Crítica: Modesty Blaise (1966)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 1/5: mala GB, 1966: Monica Vitti (Modesty Blaise), Terence Stamp (Willie Garvin), Dirk Bogarde (Gabriel), Harry Andrews (Tarrant), Clive Revill (McWhirter / Sheik Abu Tahir), Rosella Falk (Mrs Fothergill), Michael Craig (Paul), John Karlsen (Oleg)

Director: Joseph Losey – Guión: Evan Jones, basado en el personaje de historietas creado por Peter O’Donnell

Trama: Inglaterra se apresta a cerrar un trato con el Sheik Abu Tahir, quien le dará una concesión para explotar petróleo en sus tierras a cambio de un enorme pago en diamantes. Pero los rumores de que alguien va a intentar robar el cargamento de las costosas piedras han llegado a oídos del gobierno inglés, y el servicio de inteligencia se dispone a enrolar a Modesty Blaise – la reina del bajo mundo – para que atrape al criminal. Pero Modesty – acompañada por su secuaz Willie Garvin – descubre que Gabriel, un antiguo enemigo suyo, se encuentra detrás de toda la operación.

Critica: Modesty Blaise (1966)

Modesty BlaiseHablemos de directores snob, esos que creen que estilo es tirar diálogos y situaciones absurdas y seudo intelectuales a la pantalla. De esos cineastas que se creen estar en una posición de superioridad intelectual tal que plantean escenas que sólo a ellos les pueden interesarles. El único nombre que se me ocurre incluír en esa lista es Joseph Losey. Si bien uno ha visto muy poco (en Arlequin comentamos recientemente Estos son los Condenados), bastan dos filmes para ubicarlo en una lista negra y esquivar las producciones dirigidas por este cineasta.

Losey era un director americano que tuvo que migrar a Gran Bretaña en la época de la cacería de brujas del Macarthysmo. Con los ingleses comenzó como director a sueldo de la Hammer, aunque después se independizaría y desarrollaría varios proyectos propios de cine arte. Como artista, es un extranjero enrolado en la corriente de la Nouvelle Vague durante la decada del sesenta, donde los cineastas franceses acostumbraban despacharse con ejercicios de soberbia intelectual y pedantería artística. Losey ya había dado muestras de su gusto por el cine arte francés en la primera mitad de Estos son los Condenados. Si bien su manejo de fotografía es espectacular, el resto de su trabajo como director – guiando a los actores, estableciendo las pautas del libreto – simplemente apesta.

Y Losey era la peor opción a la hora de guiar un proyecto como Modesty Blaise. Ya hemos comentado los orígenes de del personaje en la review de Mi Nombre es Modesty – que dicho sea de paso, es un filme infinitamente superior al de Losey, aunque cuente con el 5% de presupuesto -. Modesty Blaise es un personaje de aventuras, una self made woman del bajo mundo que se transformó en la reina de los ladrones por derecho propio. En los sesenta los comics basados en genios criminales y figuras fuera de la ley – erigidos como antihéroes – se había puesto de moda, como Satanik, Diabolik, Fantomas y otros títulos de procedencia europea. Entre las locaciones exóticas, los descabellados planes, los excéntricos personajes y los fastuosos decorados podían transformarse en una competencia paralela al furor del momento que era James Bond a partir del éxito de Goldfinger (1964). Quiten al elegante espía y verán que el resto de sus historias podría ser adaptada dentro de las líneas de cualquiera de los comics nombrados.

Aquí ciertamente Modesty Blaise entra con todas las letras dentro de la Bondmanía, ya que el personaje es reclutado como agente para el servicio secreto inglés. Uno piensa en todas las inmensas posibilidades que brindaba Modesty Blaise para erigirse como una figura femenina de acción, de altura similar a 007. Una mitología rica – la apasionante historia de sus orígenes; un personaje carismático y enigmático; un largo historial de aventuras por toda Europa que podrían haber servido de base para generar un filme decente – que diera pie a una franquicia sólida. Incluso uno se imagina a una dupla ideal con Diana Rigg y John Phillip Law como Modesty y Willie Garvin… pero eso no fue lo que sucedió.

Ciertamente la versión 1966 de Modesty Blaise busca explotar más la vena de Los Vengadores que la de James Bond. Personajes estrafalarios en coloridos escenarios pop contra exóticos villanos. El éxito de Los Vengadores viene porque era una serie y el público tenía tiempo para aceptar su excentricidad, amén de que los caracteres eran simpáticos y capaces en lo suyo. Pero aquí Monica Vitti es una completa inepta que uno termina por preguntarse cómo llegó a convertirse en la reina de los ladrones. No sabe pelear, no es inteligente, no tiene misterio y hace estupideces todo el tiempo. Al menos Terence Stamp está ok, aunque la dirección de Losey en los combates es terrible.

Pero Modesty Blaise no es un desastre de proporciones bíblicas simplemente porque los personajes sean torpes o tontos, sino porque el guión es completamente idiota. Es otro caso de “portación de cara” – el gobierno contrata a alguien para que investigue (cosa que nunca hace) y se pasea por todos lados esperando que los asesinos lo ataquen para atrapar a uno y descubrir dónde se oculta el villano -, pero cada atentado a la dupla central es patético. Hay un montón de disparate metido en el medio – cambio de pelucas y trajes de manera instantánea, gases narcóticos de coloridos sicodélicos, cuartos montados como ilusiones ópticas, villanos bebiendo en copas enormes con pececitos dentro, asesinos estrafalarios y poco prácticos (un mimo, un tipo totalmente tatuado) – que no tiene pies ni cabeza. El único que la pasa bomba es Dirk Bogarde, que se relame con su villano gay (una oportunidad para destaparse a pleno en la pantalla grande), pero para el resto – incluído el público – es una tortura testicular envuelta en envase caro. Es un desperdicio de dinero y talento, lleno de momentos ridículos – como cuando los protagonistas empiezan a cantar en medio de un tiroteo -. Si la idea era hacer una parodia camp de las aventuras exóticas de James Bond (o del género de espías), es completamente fallida. La única escena en donde la película funciona como debe es cuando muere la señora Fothergill, cuyo cadáver queda enganchado a la cuerda de un pozo y sube y baja mientras Dirk Bogarde – en primer plano – atiende otros asuntos. El resto no tiene gracia, y es un filme completamente lobotomizado. Una oportunidad desperdiciada de haber hecho algo decente con un personaje fascinante.

1 CONNERYS: Una pretendida (y pretensiosa) parodia al género de euro espías. Pero Losey es tan pedante y excéntrico que sólo tira disparates a la cámara todo el tiempo, con un completo desdén por el personaje. Y lo peor de todo, es que carece completamente de gracia.

LA SAGA DE MODESTY BLAISE

Los filmes basados en el personaje de historietas Modesty Blaise son: Modesty Blaise (1966) y Mi Nombre es Modesty (2004)