Crítica: La Gran Estafa (Ocean´s Eleven) (2001)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2001: George Clooney (Danny Ocean), Brad Pitt (Rusty Ryan), Bernie Mac (Frank Catton), Elliott Gould (Reuben Tishkoff), Casey Affleck (Virgil Malloy), Scott Caan (Turk Malloy), Shaobo Qin (Yen), Carl Reiner (Saul Bloom), Matt Damon (Linus Caldwell), Andy Garcia (Terry Benedict), Julia Roberts (Tess Ocean), Don Cheadle (Basher Tarr), Eddie Jemison (Livingston Dell)

Director: Steven Soderbergh , Guión: Ted Griffin sobre el libreto del film homónimo de 1960, escrito por Harry Brown y Charles Lederer, Musica – David Holmes

Trama: Danny Ocean sale de la cárcel bajo palabra y se contacta con su viejo compañero de fechorías Rusty Ryan. Ocean le propone a Ryan asaltar la bóveda de en común que poseen los casinos MGM, Bellagio y Mirage, y alzarse con una suma centenaria en millones de dólares. Para ello reclutan un equipo de viejos y nuevos colaboradores, y son financiados por Reuben Tishkoff, otrora propietario de un casino. Es que los tres casinos se encuentran bajo el dominio del poderoso Terry Benedict, que maneja con mano dura a Las Vegas y se ha hecho de numerosos enemigos. Pero no todos los pasos del plan salen como lo esperado y a esto se suma la sorpresa de que la ex esposa de Ocean es la pareja actual de Benedict. Entonces comprenden que, más que un robo, el propósito de Danny Ocean es vengarse del hombre que le quitó a su esposa.

Ocean´s Eleven Rififi, Topkapi, The Italian Job … algunos de los grandes nombres en el género de robos espectaculares. En general el público siempre ha tenido una gran fascinación por los grandes asaltos, los planes perfectos que nunca salen como lo esperado, y los criminales caraduras y carismáticos. Son mecanismos de relojería pensados como una trama de Misión Imposible, donde la gracia figura en los imprevistos.

Pero pocos filmes del género han sido memorables, y en general hay un pelotón de retaguardia de filmes malos o mediocres. Películas sin demasiada inspiración donde los golpes de gracia son muy pocos y terminan por perderse en la noche de los tiempos. Precisamente uno de esos filmes es Ocean´s Eleven (1960), que en realidad fue una película de fin de semana filmada por el Rat Pack (rodaban mientras actuaban en la realidad en los shows de temporada de los casinos de Las Vegas), el grupo de amigotes liderados por Frank Sinatra que dominaban las taquillas en dicha década.

La verdad es que el Rat Pack (Sinatra, Dean Martin, Peter Lawford, Sammy Davis Jr., etc) tenía su gracia. Pero los libretos de sus filmes eran de medianos para abajo, y todo se reducía a un show para ver a las estrellas favoritas de todos hacer algunas monigotadas y cantar un par de hits. En el caso de Ocean´s Eleven (también conocida como Once a la Medianoche), eran un grupo de ex soldados de la Segunda Guerra que planeaban asaltar cinco casinos de Las Vegas en vísperas del año nuevo. La operación salía bien pero un imprevisto – en este caso, el botín era escondido en un ataud y que terminaba por ser cremado – resultaba la frutilla del postre de la película. Nada muy cerebral, más bien algo pasajero, con los chicos filmando en sus ratos libres mientras daban sus shows en Las Vegas.

En el 2001 se armó está remake, al mando de Soderbergh. La intención de Soderbergh era de distraerse un poco de proyectos más pesados dramáticamente (Traffic, Erin Brockovich) con algo más pasatista. Y por qué no, hacer un hit comercial para seguir financiando sus proyectos personales. Lo que desconocía Soderbergh era que terminaría generando una saga que todos adorarían.

Pero Ocean´s Eleven es remake de nombre, nada más. La idea del robo a varios casinos está, Danny Ocean está… y paren de contar los parecidos. Después el resto es totalmente nuevo. Ahora Ocean es un ladrón experto, y todo el grupo son criminales de larga data. Y la sorpresa es que Danny lo que quiere es vengarse de Benedict y recuperar a su esposa.

Hay dos puntos de vista que deben verse para evaluar la película. La primera es el casting. Es sencillamente impecable, si bien las estrellas del grupo son Clooney, Pitt, Roberts y García, todos tienen su momento para destacarse. Los tiempos son bastante eclécticos para cada uno (algo que, lamentablemente, las secuelas no podrían respetar). Y Soderbergh es formidable dirigiendo actores. Así como el Rat Pack, da la impresión de que el cast acá está haciendo una película para amigos en su fin de semana libre. Es obvia la diversión de los protagonistas y eso transpira la pantalla.

El segundo es el desarrollo de la trama. Resulta evidente que el libretista Ted Griffin se ha asesorado (o al menos, inventa muy bien). Los pases, las estafas, los motes que le ponen. En un momento Pitt le dice a Clooney que “Esto va a ser impresionante. Vamos a tener un Boesky, un Jim Brown, un Miss Daisy, dos Jethros y un Leon Spinks, sin mencionar al más grande Ella Fitzgerald de todos los tiempos!”. Boesky era un operador conocido de Wall Street que hizo una estafa en la bolsa, y la referencia va a Reuben Tishkoff (el que tiene la info interna de los casinos de Benedict). El Jim Brown es sobre el pase que hacen entre Frank Catton y Linus Caldwell cuando le quitan la billetera a Benedict (Brown era un famoso jugador de futbol americano). Miss Daisy es el engaño de la camioneta Swat (por Conduciendo a Miss Daisy) mientras que los dos Jethros se refiere a los hermanos Malloy, por los trabajos a dúo. Leon Spinks es por la sorpresa durante la pelea (como cuando Spinks derrotó a Alí) y Ella Fitzgerald se refiere a un conocido comercial de Memorex que hiciera la cantante sobre la fidelidad de sus cintas de audio y video (el video que reemplazan en la cabina de control del casino).

Es un placer ver trabajar a estos tipos, pero hay que reconocer que sobre el final la trama queda algo corta. La separación que hace Rusty de Ocean (cuando descubre que todo es por Tess) del equipo no tiene mucho sentido. Si uno examina en profundidad, no queda claro que hubiera pasado si Ocean quedaba dentro del team – ¿hubiera quedado en el control de las cámaras? – y la entrada a la boveda la hubieran hecho Linus y…¿quién?. También toda la escena donde Danny le reclama a Benedict el dinero o Tess, justo en el momento en que Julia Roberts sintoniza el canal (pinchado). Del mismo modo no es muy lógico que Benedict eche a los Swat y no sospeche que no quede nadie (algún CSI, alguien que documente el robo). Pero son pequeños agujeros de la trama perfectamente perdonables porque el film es pura diversión y, los díalogos son especialmente memorables.

El éxito del film daría pie a dos secuelas (hasta este momento), ninguna de ellas tan pulida como la primera película, pero siempre disfrutables.

LA GRAN ESTAFA

Ocean´s Eleven (2001) es la remake del film homónimo protagonizado por el Rat Pack en los años sesenta. Sus secuelas son Ocean´s Twelve (2004) y Ocean´s Thirteen (2007). Ocean’s 8: Las Estafadoras (2018) es una secuela integrada por un cast femenino.