Crítica: Fuerza Siniestra (Lifeforce) (1985)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 1985: Steve Railsback (Coronel Tom Carlsen), Peter Firth (Coronel Colin Caine), Frank Finlay (Dr Hans Fallada), Michael Gothard (Dr Leonard Bukovsky), Mathilda May (vampiro)

Director: Tobe Hooper, Guión: Don Jakoby & Dan O’Bannon, basados en la novela The Space Vampires de Colin Wilson, Musica – Henry Mancini

Trama: La misión anglo americana Churchill tiene por objetivo interceptar la trayectoria del cometa Halley para realizar evaluaciones científicas. Pero oculta en la cola del cometa encuentran una gigantesca nave abandonada plena de cadaveres alienígenas parecidos a enormes murciélagos; además, en su interior, hallan tres compartimientos de cristal que contienen a una mujer y dos hombres. El coronel Tom Carlsen, a cargo de la misión, ordena evacuar a los humanoides así como al cadaver de uno de los alienígenas. Dias más tarde, la misión Churchill es encontrada a la deriva en la orbita de la Tierra, y todos sus tripulantes han perecido. Las cápsulas con los humanoides son trasladadas a Londres, para investigar qué es lo que ha ocurrido con la misión; pero la chica humanoide regresa a la vida y demuestra ser una especie de vampiro que absorbe la energía vital de los humanos, además de tener la capacidad de trasladarse de un cuerpo a otro. El coronel Colin Caine del ejército británico queda a cargo del operativo para hallar a la alienígena; mientras tanto, la cápsula de rescate del Churchill es hallada con el coronel Carlsen en su interior. Carlsen comienza a explicar cómo los vampiros alienígenas lo han controlado y han diezmado su tripulación, planeando dominar la Tierra. Ahora Carlsen y Caine deberán ir tras la humanoide, mientras que los ataques de ésta dejan contagiadas a sus víctimas y muy pronto todo Londres quedará sumida en el caos por la propagación de la plaga vampírica.

Lifeforce Esta es la primera de tres películas que el director Tobe Hooper – el mismo de The Texas Chaisaw Massacre y Poltergeist – debía filmar por contrato para la Golan Globus. Pero tanto esta como las siguientes entregas – la remake de Invasores de Marte y la secuela de The Texas Chainsaw Massacre – se convirtieron en horrendos fracasos de taquilla, llevando a la quiebra a la Golan Globus y hundiendo (hasta el día de hoy) a la prometedora carrera de Hooper.

Lifeforce es un film que siempre ha vivido en la polémica, debatiéndose entre que si se trata de una obra maestra o una basura de proporciones siderales. Ademas de Hooper, está Dan O´Bannon (Alien, Dark Star) a cargo de los libretos, John Dykstra (2001) en los efectos especiales y Henry Mancini (La Pantera Rosa) a cargo de la música. Con semejante suma de talentos resulta difícil comprender qué es lo que puede haber salido mal para que el film se estrellara en la taquilla, salvo el obvio detalle del elenco y el escenario puramente ingleses (que no suele seducir a las plateas norteamericanas).

Pero Lifeforce es un film muy desparejo y se nota. Toda la historia parece un pastiche de ideas tomadas de la serie Quatermass creada por Nigel Kneale; desde la misión fallida que viene con un “regalito alienigena” (The Quatermass Xperiment) hasta el control masivo de la población y el hundimiento de Londres en un caos apocalíptico (Quatermass and the Pit). Si al personaje del Dr. Fallada le hubieran reemplazado el nombre por el del profesor Bernard Quatermass, este sería un film que calzaría perfecto en los canones de la creación de Nigel Kneale; por ejemplo, la típica explicación de que las criaturas alienígenas absorben energía como los vampiros y que su centro de poder está debajo del corazón (por lo cual, para matarlos hay que estaquearlos) es muy propia de la creatividad de Kneale, que solía tomar la leyenda y reelaborarla desde el punto de vista de la ciencia moderna (como las figuras demoníacas de las langostas alienígenas en Quatermass and the Pit). La otra influencia notable es Dracula, ya que el coronel Carlsen establece un vinculo siquico con el vampiro dominante, tal como Harker en la novela.

Lifeforce tiene una sobreabundancia de ideas que, a veces, atenta contra la misma película. Y Tobe Hooper suele verse excedido por ellas. La cantidad de sucesos a relatar es tanta que a veces el relato va demasiado rápido – por ejemplo, las escenas iniciales en el espacio están horriblemente filmadas, donde cada secuencia no dura más de dos segundos mientras se dispara información sin cesar -, y la película recién encuentra sus pies cuando los sarcófagos de cristal que contienen los humanoides llegan a la Tierra. Allí empieza a ganar fluidez y capacidad de shock, en especial con los cadaveres consumidos por los aliens que súbitamente regresan a la vida.

Si bien el film se pone muy interesante cuando Carlson y Caine forman equipo y empiezan a rastrear a la vampira, existen momentos en que obviamente el director Hooper pierde el control y la historia roza lo ridículo; los comentarios sobre “la enorme femineidad” o “el gigantesco amor” que destila la alien y seduce a los humanos; el beso entre Steve Railsback y Patrick Stewart (que tiene a la alien en su interior); o la súbita aparición de una espada medieval para estaquear a los infectados. Por otro lado la película tiene sus buenos momentos de shock, como la formación del espíritu de la alien a partir de la sangre que emana de los cadaveres (algo que creo que proviene de Dracula o de alguna de sus versiones), o la visión del altar que la alien ha desarrollado en la catedral de Londres, donde las almas humanas son absorbidas por el gigantesco colector espacial.

Fuerza Siniestra es una película salvaje; tiene una cantidad enorme de ideas brillantes que excede a su tiempo de proyección. Precisaba una reescritura del guión para ajustar y depurar a las mismas; y precisaba otro director que supiera domar los conceptos del libreto, evitando el ridículo de dos o tres escenas clave. El final es abrupto y carente de explicación, pero es la frutilla de este postre que podría haber sido una obra maestra y termina siendo una pelicula brillantemente fallida.