Crítica: Misión Imposible 2 (Mission: Impossible 2) (2000)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 3/5: buena USA, 2000: Tom Cruise (Ethan Hunt), Dougray Scott (Sean Ambrose), Thandie Newton (Nyah Nordhoff Hall), Ving Rhames (Luther Stickell), Richard Roxburgh (Hugh Stamp), Anthony Hopkins (jefe del IMF), John Polson (Billy Baird), Rade Szerabadja (Dr Vladimir Nekhorvich), Brendan Gleeson (John McCloy), William R. Mapother (Wallis)

Director: John Woo, Guión: Robert Towne, sobre una historia de Brannon Braga & Ronald D. Moore, basada an la serie de TV Mission: Impossible creada por Bruce Geller, Productores – Terence Chang, Tom Cruise, Paul Hitchcock & Paula Wagner, Musica – Hans Zimmer, con el tema musical de Lalo Schifrin

Trama: El agente renegado de la IMF (fuerza de Mision Imposible), Sean Ambrose, se ha apoderado del virus Quimera, de alto poder de expansión en corto plazo y cuyos efectos son similares al Ebola. La IMF pone a Ethan Hunt a seguirle el rastro, pero Ambrose es un diestro enemigo que compite en inteligencia con Hunt. La unica manera de llegar a Ambrose es a través de un viejo amor del agente renegado, una ladrona de guante blanco llamada Nyah Hall. Entre seducción y presión, Hunt empujará a Nyah a los brazos de Ambrose, a riesgo de la vida de ésta. Y pronto el agente se verá mezclado en un juego del gato y el ratón por la posesión de Quimera, con Nyah y la población de Sidney como rehenes de Ambrose.

Mission: Impossible 2Mission: Impossible es una serie de culto de la pantalla chica, que proliferó entre 1966 y 1973, y a la que le dedicaremos próximamente su propio espacio por una cuestión de importancia histórica. La serie tuvo un anónimo revival durante 1988 – 1990, pero la falta de respuesta determinó que fuera a parar al canasto de los trastos viejos (aquellos donde quedan los derechos cinematográficos de viejas series a la venta), y que la productora de Tom Cruise terminara por adquirirlos, lo que terminó por resultar en el taquillazo de Mission: Impossible (1996).

La serie se basaba en un escuadrón que resolvía situaciones de alta dificultad, generalmente relacionados con el espionaje. La mecánica de la serie generalmente era montar un engaño para lograr que el enemigo desertara a Occidente o bien, develara algún secreto imposible de descubrir. Y el éxito de la serie se basaba en lo intrincado de sus puestas en escenas para el engaño al enemigo, con alguna cuota de suspenso cuando algo salía mal o alguien no deseado aparecía en escena. La variedad de las situaciones, su cuota de suspenso y el tema clásico de Lalo Schifrin lo hicieron bastante popular, aunque nunca lideró los ratings. Generalmente encontró mayor aceptación en las reediciones de la TV sindicalizada o en otros países. Y una característica peculiar de la serie fué que se restringía exclusivamente a la trama, sin profundizar en absoluto sobre la intimidad de los integrantes de la fuerza. Fue otro producto digno de la Bondmanía de los 60, aunque con personalidad propia.

El problema es que cuando la serie pasó a la pantalla grande con Tom Cruise como protagonista, se bastardizó totalmente. Pero terminó resultando ser una bastardización bastante buena. Sacrilegios como volver a Jim Phelps en villano, o no llamar siquiera a un cameo a algun integrante histórico de la serie, amén de convertir al film / serie en un vehículo de acción para el lucimiento de Cruise, se compensaban con la buena calidad de manufacturación de parte del director Brian de Palma que producía tensión e interés por una trama llena de agujeros. Pero bien podría haberse armado algo tipo Ocean´s Eleven relativo al espionaje, y hubiera funcionado bien… pero serían demasiados co protagonistas para el ego de Tom.

La realidad es que, salvando opiniones personales, es indudable la potencia de Cruise como estrella para acaparar la pantalla. Su carrera es impecable, sus elecciones indiscutibles, y sin duda es un verdadero astro de Hollywood con mayúsculas, a la usanza antigua. Y es sobre sus hombros que recae el peso de la serie, llevando adelante la misma a pesar de los baches en historias y de las profanidades cometidas contra los originales. Si bien Mision Imposible I no es lo que los fans esperaban, tampoco es un espanto; por el contrario, es una muy buena improvisación sobre las bases de la serie, mas allá de ciertos problemas de complejidad de la trama.

Pero si Mision Imposible I mantenía – al menos – una historia densa y cerebral que podía resultar en ese sentido fiel a la serie, MI 2 es todo lo contrario. De espeso suspenso con ocasionales escenas de acción pasamos al otro extremo, donde reinan las explosiones y los absurdos más propios de la saga de James Bond. Quizás este cambio radical tenga que ver con el enfoque de producción – que filmaba las escenas de acción y después le pedía al guionista que las cohesionara con alguna historia -, y a la inclusión de John Woo al mando del film. Woo es el talento importado de Hong Kong, con clásicos como Bullet in the Head o The Killer. Pero después que llegó a Hollywood, Woo se dedicó sistemáticamente a reciclar sus viejos trucos de la galera – balaceras coreografiadas, palomas volando en medio de tiroteos, enfrentamientos a la mexicana, mucha camara lenta -, y pareciera que su inventiva se fue agotando. Los filmes de Woo siguen resultando excitantes, pero cada vez en menor medida – especialmente para los seguidores -, ya que prácticamente no incluye novedades sino que copia mecánicamente a sus hits anteriores. Y cuando Woo intenta jugar derecho o apartarse del estilo, resulta terriblemente chato como en Windtalkers (las escenas de combate de la guerra en este film resultan sorprendentemente rutinarias para un estilista de la acción como Woo).

En cambio, si pensamos en Mission Impossible 2 en sus términos como un comic, resulta bastante mas digno. Hay momentos de exposición y momentos de delirio, con pistoleros en poses cool baleandose con medio mundo, tipos chocándose en el aire después de lanzarse de sus motocicletas, Hunt disparando a los enemigos con la moto parada sobre una rueda, o escenas de acción ralentizadas como el flirteo con los autos, muy al estilo de Goldfinger, que termina transformando al film en un fashion thriller. Ciertamente no es ni por asomo algo relacionado a la serie de TV, y resulta totalmente opuesto a la primera entrega, por lo cual los seguidores terminaron sintiéndose aún más defraudados. Pero, en sus propios términos resulta aceptable, y especialmente por Dougray Scott, que encarna a un villano suficientemente inteligente y carismático a la par de Cruise. Por otro lado, Cruise lidera bien el film, y Thandie Newton pone la cuota de sensibilidad en un papel que podría haber resultado cartón pintado. El delirio de la acción y el buen nivel de actuaciones del elenco compensan cierta falta de pulido en la trama, especialmente en las secciones finales, cuando Newton desaparece como actriz y pasar a ser un objeto que se roban mutuamente Cruise y Scott.

Quizás el problema mayor de la nueva saga tenga que ver con cierta indecisión entre volcarse por la acción pura y dura, o por el suspense. Ni bien se termine de asentar (y decidir), quizás los espectadores tendrían menos reparos con cada nueva entrega, donde realmente esperan un film y ven otro. Habrá que ver qué giro tiene MI:3, con Cruise poniendo al mando de una superproducción a un director de telefilms como J.J.Abrams.

3 CONNERYS: Compensa el quietismo en el apartado acción del primer film, pero tiende a caer en el exceso. Un film demasiado fashion que se contradice con el intento de hacer una trama seria. Y con un espíritu cada vez mas lejos de la serie.

LA SAGA DE MISION IMPOSIBLE

Mision: Imposible (1996) – Mision: Imposible II (2000) – Mision: Imposible III (2006) – Misión Imposible: Protocolo Fantasma (2011) – Misión Imposible: Nación Secreta (2015) – Misión Imposible: Fallout (2018)