Crítica: Guardianes de la Noche (Night Watch) (2004)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Rusia, 2004: Konstantin Khabensky (Anton Gorodetsky), Vladimir Menshov (Boris Gesser), Mariya Poroshina (Svetlana Nazarova), Galina Tyunina (Olga), Dmitri Martynov (Yegor), Anna Dubrovskaya (Larisa), Aleksei Chadov (Kostya)

Director: Timur Bekmambetov, Guión: Timur Bekmambetov & Laeta Kalogridis, basados en la novela homónima de Sergei Lukyanenko

Trama: Anton Gorodetsky ha descubierto accidentalmente que pertenece a la raza de los Otros – un grupo de seres especiales que ha convivido con la humanidad desde épocas ancestrales, y cuyas facciones conviven en una tensa tregua desde hace miles de años -. Anton ha abrazado la causa de la Luz, y se ha convertido en un “Guardián de la Noche”, custodiando que los seres de la Oscuridad no quiebren la tregua atacando a los humanos durante el día. Pero Anton se ha topado con una mujer en el subterráneo, la que parece ser la elegida de la profecía de la Virgen – un ser de poder inigualable que decantará definitivamente el delicado equilibrio de la tregua a favor de una de las dos fuerzas en pugna -. Ahora el joven deberá localizar a la chica antes que los seres de la Oscuridad lo hagan, y evitar de esa manera que se desencadene el apocalipsis.

Guardianes de la Noche Guardianes de la Noche fue la rotunda presentación en sociedad del director ruso Timur Bekmambetov, el que más tarde sería seducido por Hollywood para dirigir Wanted – Se Busca y producir Número 9. A su vez el enorme éxito local de Nightwatch impulsaría a Bekmambetov a rodar la secuela – Guardianes del Día – , y dejaría en la gatera la posibilidad de adaptar los libros restantes de la saga creada por Sergei Lukyanenko.

Pero Guardianes de la Noche es un filme con unos problemas narrativos enormes. Es una historia que rebosa de ideas y para lo cual el director Bekmambetov resulta completamente impotente para explicarlas de manera pausada y digerible. Debo admitir que ésta es la quinta vez que intento ver la pelicula, y que recién tuve éxito luego de haber visto previamente la secuela Day Watch – la cual es muy superior y entendible -, con lo cual llego a Guardianes de la Noche con una idea de quién es quién y qué es lo que ocurre en este universo. Pero para el neófito la cinta resulta ser una ensalada infernal, con una parva de personajes, facciones, mitologías y flashbacks ocurriendo tan sólo en la primera media hora de proyección. Por ejemplo, uno no tiene ni idea de que los vecinos de Anton son un par de vampiros amigables, que los Otros pueden manejar el tiempo y las dimensiones (como el super camión que va a la velocidad de la luz), que los antiguos generales de la Luz y la Oscuridad siguen vivos, y que la cosa está repartida entre dos cuerpos policiales que se vigilan mutuamente según el momento del día. Por si uno ya venía medio lento digiriendo esto, Bekmambetov sigue despachando fruta al ruedo, como la aparición de la profecía de la Virgen y la subtrama del hijo de Anton, con lo cual el espectador termina inundado de información en muy poco tiempo. Quizás toda esa complejidad inicial – que obliga a ver el filme varias veces para asimilarlo – sea lo que la haya convertido en un filme de culto.

Pero aún cuando uno pueda perdonar las desprolijidades narrativas – que son muchas y muy molestas -, a uno le termina por dar la impresión que Guardianes de la Noche es una historia a medio cocinar. Todo parece indicar que el Armagedón está en ciernes, simplemente porque la chica de la profecía está disparando inconscientemente sus superpoderes – y abriendo un vórtice dimensional -, pero todas esas expectativas se disuelven de una manera extremadamente chata y traída de los pelos (Anton le hace un par de preguntas, y así se resuelve todo el embrollo). También la historia del hijo perdido de Anton tiene un climax artificial y, lo que es peor, carece de momentum dramático. El tema es que hay tantos personajes e historias dando vuelta, que toda esta gente termina sepultada bajo el peso de un libreto enredado y desprolijo. También es cierto de que la película no tiene un final satisfactorio, y se siente más como un capítulo intermedio de una épica mucho más grande – al menos Guardianes del Día es mucho más redonda en tal sentido -.

¿Mi consejo?. Vea primero Guardianes del Dia y después continúe con este filme, y sólo por una cuestión de ser completistas. Acá hay caos narrativo, un par de escenas de acción bastante buenas, y dos toneladas de personajes imposibles de seguir. Guardianes de la Noche es un filme que precisaba una hora más de duración (y una edición mucho más pulida) para darle aire a la historia. Así como está es apenas digerible, en donde la desprolijidad termina por atentar contra los meritos de la obra.

GUARDIANES DE LA NOCHE

La saga de Guardianes de la Noche se compone de: Night Watch, Guardianes de la Noche (2004) y Day Watch, Guardianes del Día (2006). Hay una tercera parte en carpeta, títulada Twilight Watch / Dusk Watch, pero aún sin fecha cierta.