Crítica: 007 Su Nombre es Peligro (007 Alta Tensión) (The Living Daylights) (1987)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 4/5: muy buena Gran Bretaña 1987: Intérpretes: Timothy Dalton (James Bond), Maryam d’Abo (Kara Milovy), Jeroen Krabbé (General Georgi Koskov), Joe Don Baker (Brad Whitaker), John Rhys-Davies (General Leonid Pushkin), Art Malik (Kamran Shah), Andreas Wisniewski (Necros), Thomas Wheatley (Saunders), Desmond Llewelyn (Q), Robert Brown (M), Geoffrey Keen (Ministro de Defensa), Walter Gotell (General Anatol Gogol), Caroline Bliss (Miss Moneypenny), John Terry (Felix Leiter), John Bowe (Cornoel Feyador), Julie T. Wallace (Rosika Miklos), Kell Tyler (Linda), Catherine Rabett (Liz), Dulice Liecier (Ava), Nadim Sawalha (jefe de seguridad)

Director: John Glen – Argumento: historia de Ian Fleming – Guión: Richard Maibaum y Michael G. Wilson – Fotografía: Alec Mills – Montaje: John Grover, Peter Davies – Música: John Barry – Diseño de producción: Peter Lamont – Supervisión de la dirección artística: Terry Ackland-Snow – Decorados: Michael Ford – Vestuario: Emma Porteous – Sonido: Colin Miller – Productor: Albert R. Broccoli y Michael G. Wilson

130 min, No rating, Color – 29/6/1987: estreno mundial en el Odeon Leicester Square de Londres

Trama: En una práctica de entrenamiento en Gibraltar, varios agentes del servicio secreto británico mueren, y la nota que dejan los asesinos menciona a SMERSH, el temible servicio ruso de eliminación de espías enemigos, que se tenía por desaparecido desde hace años. Mientras tanto, 007 debe proteger la defección del general ruso Koskov de la Cortina de Hierro, y al hacerlo se encuentra con una franco tiradora apuntando al mismo. Bond simplemente la hiere y acompaña a Koskov a Inglaterra. Cuando el general ruso se encuentra por dar informes y confirmar que SMERSH ha sido reactivada por el actual jefe de la KGB – el general Pushkin – , es secuestrado. Y 007 es enviado a investigar, topándose con la novia de Koskov que resulta ser la francotiradora que hirió en Berlín. Pronto el espía inglés comenzará a develar una trama de conspiración pergeñada por Koskov para involucrar al Servicio Secreto de Su Majestad en la eliminación de su enemigo en la KGB – el general Pushkin -, y poder ocultar una serie de desfalcos que ha cometido para amasar una fortuna en el tráfico de armas y opio.

Critica: THE LIVING DAYLIGHTS (007 SU NOMBRE ES PELIGRO)

Llegó 1985, Moore le dijo adiós a 007 en A View to a Kill, y todo el mundo entró en pánico (especialmente Albert Broccoli).

La era Moore puede ser criticada por muchas cosas: por su despareja calidad, por el tono bufonesco que el inglés le había dado al personaje, por su total abandono de los orígenes literarios (y su incursión en el disparate)… pero no puede negarse que la era Moore fué la más espectacular, la que produjo mejores rendimientos de taquilla, la que hizo a James Bond como ídolo de masas (sus films eran vistos por toda la familia) y, fundamentalmente, la virtud de darle continuidad al personaje en los ´70 y parte de los ´80. El mundo había evolucionado y 007 también, y el cambio no había sido mal recibido. El triunfo de Roger Moore como sucesor de Sean Connery es un mérito del inglés en saber reconocer la diferencia, no intentar imitarlo al escocés, e incluso hacer una interpretación del personaje contraria a la de Connery. Su estilo fue aceptado, evolucionó a 007 y acostumbró al público a ver a un James Bond más suave, amable y bromista, seductor por simpatía, más descarado y quizás algo más torpe en las escenas de lucha mano a mano, pero siempre inmerso en escenarios y persecuciones espectaculares, y dotado de un feeling con el público que solía recurrir a los guiños como diciendo: “lo que pasa ahora en escena yo tampoco me lo creo”.

Mientras que a finales de los 60, para el público Bond era Connery, para mediados de los 80 era Moore. Los espectadores se habían acostumbrado a ver otro estilo de Bond. Y como otra medalla que podemos adjudicarle a Moore, está el hecho que supo ver el costado que la gente echaba de menos en el agente británico. Les mostró otro perfil, el público lo aceptó, y dejó su propia marca en el personaje. O sea que a mediados de los 80, tal como en su momento Lazenby debía luchar con la sombra larga de Connery cirniéndose sobre su labor, en 1987 era el perfil de Moore que se erigía sobre su posible sucesor. Es interesante – en este punto, y ante la inminencia de la elección de un nuevo Bond en vísperas de la partida de Pierce Brosnan – ver los criterios de cómo Eon elige a los posibles intérpretes de 007.

Salvando el desastroso casting de On Her Majesty´s Secret Service (comentado en la sección de dicha película), podemos establecer algunas reglas empíricas extraídas de los hechos históricos que se han dado en más de 40 años de existencia cinematográfica del personaje:

– Eon siempre llama a candidatos descartados de anteriores castings

– Eon siempre elige a actores secundarios, con presencia estelar en TV o secundaria en films mainstream. Nunca apuesta a una gran estrella por una cuestión de costos (si bien Moore era a su modo una estrella de TV por su serie The Saint al momento de ser elegido para Live And Let Die). Todo lo que se dice sobre posibles castings (antes y ahora) de James Mason, Cary Grant, Mel Gibson o Hugh Grant (entre otros), tómemoslo como leyenda. Pero el perfil de los productores siempre fué elegir intérpretes baratos.

– Y, como detalle adicional, la sucesión de un Bond exitoso no termina en una elección exitosa, sino en un 007 de transición. La sombra del antecesor opaca al nuevo intérprete. Tanto Lazenby como Dalton pueden verse como Bonds temporales, con tibias respuestas del público.

A 1987 la elección para Bond era Pierce Brosnan. Si bien no era una gran estrella, y su serie Remington Steele no era un top ten en la TV, el irlandés compartía más de un perfil con Roger Moore. Y su Remington Steele tenía varios puntos de contacto con James Bond: era suave y simpático, se movía en ambientes lujosos, y tenía ese feeling similar a Moore de no creerse demasiado los disparates en que se veía envuelto.

Brosnan era una excelente candidato y, si hubiera podido saltar a la serie en 1987 – y con Broccoli padre a cargo – , lo más probable es que la serie siguiera la misma línea de disparate y descontrol creativo como se había visto en A View to Kill. Pero conocida la noticia de su candidatura, los productores de la serie Remington Steelerecientemente cancelada – se volvieron codiciosos, vieron el momento como una oportunidad para hacer unos dólares extra, y recontrataron al elenco para filmar una temporada más. Ataron a Brosnan a un nuevo contrato que le exigía exclusividad, impidieron al irlandés acceder al personaje… y lanzaron una nueva temporada de la serie que apenas tuvo una tibia acogida. En vez de haber sido inteligentes y darle la oportunidad de ser Bond mientras lanzaban la nueva temporada como “la última serie que filmó el actual 007”, estropearon todo y no ganaron las fortunas que habían imaginado.

Con Brosnan atado y fuera de combate, la elección de Bond cayó sobre un galés que había sido candidato tanto en 1969 como en 1973 a interpretar al agente secreto. Timothy Dalton era un actor de carrera más teatral que cinematográfica, y su participación en el cine se reducía a dramas de época (Cronwell, Agatha), y a algún bochorno como Sextettela espantosa comedia con Mae West -, o la versión kitsch de Flash Gordon de los años 80.

Dalton tenía una sólida formación shakespereana que iba en su contra. Los actores de teatro clásico suelen ser excelentes para papeles de autoridad y comando (se adaptan sin problemas como el caso de Patrick Stewart con su Jean Luc Picard de Star Trek – Next Generation), pero carecen de cierta espontaneidad – que era la principal virtud de Moore como 007 – . Toman su trabajo muy a pecho y, salvo excepciones, no suelen ser dotados para la comedia. En cambio, son ideales para expresar otro tipo de emociones, transmitir conflictos internos, y recitar parlamentos con voz de barítono. Por compararlo en términos muy extremos, reemplazar a Moore con Dalton equivalía a sustituir a Jerry Lewis con Charlton Heston.

Ciertamente para que Dalton funcionara como Bond, el guión debía ser hecho a la medida del galés, cosa que no sucedió con The Living Daylights y sí con Licence to Kill. La primera experiencia cinematográfica de Timothy Dalton como James Bond resultó siendo un híbrido, con un script pensado para Pierce Brosnan que semejaba a un film Moore mas light en comedia, y al que se le puso a último momento mayor ahínco en el desarrollo de tramas y personajes para que el galés se luciera.

El Bond de Dalton cumple a la perfección con la estética de lo que debería ser 007, pero carece de personalidad, al menos en esta primera entrega. Uno puede catalogar a la interpretación de Dalton como demasiado estoica; lo suyo no es hacer chistes, y se nota la falta de comfort del actor en esos momentos. Tampoco radia demasiado carisma; parece demasiado apurado en recitar sus parlamentos y es bastante más autoritario que Moore en su comando en escena. Pero, en compensación, es un Bond impaciente y duro, furioso, que lo acerca mucho más a Connery. Ciertamente si Dalton hubiera sucedido al escocés en los 70 la serie hubiera mantenido otro nivel de calidad (mucho más alto, por cierto). Pero tal como mencionamos antes, ahora es la sombra de Moore (y de su público) la que oscurece al galés. El público choca con su interpretación – a medias con este film, y definitivamente en la siguiente entrega, donde Dalton desarrolla a full todo su potencial -.

Dalton brinda sus mejores momentos cuando, por ejemplo, persigue al criminal de SMERSH por Gibraltar, cuando hace de francotirador protegiendo a Koskov, cuando amenaza a Pushkin o cuando expresa su odio tras la muerte de Saunders en el parque de diversiones. Es ciertamente algo torpe en las escenas románticas con el personaje de Kara (también es porque se trata de un Bond moderno, menos mujeriego y más respetuoso en plenos tiempos de aparición del SIDA), o en las escenas de lucha – donde no posee demasiada presencia, o incluso a veces es opacado por Kara que viene a representar a una de las primeras Bond Women modernas, con más personalidad y presencia en pantalla que las anteriores, y dejando de ser un mero objeto decorativo – . Y se encuentra visiblemente incómodo en momentos como la persecución en el hielo, donde debería radiar simpatía. Imagino yo que debe haber mellado fuertemente en el orgullo del actor las críticas sobre su aparente antipatía que, cuando Dalton deja la serie, se embarca en varias comedias con resultado dispar en la taquilla, pero que increíblemente muestran al galés mucho más cómodo en esta clase de roles (como The Beautician and the Beast, que es un film mucho más potable de lo que parece a pesar de Fran Drescher, oLooney Tunes: Back in Action donde reprisa su rol de 007 como Damien Drake). ¿Será acaso que la presión de productores y público le jugaba en contra?

Pero dejando a un lado el tema de Dalton, The Living Daylights es un film de saludable buena calidad que resultaba imprescindible para salir del caos que supuso A View to Kill. Hay acción y hay trama (por primera vez muestra en pantalla a SMERSH, que en realidad era la organización rusa que solía presentar Fleming en sus novelas a modo de villano – por ejemplo en From Russia With Love – y que la serie cinematográfica descartó para tomar desde el principio a SPECTRE) , y el público sigue con interés la misma porque desconoce hacia dónde va. Al igual que más tarde en Goldeneye, acá hay un thriller que requiere investigación por parte del protagonista. Y si bien toma unas pocas líneas de un par de cuentos de Fleming (concretamente la defección de un ruso en Berlín, la chica celista y francotiradora), el resto es pura invención. Hay suspenso, hay buenos escenarios, hay tensión en las persecuciones, y hay una última y excelente banda sonora de John Barry, despedida de la serie, que tiene más instrumentos electrónicos de lo habitual. Pero por supuesto, el film tiene sus tonterías (sino no podría ser un film Bond de los 80), como Art Malik llegando con sus compañeros cargados de armas al concierto final de Kara (después de haber viajado en avión !).

En el nivel de interpretaciones, Dalton se defiende como puede con su Bond híbrido, John Rhys Davies brilla con su Pushkin, Maryam D´Abo resalta con su Kara Milovy, pero falla miserablemente a la hora de los villanos. Mientras que Necros de Andreas Wisniewski es excelente como asesino despiadado, tanto el Koskov de Jeroen Krabbe como el Whitaker de Joe Don Baker son posiblemente los peores criminales que han pisado los terrenos de la serie (el traficante de armas de Baker es realmente vulgar y sin presencia, mientras que al menos Krabbé termina por resultar simpático). Blandos, bufonescos, pura caricatura. Como he dicho en varias oportunidades, casi todos los problemas de la serie en los 70 y 80 ha sido el dispar control creativo de Albert Broccoli, y la prolongada estadía en la silla del director de John Glen, un hombre que comenzó con bríos y que se encontraba – a esta altura – cansado de dirigir la serie. Cosa que se confirma con la terrible Licence to Kill, donde nada funciona excepto, quizas, la interpretación de Dalton como unico dato destacable.

¿Cómo es The Living Daylights como film?. Es muy bueno y entretenido, de mayor sobriedad que las últimas aventuras de Moore, pero con Dalton incómodo de seguir un perfil similar al inglés (aunque mas light en cuanto a comedia). Las persecuciones están muy bien, pero los villanos ni siquiera llegan al nivel de cartón pintado. Eleva la calidad de aquellos momentos de la serie, pero falla – como es habitual en los films de Glen – en mantener un nivel actoral parejo. Con otro director y un guión mas pulido, este podría haber sido uno de los films clásicos de la saga.

LA SAGA OFICIAL DE JAMES BOND

La era Connery: Doctor No (1962)Desde Rusia con amor (1963)Goldfinger (1964)Operacion Trueno (1965)Solo se vive dos veces (1967) / El fugaz paso de Lazenby: Al Servicio Secreto de Su Majestad (1969) / El primer regreso de Connery: Los Diamantes son Eternos (1971) / La era Moore: Vive y Deja Morir (1973)El Hombre del Revolver de Oro (1974)La Espia que me Amo (1977)Moonraker (1979)Solo para sus Ojos (1981)Octopussy (1983)En la Mira de los Asesinos (1985) / La era Dalton: Su Nombre es Peligro (1987)Licencia para Matar (1989) / La era Brosnan: Goldeneye (1995)El Mañana Nunca Muere (1997)El Mundo no Basta (1999)Otro Dia para Morir (2002) / La era Craig: Casino Royale (2006)Quantum of Solace (2008)Operación Skyfall (2012)Spectre (2015) – Sin Tiempo Para Morir (2021)

Canción del film

Después de Paul Mc Cartney y Duran Duran, la serie retoma el rock y el pop en este muy buen tema de A-ha, todo un hit. Letra y música de John Barry y Pal Waaktaar – Cantada por A-ha

Hey driver, where are we going?
I swear, my nerves are showing
Set my hopes up way too high
The living’s in the way we die

Comes the morning and the headlines fade away
Hundred thousand people, I’m the one they frame
I’ve been waiting long for one of us to say
Spare the darkness, let it never fade away

Ooohh, the living daylights
Ooohh, the living daylights (the living daylights)

Allright, hold on tight now,
It’s down, down to the wire
Get your hopes up way too high
The living’s in the way we die

Comes the morning and the headlines fade away
Hundred thousand changes, everything’s the same
I’ve been waiting long for one of us to say
Save the darkness, let it never fade away

Ooohh, the living daylights
Ooohh, the living daylights (the living daylights)
Ooohh, the living daylights (the living daylights)

Comes the morning and the headlines fade away
Hundred thousand people, I’m the one they frame
Ooohh, the living daylights

Ooohh, the living daylights (the living daylights)
(the living daylights) set your hopes up way too high
(the living daylights) the living’s in the way we die
(the living daylights) set your hopes up way too high

En español:

Hey conductor, a dónde vamos?
lo juro, mis nervios estan a flor de piel
mis esperanzas han crecido demasiado
vivimos de la misma forma que morimos

Llega la mañana y las brumas se van desvaneciendo
cien mil personas, soy la única que ellos buscan
estuve esperando demasiado por alguno de nosotros que diga
que se vaya la oscuridad, que no la deje caer sobre nosotros

Oooh, los resplandores vivientes
Oooh, los resplandores vivientes (los resplandores vivientes)

de acuerdo, sujétate firme ahora
vamos hacia abajo, abajo en la cuerda
manten tus esperanzas en alto
vivimos de la misma forma que morimos

Llega la mañana y las brumas se van desvaneciendo
cien mil personas, soy la única que ellos buscan
estuve esperando demasiado por alguno de nosotros que diga
que se vaya la oscuridad, que no la deje caer sobre nosotros

Oooh, los resplandores vivientes
Oooh, los resplandores vivientes (los resplandores vivientes)
Oooh, los resplandores vivientes (los resplandores vivientes)

Llega la mañana y las brumas se van desvaneciendo
cien mil personas, soy la única que ellos buscan
Oooh, los resplandores vivientes (los resplandores vivientes)

Oooh, los resplandores vivientes (los resplandores vivientes)
(los resplandores vivientes) manten tus esperanzas en alto
(los resplandores vivientes) vivimos de la misma forma que morimos
(los resplandores vivientes) manten tus esperanzas en alto