Crítica: A Medianoche me Llevaré tu Alma (1964)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Brasil, 1964: José Mojica Marins (Zé do Caixão), Magda Mei (Terezinha de Oliveira), Nivaldo Lima (Antônio de Andrade), Valéria Vasquez (Lenita Zanatas), Ilídio Martins Simões (Dr. Rodolfo), Eucaris Moraes (vieja bruja)

Director: José Mojica Marins, Guión: Waldomiro França, Magda Mei y José Mojica Marins

Trama: El funebrero Zé do Caixao se encuentra obsesionado con tener un hijo, pero su mujer Lenita es estéril. Deslumbrado con Terezinha, la novia de Antonio y el mejor amigo de Zé, decide deshacerse de su esposa para conquistarla. Pero la obsesión de Zé pronto lo lleva a dejar un sangriento sendero de cuerpos, eliminando testigos e incluso a su mejor amigo. Sin embargo, una bruja gitana le ha predecido que muy pronto sus victimas se levantarán de la tumba para castigarle por sus muertes. Y pronto una serie de extraños indicios alertarán a Zé de que la profecía se está por cumplir.

A Meia-Noite Levarei Sua Alma Ya hemos hablado de la vida y obra de José Mojica Marins al comentar El Extraño Mundo de Zé do Caixao. Aquí revisamos el primer film que diera origen al personaje, y disparara la carrera de Mojica Marins hasta el status de ícono de la clase B del cine brasileño que hoy ostenta.

A Meia-Noite Levarei Sua Alma es un filme bastante jugado si uno considera la época en que fué rodado. Aquí Mojica Marins – que aún no era famoso – esta mucho más medido y modesto que de costumbre, y ello redunda en que la película funcione mejor, aunque igual tiene sus momentos de sobreactuación estratosférica – en especial en el clímax -. Tal como habíamos visto en El Extraño Mundo de Zé do Caixao, lo de Mojica Marins es terror pulp en la más pura vena exploitation. A diferencia de los filmes de horror tradicionales – de la Universal o la Hammer por ejemplo -, aquí no hay héroes y partimos de la base de recorrer toda la historia con el villano como protagonista. Es un enfoque fresco y realmente apasionante. No sólo Mojica Marins tiene carisma de sobra (cuando no sobreactúa), sino que incluso hay un par de momentos inspirados en cuanto a prosa se refiere. A uno le da la impresión de que el director y autor es un admirador de Poe, y se nota; el cóctel que comparte con Antonio y en el cual reflexiona sobre su ateísmo, y la fuerza que ello le da sobre el resto de los mortales, es realmente destacable.

Ciertamente es una historia construída sobre algunas falacias que hay que aceptar para que resulte digerible. El único personaje pensante y tridimensional es Ze do Caixao, y el resto es una masa de ignorantes, superticiosos y cobardes, cuyos nombres son intercambiables – Tereza y Antonio, que tienen peso en la historia, son tan anónimos como el resto del pueblo -. En ese pueblo no hay nadie que se atreva a contradecir a Zé – so pena de sufrir cruentas heridas -, y el hombre se hace respetar por el miedo. Tampoco la policía es muy valiente o eficaz que digamos, aunque el tipo ya tenga antecedentes de sobra de ser extremadamente violento. A final de cuentas, si en ese universo funcionara todo como en la realidad, no habría historia que contar.

Pero lo que es particularmente interesante con A Meia-Noite Levarei Sua Alma (y otros filmes de Mojica Marins), es que no hay demasiados preámbulos para lanzarse de lleno a este mundo de horror y perversiones. En cinco minutos ya estamos metidos en la historia, y el personaje ya está haciendo de las suyas. Ciertamente hay un montón de efectismos y utilería barata que no funcionan o que son risibles – las calaveras de papel maché, los falsos cementerios, los maquillajes exagerados -; incluso el final tiene algunas bizarras secuencias con efectos especiales caseros que arruinan bastante el clíma que el relato había construído. Pero donde el film funciona mejor y de gran manera, es cuando los FX son escasos o nulos; la muerte de Lenita (con una tarantula real caminando sobre el cuerpo de la actriz), el asesinato de Antonio, o la impresionante secuencia del ataque a un testigo que termina sin ojos y quemado vivo son realmente buenas y mucho más explícitas que cualquier otra escena de horror de los filmes ingleses y norteamericanos. Entre eso, el blanco y negro de la fotografía, y Mojica Marins inspirando amenaza, la película es más que potable.

A Meia-Noite Levarei Sua Alma es un relato claramente misógino. Aquí Ze do Caixao está obsesionado con la pureza y la continuidad de la sangre, y las mujeres son simplemente los medios para que Zé consiga un hijo. Aún así, es menos sexista que El Extraño Mundo de Ze do Caixao (no hay ningún desnudo); pero, en vez de eso, el relato compensa su cuota de escándalo con la presencia de una serie de escenas de blasfemia – Zé comiendo carne el viernes santo, maldiciendo a Dios, llamando al Diablo, arrojando cruces al suelo, o lastimando a un hombre en el bar con la corona de espinas de una imagen de Cristo -. Debido a ello, tuvo problemas con la censura en Brasil; pero en aquella época, las autorizaciones de exhibición corrían por cada estado; y en aquellos en que se puso en cartel, A Meia-Noite Levarei Sua Alma fue un rotundo éxito.

Aún con sus decorados de cartón pintado, sus malos actores, su sobreactuación y sus huecos en la historia, A Media Noche me Llevaré tu Alma es una película más que disfrutable. Hay un buen villano, sangrientas muertes y un clima de horror que envidiaría cualquier film de su género. Es entretenimiento trash en gran forma.

ZE DO CAIXAO

Los filmes comentados sobre Zé do Caixao, el icónico personaje de terror creado por Jose Mojica Marins son: A Media Noche me Llevaré tu Alma (1964); Esta Noche Poseeré tu Cadáver (1967), y La Encarnación del Demonio (2008), que constituyen la trilogía clásica. El personaje también ha aparecido como cameo en otros filmes como El Extraño Mundo de Zé do Caixao (1968)