Crítica: Los Pájaros (The Birds) (1963)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1963: Tippi Hedren (Melanie Daniels), Rod Taylor (Mitch Brenner), Suzanne Pleshette (Annie Hayworth), Jessica Tandy (Lydia Brenner), Veronica Cartwright (Cathy Brenner)

Director: Alfred Hitchcock, Guión: Evan Hunter, basado en el cuento homónimo de Daphne du Maurier

Recomendación del Editor

Trama: Melanie Daniels es una revoltosa joven adinerada que es increpada por el abogado Mitch Brenner cuando se encuentra en una tienda de animales. Melanie ha producido numerosos escándalos y Mitch le reprende por su conducta. Pero Melanie está decidida a hacer las pases con Mitch – e incluso se siente atraída por el abogado – y consigue dar con su paradero en el pueblo de Bodega Bay, a 100 kilómetros de San Francisco. Como presente le lleva un par de periquitos, que era el regalo original que Mitch pensaba comprar para el cumpleaños de su hermana menor. Sorprendido por la visita de la joven, Mitch sale al encuentro de Melanie pero ésta es atacada por una gaviota. Mientras la relación entre ambos comienza a crecer, se suceden ataques de pájaros hacia la gente con mayor frecuencia. En un principio la gente de Bodega Bay descree de las versiones de Mitch y Melanie, pero un ataque masivo al pueblo – que deja numerosos muertos – no deja dudas. Sin explicación aparente los pájaros están atacando despiadadamente a los seres humanos, los que terminan refugiándose y fortificando sus casas, y esperando sobrevivir a los mismos.

Los Pajaros Posiblemente en la Tierra no haya persona que no haya visto algún film de Sir Alfred Hitchcock (1899 – 1980). Fué un director formidable que acumuló una enorme cantidad de clásicos a lo largo de su vasta trayectoria. Y si bien la lista es muy larga (North by Northwest, La Soga, Vértigo, Para Atrapar al Ladrón, Topaz, El Hombre que Sabía Demasiado, etc), hay dos filmes esenciales de su carrera que son sin duda los más populares: Psicosis y Los Pájaros.

Hitchcock era un personaje dentro y fuera de las pantallas. Tenía un talento impecable para generar suspenso, escenas memorables y, especialmente, elegir excelentes guiones – filmaba guiones “blancos”; o sea, rodaba de principio a fin los argumentos sin ninguna reescritura de último momento -. Pocas personalidades del cine han tenido el poder de Hitchcock en cuanto a masividad de recursos e independencia de decisiones creativas, sin mencionar sus éxitos comerciales: sólo se me ocurre compararlo con las libertades que pudieron obtener de los estudios Stanley Kubrick y Steven Spielberg. Eso no significa que la relación del director inglés con los estudios fuera idílica, pero en una enorme mayoría de los casos terminó haciendo lo que él quiso, y lo que siempre le salía bien, que era filmar películas de alto impacto. A su vez, Hitchcock era un genio publicitario donde él mismo era un producto de marketing y un elemento de promoción de sus filmes. Con ingeniosos trucos conseguía llenar las plateas con el mínimo esfuerzo. La magia publicitaria de Hitchcock sólo es comparable con los trucos promocionales de William Castle; pero mientras que Castle era un divertido charlatán de feria, Hitchcock era el circo Barnum y Bayley con todas las pistas.

Los Pájaros usualmente es valorado como un Hitchcock menor, algo que me parece injusto. Es un filme que tiene un ritmo de relojería suiza, como es usual con las obras del director inglés. Si uno considera el inicio de la trama, ésta resulta absolutamente trivial: nena rica encaprichada con el único que le ha hecho frente, y que sin reparos se lanza a su persecución. Esta falta de motivo valedero parece mucho a la segunda parte de Vértigo – donde el protagonista encuentra algo extraño y se lanza a investigarlo sin mucha causa fundada -. Es curioso notar que el papel de Melanie Daniels parece concebido como un rol masculino – esa mezcla de arrogancia y audacia por la cual persigue a Mitch -, que sirve para darle un caracter revolucionario al papel. Es extraño ver en un filme de 1963 a una mujer independiente y decidida que va detrás de lo que a ella le interesa.

Los primeros minutos de estadía en Bodega Bay son absolutamente artificiales: Melanie se relaciona con la mayoría del pueblo de modo casual, como para que el espectador conozca a los personajes que más adelante participarán en la trama. Sin ir más lejos, nada resulta más obvio que el encuentro entre Melanie y la maestra Annie Hayworth, simplemente para preguntarle el nombre de la hermana de Mitch, y enterarse que Annie fue un interés romántico del abogado. No es que la interacción dramática de los personajes sea especialmente profunda, pero está hecha con bastante gracia como para que dejen de ser simplemente clisés. El abogado independiente, la chica rica egocéntrica, la madre castradora, la chica de pueblo enamorada del héroe.

Pero a partir del reencuentro de Mitch y Melanie en Bodega Bay es cuando el filme comienza a despegar muy lentamente, con los shocks habituales de Hitchcock. El ataque sorpresivo de la gaviota a Melanie, siguiendo por la escalada de los mismos: la escena del cumpleaños infantil, el memorable ataque a la escuela, la impecable secuencia en el restaurant – donde todos intentan explicar lo inexplicable, y que es un mecanismo que numerosas películas de terror y ciencia ficción imitarán hasta el hartazgo -, o el final totalmente apocalíptico.

Como las mejores obras del cine fantástico, lo mejor es no explicar lo inexplicable porque se caen en corsets de palabras que muchas veces suenan ridículos. Aquí simplemente la naturaleza se sale de control y comienza a atacar a los seres humanos. Los números que da la anciana en el bar son escalofriantes: billones de aves atacando a las personas es sencillamente imparable. Y las escenas de ataques están dirigidas de un modo impresionante, con mucho apoyo de la alienígena banda sonora basada en los sonidos electrónicos que imitan a los pájaros. Es una película formidable.

Lo que es interesante notar es que los ataques empiezan con la llegada de Melanie al pueblo. En muchos sentidos parece justificada la afirmación de la madre enloquecida que se encuentra en el restaurant, de que ella es la causa de los ataques. Uno puede pensar en varios ejemplos del cine fantástico – sin ir más lejos, Planeta Prohibido – en donde el subconsciente del protagonista es el que materializa los ataques. Y siguiendo con los paralelismos, estos se dan en los momentos de mayor tensión sexual entre Mitch y Melanie. De todos modos ésta es sólo una teoría, ya que no existe una explicación única desde el punto de vista intelectual – el ataque en la casa del granjero Dan es totalmente descolgado de la relación entre Mitch y Melanie -. Como suele pasar con las obras memorables del cine fantástico, lo que pasa es que algo corriente se comienza a comportar de forma totalmente extraña y el equilibrio del mundo cambia. No siempre los ejemplos de este tipo de conducta son felices: Fuera de Control de Stephen King es uno de los peores filmes sobre este concepto, pero sin dudas todos le deben una cuota de inspiración a Hitchcock.

Es una película que mantiene intacta su capacidad de shock. Está muy bien escrita y muy bien actuada. Tiene un humor formidable en algunas escenas (como cuando Melanie viaja por la carretera con los periquitos), y la tensión adecuada cuando lo requiere. Un clásico impecable en todo sentido.

ALFRED HITCHCOCK

Filmes de Alfred Hitchcock que hemos comentado en este portal: La Soga (1948) – La Ventana Indiscreta (1954) –  Intriga Internacional (1959) – Psicosis (1960) – Los Pajaros (1963) – Topaz (1969) – Frenesí (1972). A su vez de Los Pájaros se hizo una horrenda secuela para cable, Los Pajaros II: El Fin del Mundo (1994). Psicosis (1998) es una remake realizada por Gus Van Sant. Bates Motel (2013 -) es una miniserie que narra los años de juventud de Norman Bates y su madre. Hitchcock (2012) y La Chica (2012) son dos filmes biográficos que documentan respectivamente los rodajes de Psicosis, Los Pájaros y Marnie.