Crítica: Outpost 2: Black Sun (2012)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

GB, 2012: Catherine Steadman (Lena), Richard Coyle (Wallace), Clive Russell (Marius), Michael Byrne (Neurath), Daniel Caltagirone (Macavoy), Julian Wadham (Francis Hunt)

Director: Steve Barker, Guión: Steve Barker & Rae Brunton

Trama: Lena ha estado siguiendo durante años el rastro del criminal de guerra nazi Klausener, y ahora las pistas la llevan a Europa Oriental. Pero al llegar descubre que la zona ha sido aislada por las fuerzas de la OTAN, las cuales se encuentran lidiando con una amenaza de tipo desconocido. Lena se topa con Wallace, un ingeniero que fuera su amante hace años, y el cual también está interesado en traspasar el cerco de la OTAN. Y es que la zona está siendo diezmada por una horda de zombies nazis, los cuales parecen ser indestructibles dentro del escudo electromagnético que proporciona un arma conocida como el Sol Negro. Lena y Wallace unirán fuerzas con las tropas de la OTAN para sortear a los zombies y llegar hasta el bunker en donde yace el Sol Negro… y apagarlo antes que la creciente zona de radio de acción del dispositivo cubra la mitad de Europa y deje a medio continente en ruinas.

Outpost II: Black Sun Outpost 2: Black Sun es la segunda parte de Outpost / El Bunker, un modesto pero efectivo thriller de terror británico que data del 2008. La gracia de Outpost residía en tocar uno de los aspectos más fascinantes de la Segunda Guerra Mundial – las armas secretas nazis, muchas de las cuales jamás pasaron de ser delirios trazados en un papel -. 4 años se demoró en montar la secuela, la cual es más económica que la original pero sigue siendo igual de interesante. Quizás haya un poco más de cháchara y un poco menos de sangre pero Outpost 2: Black Sun sigue siendo un entretenimiento sólido y recomendable.

Acá arrancamos con la Wunderwaffe (arma maravillosa) del primer filme – un escudo de energía que provee inmortalidad a los zombies alcanzados por su radio de acción -, el cual está completamente activado y en proceso de expansión. Esto significa que el área de cobertura del arma se expande decenas de kilómetros todos los días, con perspectivas de que en un puñado de semanas media Europa esté infestada de nazis revividos. Para impedirlo mandan a la zona a un equipo de élite de la OTAN… los cuales no sólo quieren apagar el aparato sino también desarmarlo, estudiarlo y, por qué no, reproducirlo. Por su parte hay una periodista en plan de venganza – viene siguiendo a un criminal nazi que masacró a su familia -, y un ingeniero ex-amante de la chica, el cual viene en onda de mercenario (robar y vender el aparato – o sus planos – al mejor postor). Como la situación es apremiante todos se terminan aliando… y sólo un puñado de ellos logrará llegar con vida hasta el bunker de marras para apagar (si es posible) el dichoso aparatito.

Considerando que se trata de una película barata, Outpost 2: Black Sun está filmada de manera impecable. En particular han elegido unos escenarios naturales extremadamente tenebrosos que le dan un clima tremendo al filme. Los actores son ignotos pero sus performances son sólidas, y la acción está rodada de manera prolija. Quizás el filme no funcione tanto como una cinta de horror – como era el original -, sino como una pelicula de acción con toques sobrenaturales. Hay momentos en que se parece a una versión en vivo del videogame Castle Wolfenstein, como para que tengan una idea de lo que les digo.

Ciertamente el filme es algo lento en el comienzo pero a los 50 minutos – cuando llegamos al bunker – las cosas se ponen buenas. Por un lado, descubren que la Wunderwaffe ha sido trasladada (pero, ¿a dónde?; el escudo sigue activo y los zombies siguen apareciendo, así que hay que rastrear de apuro a dónde movieron el arma), y por el otro lado hay una serie de traiciones y sorpresas muy interesantes. Todo esto en medio de un asedio masivo de zombies, para los cuales no hay puerta de metal que se les resista.

Mientras que el filme construye de manera deliciosa su propia mitología – una comunidad de nazis supervivientes de la guerra que desea rescatar el arma para utilizarla con aviesas intenciones en un futuro cercano; un traidor inesperado; una chica deseosa de venganza que termina volviéndose cada vez más dura e implacable a medida que se acerca el final -, uno no deja de observar algunas pifias. La principal es el cameo de Julian Wadham como el millonario que costeaba el operativo en el primer filme, y el cual aparece acá como un prisionero encadenado al arma (y torturado constantemente con cada descarga periódica que ésta realiza). Resulta fuera de lugar y es un dispositivo creado por el guión para proveer algún tipo de salida al rebuscado final. El resto – como algunas conclusiones realmente estúpidas que hacen los soldados yanquis que integran la misión de la OTAN, p.ej – son cosas más triviales que resultan más tolerables.

A mi me gustó mucho la segunda hora de Outpost 2: Black Sun. Me pareció correcta, prolija y bastante inteligente sin ser una maravilla. Y deja abierta la puerta a una secuela que me gustaría ver, especialmente porque todo anticipa el inicio de una saga que puede crecer en escala hasta convertirse en algo memorable.

LA SAGA OUTPOST / EL BUNKER

Outpost / El Bunker (2008) – Outpost II: Black Sun (2012) – Outpost III: Rise of the Spetsnaz (2013)