Crítica: Movie 43 (2013)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2013: con la participación de Dennis Quaid, Greg Kinnear, Seth MacFarlane, Hugh Jackman, Kate Winslet, Kieran Culkin, Emma Stone, Justin Long, Jason Sudeikis, Uma Thurman, Liev Schreiber, Naomi Watts, Anna Faris (y muchos más)

Director: Peter Farrelly, Elizabeth Banks, Steven Brill, Steve Carr, Rusty Cundieff, James Duffy, Griffin Dunne, Patrik Forsberg, James Gunn, Bob Odenkirk, Brett Ratner, Will Graham, Jonathan van Tulleken, Guión: Steve Baker, Will Carlough, Tobias Carlson, Jacob Fleisher, Patrik Forsberg, Will Graham, James Gunn, Claes Kjellstrom, Jack Kukoda, Bill O’Malley, Matthew Alec Portenoy, Greg Pritikin, Rocky Russo, Olle Sarri, Elizabeth Wright Shapiro, Jeremy Sosenko, Jonathan van Tulleken, Jonas Wittenmark

Trama: Un libretista demente acorrala a un prestigioso productor y lo amenaza de muerte a menos de que éste acepte financiarle el rodaje de un filme basado en una serie de historias atroces que él mismo ha escrito. Los relatos consisten – entre otros – en: una cita a ciegas entre una mujer de negocios y un cotizado soltero, el cual posee el bizarro defecto de poseer un par de testículos colgando de su cuello; un matrimonio que ha optado por educar a su hijo adolescente en su hogar, lo cual incluye la recreación de los detalles más atroces de la vida estudiantil; una cita entre pre púberes que culmina en un desastre cuando a la chica le viene de improviso su primer período; una pareja de novios en donde la chica sorprende a su prometido confesándole que le gusta que le defequen encima; una ronda de citas veloces entre superhéroes que no termina como lo esperado; un reproductor multimedia con forma de mujer desnuda y que posee el ventilador refrigerante en el lugar menos pensado; un juego de Verdad o Consecuencia que va demasiado lejos; y una pareja de vagos que ha secuestrado a un obsceno duende, al cual torturan para que le diga dónde guarda el caldero con oro que hace a su fortuna.

Movie 43 Movie 43 es una película tan dispar como atroz. Pergueñada por Peter Farrelly (el mismo de Loco por Mary, Los Tres Chiflados, Tonto y Retonto, y una larga lista de comedias bizarras pero efectivas), intenta ser un experimento en el humor de mal gusto. Mientras que Farrelly (y su hermano Bobby, curiosamente ausente aquí) ha logrado sortear con éxito las trampas de un género tan extremo a lo largo de toda su carrera – gracias a incluir personajes carismáticos y con un costado noble en la mayoría de sus historias -, aquí termina desbarrancádose de la peor manera posible. Pero quizás lo más shockeante de todo el tema es que Farrelly – a lo largo de todos los años que le costó materializar semejante proyecto – logró entusiasmar no a uno ni a dos, sino a una enorme cantidad de actores y actrices de primera categoría, quienes terminaron enchastrados en lo que debe ser – por lejos – el peor filme de sus lustrosas carreras.

Este es un filme por sketches y aquí hay catorce así que, por definición, no todos son parejos o efectivos. Debo admitir que hay algunos graciosos – como el de Kate Winslet y Hugh Jackman, en donde Jackman tiene una cita a ciegas con la Winslet y le revela (con total naturalidad) que posee un par de testiculos colgándole del cuello, lo cual sirve de excusa para una larga lista de situaciones incómodas y atroces – pero aún así, ni el mejor de ellos termina de ser una historia redonda sino que se trata de un gag que gira alrededor de alguna situación abominable. El mencionado sketch de Winslet – Jackman carece de final, y no es el único. Y mientras que uno festeja (o tolera, en el peor de los casos) el humor ofensivo o escatológico, en Movie 43 hay un puñado de sketches que son directamente revulsivos y que carecen de redención posible. Uno de ellos tiene que ver con Anna Faris (una comediante con gracia, la cual siempre tiene la mala suerte de terminar involucrada en engendros como éste), la cual le confiesa a su novio que le gusta que le defequen encima. Esto da pie a que el muchacho en cuestión se coma una parrillada entera y, luego, se despache con medio litro de Turbo Lax… el cual comienza a hacer efecto en medio de una discusión surgida en el momento menos pensado. Pero el otro sketch que la pifia feo involucra a Chloe Grace Moretz, una adolescente a la cual le baja su primer período durante su primera cita, y que parece estar rodeada de hombres que no tienen ni la más pálida idea de lo que es una menstruación. La escena no sólo es un monumento a la aberración y el mal gusto, sino que posee el agravante de haber sido dirigida por una mujer (Elizabeth Banks… sí, esa Elizabeth Banks!), la cual parece tener tacto cero para tocar un tema tan delicado.

Es fácil imaginar cómo fue la génesis de un proyecto como el de Movie 43, en base a las confesiones de parte aparecidas en diversos medios. Actores de renombre se han enganchado desde hace tiempo con Funny or Die, un proyecto web creado por Will Ferrell en donde las estrellas participan de una serie de gags, disponiendo de un espacio para participar en actividades mas descontracturadas que su giro artístico habitual, e incluso dándoles la oportunidad de parodiarse a sí mismos. Movie 43 sería la versión extrema de Funny or Die, patrocinada por Farrelly y salpicándola del humor procaz que lo caracteriza. Todos los que se han sumado a la idea son amigos, o amigos de amigos, o tipos que han querido probar algo realmente extremo – como el caso de Jackman, que fue el primero en firmar contrato -. Precisamente el primer sketch rodado fue el de Jackman y Kate Winslet – el cual, hay que admitir, tiene su gracia – y ése fue usado como tarjeta de presentación frente a otros famosos, los cuales terminaron por sumarse con el correr del tiempo. Mientras que algunos gags son ligeramente zarpados (como de de la rueda de citas rápidas de los superhéroes, el cual debe ser lo mejor del filme), hay otros que intentan ser atroces y carecen de gracia (como el de iBabe, el reproductor MP3 con forma de mujer que posee el ventilador de refrigeración en la vagina… el cual ha dejado mutilado a miles de adolescentes calentorros que han querido violar el dispositivo!), y el grueso termina siendo insulso y chocante. El problema no es pasar el límite del buen gusto, sino hacerlo y tener un punto qué probar. Desde el Peter Jackson de los comienzos (con Bad Taste y Meet The Feebles) hasta los Monty Pythonpor no mencionar a la misma dupla de los hermanos Farrelly – han hecho cosas potables con el humor ofensivo o escatológico, simplemente porque lo han usado como accesorio de un propósito mayor. Pero aquí lo atroz termina siendo un objetivo en sí mismo y termina generando un puñado de sketches en donde la temática elegida – madres y padres que se insinúan a sus propios hijos, bromas machistas sobre la menstruación, bromas racistas sobre la superioridad física de los negros, el desgraciado sketch sobre la coprofilia – es tan abominable y sin gracia que termina por torpedear al resto, el cual era mas tolerable y de vez en cuando arrancaba una sonrisa.

Eso no significa que si se podaran esos cuatro o cinco sketches desgraciados el filme se transformaría automáticamente en una buena película – porque no lo es -, pero al menos sería una mas tolerable. Yo no diría que Movie 43 es un desastre bíblico (o el Citizen Kane de las películas malas, como disparó uno en la prensa norteamericana) sino que la pondría en la misma categoría que Calígula, la infame película erótica de Tinto Brass, en donde un grupo de gente estuvo trabajando en un set en algo que creía que era bueno (o, al menos, divertido) sin percatarse que, en el estudio contiguo, alguien estaba rodando una pieza de la peor basura posible, la cual formaría parte de esa misma película. Todo esto deviene en un masivo desperdicio de talento, en donde no obtenemos la prometida obra maestra del humor escatológico sino que, por el contrario, conseguimos un bochorno salvaje que terminará por atormentar a todos los famosos involucrados durante el resto de sus vidas.