Crítica: Agente 077: Misión: Lady Chaplin (1966)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 4/5: muy buena España / Francia / Italia, 1966: Intérpretes: Ken Clark (Dick Malloy), Daniela Bianchi (Lady Arabella Chaplin), Helga Liné (Hilde), Jacques Bergerac (Kobre Zoltan), Mabel Karr (Jacqueline)

Director: Alberto De Martino & Sergio Grieco – Marcello Coscia, Sandro Continenza e Hipólito de Diego

Trama: Un submarino nuclear se ha hundido en aguas internacionales y el agente secreto Dick Malloy es puesto a la cabeza del operativo que investiga el incidente. En primer lugar se pone en contacto con el poderoso empresario naviero Kobre Zoltan, el cual es el único que posee el equipamiento necesario para hacer el rescate de la nave en una zona tan profunda. Pero Zoltan desalienta a las autoridades, diciendo que las corrientes de las profundidades son tan fuertes que deben haber desplazado (y destrozado) al sumergible, con lo cual el salvamento es imposible. Sin embargo ha aparecido un chantajista en España, el cual contacta a Malloy y le asegura tener en su poder materiales que estaban en el interior del submarino siniestrado. Pero cuando Malloy logra encontrarse con el individuo, el mismo es asesinado por lady Arabella Chaplin, una letal asesina a sueldo conocida en el mundo de la alta inteligencia. Y no será sino hasta seguir los pasos de Chaplin que Malloy descubra que su empleador es Zoltan… el cual ha logrado llegar hasta el submarino y ha recuperado 16 misiles provistos con sus respectivas cabezas nucleares. Con el tiempo en su contra Malloy deberá evitar que Zoltan los venda en el mercado negro… o que los utilice para generar una catástrofe de proporciones continentales.

Agente 077: Mision Lady ChaplinAgente 077: Misión Lady Chaplin es la última entrega de la saga protagonizada por Ken Clark, un forzudo norteamericano que se fue a probar suerte a Italia y terminó rodando toneladas de co-producciones continentales que van desde spaghetti westerns hasta filmes de euroespias. Su agente secreto Dick Malloy era una especie de James Bond del bajo presupuesto, en donde el mayor lujo que podía costear consistía en un par de pasajes de avión, de manera de rodar en espectaculares (y económicos) escenarios naturales. Eso, sumado a un par de gadgets comprados en alguna juguetería, resultan los componentes habituales de una típica aventura del agente 077.

Mientras que uno puede mofarse de sus bajos valores de producción y achacarle una cuota importante de falta originalidad, por otra parte las correrías de 077 terminaban por resultar muy entretenidas. Ciertamente Ken Clark no es la distinción en persona sino que se asemeja a una caja fuerte enfundada en un smoking, y su performance actoral deja bastante que desear – especialmente acá, en donde los directores no lo han controlado como corresponde y termina dando claras muestras de que es un ladrillo como intérprete . -; pero, por otra parte, posee cierta simpatía que lo hace entrañable. Y si bien nunca será un candidato al Oscar, por su lado termina siendo sumamente efectivo a la hora de las peleas y las persecuciones, las que terminan resultando excitantes.

Agente 077: Misión Lady Chaplin es otro clon de Operación Trueno, sólo que mejor camuflado. Acá uno se entera del robo de las bombas nucleares a mitad de la película y, mientras tanto, sólo estamos averiguando cómo se filtraron datos que estaban en poder de la tripulación de un submarino misilístico hundido por accidente en el Atlántico Norte. Mientras que aquí no hay grandes efectos especiales (bah, una ridícula maqueta de un batiscafo), por otro lado el libreto se despacha con algunas sorpresas jugosas que compensan la modestia de la puesta en escena. La primera es el reclutamiento de Daniela Bianchi – la tronca co-protagonista de Desde Rusia con Amor -, la cual hace aquí de una asesina y estafadora al servicio de los villanos de turno. Su lady Chaplin tiene misterio y picardía, ya sea disfrazándose de viejita para matar a un testigo indeseable, o salvando su trasero de una muerte segura al utilizar un vestido – paracaidas (!!!) una vez que sus jefes han olfateado su traición y han decidido lanzarla desde las alturas para ver si planea como Superman. No es que la Bianchi sea la mejor actriz del mundo – es tan dura como Clark – pero al menos se la ve muy divertida con el papel que le tocó en suerte.

La trama está muy buena, dentro de las limitaciones del caso. Ken Clark es un héroe avispado, lady Chaplin derrocha maldad y simpatía, y la historia tiene sus vericuetos. El problema es que los libretistas terminan por enamorarse de lady Chaplin y caen en el error de hacerla cambiar de bando – quizás para rescatarla y poder utilizarla en una secuela que nunca llegó -, con lo cual toda la historia hace implosión en su última media hora. Nunca se entiende bien el por qué de cambio de opinión – es como si la chica viera que todo esto se complicó demasiado y decide abrirse del asunto -, algo que lastima la efectividad de la película. Incluso el climax es demasiado absurdo, y descansa demasiado sobre los músculos faciales de Ken Clark… con lo cual no termina de funcionar para nada.

Pero aún con su climax flojo, a mí me gustó mucho Agente 077: Misión Lady Chaplin. Quizás estaba con el humor apropiado para verla, pero me pareció entretenida, trabajada y muy bien rodada. Las performances dejan que desear, y la banda sonora es directamente espantosa. Pero considerando que es un thriller de euroespias rodado con dos mangos, termina siendo sorprendentemente efectiva y un mata-tiempo digno de ser recomendable.

LA SAGA DEL AGENTE 077, DICK MALLOY

Agente 077: Misión Bloody Mary (1965) – Desde Oriente con Furor (1965) – Misión: Lady Chaplin (1966)