Crítica: Odd Thomas (2013)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2013: Anton Yelchin (Odd Thomas), Willem Dafoe (jefe Wyatt Porter), Addison Timlin (Stormy Llewellyn), Kyle McKeever (oficial Bern Eckles)

Director: Stephen Sommers, Guión: Stephen Sommers, basado en la novela homónima de Dean Koontz

Trama: Odd Thomas nunca tuvo una vida normal. Desde que era chico podía ver fantasmas, e incluso hablar con ellos. Su madre siempre pensó que estaba poseído y por eso quiso matarlo, con lo cual la mujer terminó encerrada en un siquiátrico. A medida que creció todo los habitantes del pequeño pueblo de Pico Mundo, Nevada, tomaron distancia de Thomas, pensando que era un chico bizarro o un lunático. Sin embargo sus visiones han servido para resolver numerosos casos policiales, por lo cual tiene el apoyo incondicional del jefe de policía Wyatt Porter, así como el de su enamoradísima novia Stormy Llewellyn – la cual lo ayuda en la investigación de algunos casos -. Pero en los últimos días las cosas parecen haberse salido de control: es que Thomas ha comenzado a ver Bodags – demonios carroñeros que aparecen a devorar las almas de aquellos que perecen de una muerte violenta -, los cuales se presentan de a cientos en el pueblo de Pico Mundo. Con la firme sospecha de que está a punto de producirse una masacre, Thomas ha comenzado a seguir a un obeso individuo al cual los Bodags siguen como si fueran perros hambrientos, intuyendo que él será el responsable de la inminente matanza. Pero las pistas se acaban cuando el hombre aparece muerto… y los demonios carroñeros continúan agolpándose en las calles del pueblo. Con la única pista de que la masacre ocurrirá el día 15 – en cuestión de un puñado de horas -, el tiempo corre en contra de las intenciones de Odd, quien precisará recurrir a lo imposible para evitar que el pueblo quede cubierto por un baño de sangre.

Odd Thomas Tal como reza el nombre de la película, Odd Thomas es un filme extraño. Viene de la mano de dos tipos a los que no les tengo mucha confianza: Dean R. Koontz – un tipo que hizo cosas pasables como La Generación de Proteo y estupideces monumentales como Phantoms -, y Stephen Sommers, otro que es capaz de engendrar cosas tan buenas como La Momia, e irse de mambo para parir bodriazos tales como su secuela y Van Helsing. Curiosamente el matrimonio Koontz – Sommers funciona mucho mejor de lo esperado y, aunque Odd Thomas no es lo que se dice original, termina siendo enormemente entretenida y emocionante, gracias a que cuenta con un glorioso cast y está filmada con mucho nervio.

Odd Thomas es el antihéroe de una serie de novelas muy populares escritas por Koontz, del cual este filme adapta la primera de ellas. El tono es muy descontracturado y me hace acordar a las antiguas novelas juveniles del tipo La Pandilla de los Detectives (que presentaba Alfred Hitchcock), en donde el adolescente de turno era el protagonista, estaba a la altura de los adultos y era respetado por éstos a la hora de aportar pistas sobre el misterio que deben resolver. Por supuesto Anton Yeltchin (Tchekov de la nueva Star Trek) está bastante más crecidito que un adolescente pero sigue conservando la pinta de tal, y está complementado por la deliciosa Addison Timlin, formando una de las parejas con mejor química que he visto en los últimos tiempos. Yo diría que, si suprimieran el elemento sobrenatural, Odd Thomas podría funcionar perfectamente como película romántica, ya que estos dos exudan encanto por los cuatro costados. El es osado e inquieto, y ella es mucho más serena y cerebral, amén de que lo trata con una ternura casi maternal. A la dupla se suma Willem Dafoe, que además de jefe de policía hace las veces de padre sustituto de Odd y se deleita con los mimos que se brinda la pareja. Sin dudas es la química del trío central lo que hace que Odd Thomas triunfe por encima de lo rutinario de la trama.

La historia en sí no es nada del otro mundo; imaginen a una versión adulta del pibe de Sexto Sentido, devenido en una especie de detective paranormal en sus tiempos libres. Odd trabaja en un bar de comidas rápidas y vive enredado con su amorosa novia, lo cual supondría una vida normal de no ser de que el tipo ve gente muerta (y se comunica con ellos) o tiene visiones del mundo del más allá. Acá la trama empieza porque el ve que su pueblo está inundado de unos extraños demonios que aparecen sólo cuando alguien muere violentamente, con lo cual sospecha que en poco tiempo va a ocurrir una masacre. Súmese a esto varios sueños premonitorios, un tipo de apariencia (y comportamiento) demasiado extraño, y pronto tenemos el misterio servido en bandeja. Si bien nada de esto resulta tremendamente original, lo que resulta una gozada es ver al trío principal en acción: son simpáticos, inteligentes, desbordan carisma, y se la pasan hablando todo el tiempo, con una cadencia de diálogos que me hace acordar las comedias hollywoodenses de los años 40. No es muy dificil ver a la relación de Yeltchin – Timlin con una versión aggiornada de Spencer Tracy – Katherine Hepburn, por mencionar uno de los matrimonios mas carismáticos de la era de oro de Hollywood.

Es curioso como Sommers, un director enviciado con los efectos especiales, actúa de manera restringida, obteniendo una eficiencia narrativa notablemente superior a sus últimos trabajos. Sommers le da mucho lugar al desarrollo de los personajes dejando que los FX complementen la trama; y, a la hora de la tensión, el tipo saca relucir lo mejor de su galería de trucos. El final es realmente excelente, ya que ocurren muchas cosas al mismo tiempo y la tensión está rodada con altura. Incluso la trama se da el lujo de una vuelta de tuerca final, sorprendente y valiente, que es la que la repunta aún mas los logros del filme y por la cual le damos aquí cinco atómicos.

No esperen nada excepcional con Odd Thomas; es una buena película, con trama sólida y descollantes actuaciones. Este es un caso en donde los intérpretes realzan el material sobre el que trabajan, que en manos de actores de menor calibre hubiera resultado olvidable. Es una lástima de que el filme se encuentre embarrado en un limbo legal, ya que al parecer hubo una plata perdida en el medio – los que debían hacerle el marketing, al parecer, se quedaron con un vuelto de varios millones y todo está enfrascado en un juicio -, con lo cual el estreno ha quedado restringido en muchos lados, incluyendo el ansiado mercado norteamericano. Esperemos que se destrabe y que el gran publico pueda descubrir el filme, ya que merece tener una buena respuesta en base a la calidad del producto terminado.