Crítica: Kolchak: The Night Stalker (1972)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, telefilm 1972: Darren McGavin (Carl Kolchak). Carol Lynley (Gail Foster), Simon Oakland (Anthony Vincenzo), Ralph Meeker (Bernie Jenks), Barry Atwater (Janos Skorzeny), Claude Akins (Sheriff Warren Butcher), Charles McGraw (Jefe Edward Masterson), Kent Smith (Fiscal Thomas Paine), Elisha Cook Jr. (Mickey Crawford), Stanley Adams (Fred Hurley), Larry Linville (Dr. Makurji), Jordan Rhodes (Dr. O’Brien)

Director: John Llewellyn Moxey, Productor: Dan Curtis, Guión: Richard Matheson, sobre el libro “The Kolchak Tapes” de Jeff Rice, Música: Robert Cobert

Trama: Una serie de misteriosos crímenes se están sucediendo en la ciudad de Las Vegas. Varias mujeres han aparecido con sus gargantas destrozadas, y sin una gota de sangre en su cuerpo. El periodista del Servicio Independiente de Noticias, Carl Kolchak, aparece en la ciudad, y comienza a investigar. La policía no puede explicarse los crímenes y, cuando dan con un sospechoso y lo acorralan, este abate a los uniformados como si fueran muñecos. Kolchak, en una pesquisa paralela a la policía, termina por concluir que el asesino se llama Janos Skorzeny, cuya edad real es de más de 100 años, y que ha vivido en distintas ciudades y con distintos nombres, alimentándose de sangre humana. Convencido de que es un vampiro, le comunica el descubrimiento a los jefes de la Policía, quienes primero lo tratan como un loco, y después llegan a la conclusión que quizás lo que les dice el reportero sea la verdad.

Arlequín: Crítica: Kolchak: The Night Stalker (1972)

Los 70 fueron una época de oro para el horror en TV. Personalmente nunca me asusté con los monstruos de la Universal, ni con el horror gótico de la Hammer (siempre lo encontré demasiado teatral, demasiado dialogado y poco gráfico). Pero con muchos telefilmes de la década del 70, el recuerdo (y las pesadillas) son imborrables.

El responsable de la mayoría de estas películas memorables fue Dan Curtis, un nombre que ya mencionamos al hablar de La Trilogía del Terror. Curtis fue un productor y director brillante, al cual no se le ha reconocido todo el crédito que merece, y que nunca pudo escapar de los límites de la caja boba. Sus producciones de terror – mayormente guionadas por el gigante del género, Richard Matheson – son realmente escalofriantes. Uno tiene que pensar en qué gran talento poseía Curtis, ya que el formato de un telefilm – escasa duración, numerosos cortes comerciales – no es el mas apto para desarrollar suspenso, además de los presupuestos medidos, limitaciones respecto a lo gráfico de la violencia, y un casting de actores clases B. Sin embargo, en las obras de Curtis estos factores juegan a favor del resultado final, exigiendo mayor creatividad con los recursos escasos y los límites impuestos. Y, ya fuera que Curtis dirigiera, escribiera o produciera, resultaban inconfundiblemente ser sus obras, tal como sucedía con las cintas de George Pal.

De la producción de Curtis surgieron clásicos del terror como la mencionada Trilogía, Sombras Tenebrosas, y por supuesto, su obra más popular, que en muchos países se conoció como Lo Increíble, y acá optaremos por llamarla por su título original en inglés: The Night Stalker (sería el acosador nocturno, aunque también se la conoció como El Cazador Nocturno).

Corre el año 1972, y Curtis ya era conocido por Sombras Tenebrosas (Dark Shadows), una telenovela que comenzó con aires góticos y que, en un alarde de creatividad o delirio, comenzó a incorporar vampiros, fantasmas y hombres lobos a la trama, lo que la convirtió en un éxito y una serie de culto. Pero Dark Shadows fué cancelada abruptamente tras 5 años exitosos en el aire, y si bien tuvo un par de filmes que continuaron la obra (House of Dark Shadows y Night of Dark Shadows), el filón terminaría por agotarse para Curtis. Es entonces cuando da con un relato de Jeff Rice de 1970, llamado The Kolchak Tapes, que trata sobre la existencia de un vampiro en Las Vegas. Ciertamente el setup es más que interesante, ya que Las Vegas – la histórica ciudad del juego de Estados Unidos – es una ciudad que nunca duerme, con actividad durante las 24 horas gracias a sus casinos, además de todo el escenario que la rodea, y de la naturaleza de la ciudad en sí: el desierto desolador sobre el cual se asienta, la historia mafiosa que dió origen a la ciudad, el habitual descubrimiento de cuerpos en el desierto – pases de facturas mafiosas -, etc.

Curtis presenta el proyecto a la ABC, quienes le dan luz verde para un telefilm. Para montar la historia, sube al carro a Matheson, quien escribe un impecable libreto dejando muy poco del original de Rice. Pronto el autor original discreparía con Curtis y amenazaría con un juicio, terminando por darle el crédito de creador del film (y de la serie posterior). Y le terminaría por dar la dirección a John Llewellyn Moxey, un hombre que vivió dirigiendo episodios de series, entre ellos, Misión Imposible, Los Vengadores, Reportera del Crimen, y muchísimos más.

Lo que no sabían Curtis, Matheson y Moxey, es que terminarían por dar a luz a un film legendario. En su estreno, The Night Stalker arrasa con los rating, obteniendo 54 puntos y que un tercio de los estadounidenses queden pegados al televisor, viendo las andanzas del vampiro de Las Vegas. La ABC pronto pediría una secuela, que vendría en 1973 (The Night Strangler, sobre un alquimista que obtiene la inmortalidad a partir de la sangre de sus víctimas), esta vez con la dirección de Curtis, y llegaría la serie de TV en 1974, durando sólo una temporada. Pero con dos telefilmes y 20 episodios, la serie llevaría una vida eterna de retransmisiones en otras cadenas de TV, y obtendría el status de culto. Chris Carter la tomaría como inspiración para Los Expedientes X, e incluso Darren McGavin aparecería un par de veces en la serie de Carter.

No es difícil saber por qué The Night Stalker fue tan exitosa. En primer lugar está la interpretación de McGavin como Kolchak. McGavin siempre fue un actor secundario cuya interpretación más recordada fue la violenta serie de TV Mike Hammer (1958). Pero Kolchak es sin duda, el personaje por el cual lo recordarán siempre. Desaliñado, en su eterno traje blanco, con sombrero de paja, dueño de un increíble mal gusto, cobarde, siempre bromeando sobre las cosas terribles que se entera, siempre peleando con su jefe Vincenzo del Servicio Independiente de Noticias, y boicoteando o estafando a amigos y conocidos para obtener lo que quiere. Pero siempre un tipo que nos cae simpático.

Sin embargo, hay bastantes cosas que difieren entre la serie posterior y el primer telefilme. El ya comentado escenario de Las Vegas, el hecho de que Kolchak tenga novia, el auto que maneja (un Camaro en vez del clásico Mustang destartalado que todos conocemos). No es un periodista permanente de la agencia de noticias, sino un free lance contratado. Esto a su vez es usado como setup para The Night Strangler, donde es nuevamente empleado por Vincenzo, y la acción se traslada a Seattle. Y en la serie lo vemos por fin en Chicago, donde todos lo recordamos.

Pero analizando el telefilme en sí, es de una gran calidad. Como decíamos antes, el bajo presupuesto juega a favor de la creatividad, y la película adquiere momentos de gran suspenso, cuando no de buenos sustos. No se ve sangre ni matanzas, pero sin embargo las apariciones del vampiro son escalofriantes, y todo el efectismo se basa en una banda sonora carente de música, el sonido de la respiración, efectos de luces y algúnas cámaras lentas (o sea, todos efectos mínimos). Comparemos esto con el horror de hoy en día, y veremos qué malos son los directores de terror que tenemos en la cinematografía actual. La escena en que el vampiro ataca en el estacionamiento, despachando a un dobermann que lo ataca, o cuando se encuentra rodeado por la policía y comienza a lanzarlos por los aires como si fueran muñecos, es impresionante. Sin hablar de cuando Kolchak lo combate en el caserón en las afueras de Las Vegas. Todas escenas con mínimos efectos especiales, y basándose en los temores más primarios del ser humano (la oscuridad, los sonidos amenazantes). Además de la dirección de Moxey, que muestra al vampiro como un animal desatado, una fuerza plena de furia e indetenible. No es ciertamente – como diría James Woods en John Carpenter´s Vampires“un europeo mariquita en smoking” (que era el concepto habitual del vampiro, desde el Dracula de Bela Lugosi de los 30 hasta el de Christopher Lee de los años 70), sino un animal salvaje sediento de sangre, y totalmente brutal en su accionar.

Por el otro lado está el desarrollo de la investigación. La evolución del descreímiento de Kolchak hasta la aceptación de que el asesino podría ser un vampiro es muy creíble. Hay una identificación plena del espectador con lo que a Kolchak le parece ridículo. Además, el tono del relato – un monólogo en primera persona, muy propio de los policiales negros – setea muy bien a las escenas. Y por último está el tono deprimente del desenlace – Kolchak elimina al vampiro, con el visto bueno de la policía, a cambio de la historia… pero la policía lo echa de Las Vegas y es condenado a callarse para siempre, bajo pena de ser encerrado en un asilo -, que termina por redondearlo como policial negro.

Es una película memorable; la serie posterior quizás bajara un poco su calidad – no todos los efectos ni monstruos eran de buena manufactura -, pero siempre era muy agradable de ver, y con algunos episodios (la vampira, el demonio vestido de seda, el hombre lobo) realmente impresionantes. Durante mucho tiempo Dan Curtis intentó llevar a Kolchak a la pantalla grande, pero lamentablemente su deceso – en Marzo 2006 – sepultarían con él sus aspiraciones. La ABC montó en el 2005 una nueva versión con Stuart Townsend y Gabrielle Union, pero al público (ni a los seguidores) les gustó. Además de que Townsend parece un desaliñado adolescente – alejado de los trajes blancos de McGavin -, la estética y temática se alejan del humor negro de la serie de los 70. Y si bien, en el piloto, se mostraba a un Darren McGavin digitalizado rondando por las oficinas (como si fuera un pase de postas a los nuevos intérpretes), la serie no llegaría a los 10 episodios. Es una lástima, y una confirmación más de que en Hollywood solo hay simios dirigiendo a la industria.

CARL KOLCHAK

Los filmes basados en el personaje de Carl Kolchak son: The Night Stalker (1972) y The Night Strangler (1973). Night Stalker (2005) es el piloto de una serie remake producida por Frank Spotnitz y que sólo duró 10 episodios en el aire.

LOS FILMES DE DAN CURTIS

Sombras en la Oscuridad (1970) – Kolchak: El Cazador Nocturno (1972) – Las Cintas de Norliss (1973) – Kolchak: El Estrangulador Nocturno (1973) – Trilogía del Terror (1975) – Pesadilla Diabólica (1976) – La Maldición de la Viuda Negra (1977) – Trilogia del Terror II (1996) CARL KOLCHAK Los filmes basados en el personaje de Carl Kolchak son: The Night Stalker (1972) y The Night Strangler (1973). Night Stalker (2005) es el piloto de una serie remake producida por Frank Spotnitz y que sólo duró 10 episodios en el aire.