esto la visita de la estrella en decadencia David Hasselhoff – recreando su personaje del salvavidas de la serie Baywatch -, Chet pretende relanzar el parque con una fuerte apertura de temporada. Pero los ductos internos del parque han perforado napas subterráneas, en donde se encontraban encerradas las pirañas prehistóricas que habían provocado una masacre en Lake Victoria a decenas de kilómetros de allí. Ahora, con las piletas saturadas de gente, parece inevitable que los peces carnívoros asciendan por los drenajes y provoquen una carnicería… a menos que David Hasselhoff intervenga para salvar el día.

Piraña 3DD En el 2010 Piraña 3D resultó ser un inesperado éxito de taquilla, despachándose con una comedia plagada de gore que terminó por gustarle a todos. De más está decir que la secuela no se hizo esperar, resultando en el filme que nos toca comentar en esta ocasión. Y si bien Piraña 3DD no es tan inspirada como la anterior, tiene su cuota de momentos divertidos, la mayoría de los cuales le corresponde a la irreverente parodia que David Hasselhoff hace de sí mismo.

Las intenciones del filme son claras desde el vamos: hacer lo mismo que antes, pero más salvaje y sangriento. Desde el título – que alude a la medida más grande de corpiño que existe, en nomenclatura norteamericana – vemos que las cosas vienen absolutamente en broma; y, para timonear la ocasión, los productores le delegaron la tarea al mismo equipo creativo de Feast director John Gulager y la dupla de guionistas Patrick Melton y Marcus Dunstan (los cuales están desesperados por prenderse a otra franquicia después que los fletaron de la saga Saw) -, los cuales parecen más que adecuados para el tono y propósito deseado. El problema es que la historia no es tan lineal como debiera y pareciera una serie de gags que involucran pirañas atacando en los momentos más inesperados y mordiendo en las zonas más inusuales del cuerpo humano. Algunos gags funcionan, otros no, y los resultados son mas tibios que satisfactorios.

A mí me gusta John Gulager como director, ya que creo que es muy hábil para mezclar horror con comedia. En cambio, tengo mis serias dudas sobre la efectividad de la dupla Melton & Dustan. El libreto con que se despachan carece de filo – David Koechner se manda con un parque acuático plagado de strippers, pero la cosa no pasa mas allá de eso (y de mostrar unas cuantas chichis desnudas); abundan los personajes de relleno listos para ser masacrados por las pirañas… pero algunas de sus muertes son aburridas (como la parejita que va a tener relaciones en el interior de una camioneta, la cual pierde los frenos y termina en medio del río infestado de pirañas) o desperdician el momentum cómico que deberían haber tenido (como la chica que tiene una piraña bebé en su vagina (wtf!!)) -, y sólo logran repuntar la puntería cuando llega la hora de los cameos. Christopher Lloyd aporta su cuota de sobreactuación (imprescindible en un filme plagado de performances chatas), pero la mención de honor se la lleva David Hasselhoff con la descarnada parodia que hace de sí mismo. El Hoff es una estrella en decadencia, borrachín y fiestero, que viene a sacarse unas fotos en el parque acuático a cambio de unos dólares. Nadie lo recuerda, todos lo confunden con un bañero real, e incluso es un despiadado de aquellos con los niños que lo molestan. Lo único que le faltaba era haber llegado a la fiesta manejando una réplica del Auto Fantástico.

En sí, Piraña 3DD es más un típico producto directo a video que una película para cine. Entretiene, pero no es tan graciosa como aparenta. Tienen sus momentos, pero podría haber estado mejor. Hay cosas zarpadas pero pudo haber sido mucho más salvaje. Quizás el filme obtiene sus mejores bazas en el climax, ya que allí se desata con todo… pero todo el desarrollo previo bordea lo mediocre. Quizás por ello es que el filme tiene 10 minutos de secuencias post créditos – un gag reel, lleno de pifias y errores de grabación -, los que de algún modo compensan el desbalance de la película y sirven para salvar el precio de la entrada sobre la hora, aunque no termina de redimirla como una comedia de terror redonda.

PIRAÑA

Piraña (1978) es el filme original, dirigido por Joe Dante. Piraña 3D (2010) es la remake, dirigida por Alexandre Aja. Piraña 3DD (2012) es su secuela