Crítica: Kiss the Girls and Make Them Die / Se Tutte Le Donne del Mondo (1966)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificacion 5 Connerys sobre 5: excelente Italia, 1966: Intérpretes: Mike Connors (Kelly), Dorothy Provine (Susan Fleming), Raf Vallone (Mr. Ardonian), Terry-Thomas (Lord Aldric / James), Margaret Lee (Grace), Nicoletta Machiavelli (Sylvia)

Director: Henry Levin & Arduino Maiuri – Guión: Arduino Maiuri & Jack Pulman

Trama: Kelly es un agente de la CIA que se encuentra en Rio de Janeiro investigando la misteriosa desaparición de mujeres de diversas razas y nacionalidades. El responsable parece ser el multimillonario Mr. Ardonian, quien las enamora y las elimina al cabo de un tiempo. Tras la pista de Ardonian también se encuentra la sensual espía inglesa Susan Fleming, la que se ha ofrecido como cebo para captar la atención de Ardonian y desbaratar su plan. Pero ambos espías se llevarán una sorpresa mayúscula al descubrir que en realidad el plan de Ardonian es esterilizar a toda la población del mundo mediante la diseminación de una toxina en la atmósfera; y, por ello, ha estado recolectando mujeres bellas y las ha puesto en estado de hibernación, planeando utilizarlas para procrearse con ellas y generar una nueva raza humana a su imagen y semejanza. Ahora Kelly y Fleming deberán correr contra el tiempo para detener el lanzamiento del cohete que porta la toxina y, por ende, evitar que los planes del siniestro Ardonian se materialicen.

Kiss the Girls and Make The Die (1966)En los sesentas proliferaban los clones de 007, quien se había puesto de moda a partir de Goldfinger (1964) y había desatado una euforia a nivel mundial. Los europeos se despacharon con toneladas de copias baratas, creando el género serie B de los euroespias, y los americanos también hicieron lo suyo. Y, en más de una ocasión, los caminos de los imitadores de una y otra parte del globo coincidían, generando curiosas co producciones de la época.

En general el cine de euroespías se caracterizó por tomar los elementos de comic de los filmes de James Bond, enfatizándolos hasta el paroxismo. Ok, de vez en cuando había alguna que otra aventura seria como las cintas de Harry Palmer (protagonizadas por Michael Caine), pero el grueso de copias tenía el tenor de parodias baratas y sexistas. La trama era mínima, los espías tenían gadgets ridículos, y la conspiración de turno siempre tenía que ver con mujeres y sexo – mujeres exterminando a todos los hombres del mundo; hombres que tenían ejércitos de mujeres robot; esterilización de toda la raza humana, como el caso que nos ocupa; y un amplio etcétera -. En esa miopía artística radica la causa de la decadencia del género; para finales de los sesenta los cines estaban inundados de comedias de agentes secretos que eran demasiado parecidas entre sí, y el broche de oro lo puso Casino Royale (1967), en donde James Bond había obtenido la licencia oficial para parodiarse a sí mismo. Para 1969 el cine de espionaje estaba en franca retirada; Sean Connery se había ido de la saga que lo hiciera famoso, Al Servicio Secreto de Su Majestad (con el 007 reemplazante George Lazenby) era un fracaso de taquilla, Dean Martin dejaba de rodar filmes de Matt Helm, y hasta la secuela de las aventuras de James Coburn In Like Flint había obtenido tibias recaudaciones. Simplemente el público quería ver otra cosa distinta.

Pero entre ese mar de copias, había buenas producciones que terminaron injustamente olvidadas. El caso que nos ocupa (el atroz titulo en español es Besa las Chicas Pero no las Mates, que es todo lo contrario de Kiss The Girls and Make Them Die, Bésalas y Mátalas; y cuyo título original en italiano es Si Todas las Mujeres del MundoSe Tutte Le Donne del Mondo -) es una parodia que está elaborada con mucha más calidad de lo que uno podría imaginarse. Es una producción de Dino De Laurentiis, con una parva de actores y técnicos importados de USA e Inglaterra, con abundancia de sets lujosos y exóticos escenarios internacionales. La acción tiene lugar en Rio de Janeiro, en donde el filme se regodea con abundantes tomas turísticas de la belleza del lugar.

Esta es una película que tiene su propio encanto. El casting es espectacular: está Mike Connors, años antes de Mannix, e interpretando con soltura a un cínico y expeditivo agente secreto de la CIA; Raf Vallone es el villano y aporta su cuota de clase; y hay un dúo de agentes británicos – la bella Dorothy Provine y el cómico Terry-Thomas -, obviamente inspirados en los personajes de Lady Penelope y Parker de Los Thunderbirds (además de que cuentan con su propio Rolls Royce plagado de gadgets). Connors pelea bien, es simpático, se la pasa comiendo bananas, y tiene un par de persecuciones espectaculares, como el excepcional escape de la estatua de Cristo Redentor en Río (en donde el actor hace sus propias acrobacias). No es ningún párvulo, y tiene su propio duelo de ingenio con el villano. Y, lo que al principio parece una investigación de rutina – averiguar por qué han desaparecido tantas chicas de distintas nacionalidades a manos del villano -, se transforma en un delicioso disparate pulp en la segunda mitad de la película. Instalaciones subterráneas, Rolls Royce que se camuflan como letreros de carretera, estolas de piel que se transforman en boas, un chofer con pinta de incompetente que es mucho más letal de lo que parece, y gadgets de todo tipo y color. Por Dios, que película tan divertida!.

Por supuesto que si le prestan atención a la trama y les suena conocida, es porque il laddri Christopher Wood copió el 90% de las ideas del filme para generar ese esperpento llamado Moonraker en 1979. El plan de Raf Vallone es el mismo que el de Michael Lonsdale, las toxinas las sacan de las plantas del Amazonas, hay chinos involucrados en la conspiración, Mike Connors tiene una persecución en el Corcovado tal como Roger Moore, e incluso termina por llamar a los marines para destruir la base del villano. Pero este es un filme muy superior al engendro de Lewis Gilbert. Acá los personajes son simpáticos, hay un humor zumbón flotando en el ambiente, y hay persecuciones realmente peligrosas en donde nos interesa la suerte de nuestros héroes. Para tener una idea, Kiss The Girls and Make Them Die está mas cerca de las aventuras de Flint que de las patéticas correrías de Matt Helm, y eso que el responsable de este filme es Henry Levin, el mismo de The Ambushers y Murderer´s Row.

A mí me encantó Kiss The Girls and Make Them Die. Es cierto, en el fondo el plan del villano es estúpido, pero el resto del filme es muy divertido y tiene momentos geniales. Por eso no me extraña que sea la película de espías favorita de Quentin Tarantino. Acá hay la diversión abunda y es más que sólida.

4 CONNERYS: Una película injustamente olvidada. El casting es brillante, y el filme se pone cada vez más delirante a medida que avanza la proyección. Es lo mismo que la versión 1979 de Moonraker, pero aquí hay más estilo y diversión. Recomendadísima.