Crítica: Killdozer (1974)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1974: Clint Walker (Lloyd Kelly), Carl Betz (Dennis Holvig), Neville Brand (Chub Foster), James Wainwright (Jules ‘Dutch’ Krasner), Robert Urich (Mack McCarthy), James A. Watson Jr. (Al Beltran)

Director: Jerry London, Guión: Ed MacKillop & Theodore Sturgeon, basados en la novela homónima de Theodore Sturgeon

Trama: Lloyd Kelly lidera un grupo de obreros que trabajan en la construcción de un aeródromo en una isla desierta cerca de Africa. Pero un día una de sus máquinas excavadoras golpea una roca metálica – posiblemente un antiguo meteorito -, liberando una extraña radiación azul que mata a su conductor. Lloyd ordena la revisión de la máquina y su pronto regreso al trabajo, ante la mirada de desaprobación del resto de sus compañeros … pero el bulldozer parece tener vida propia y sale del campamento, arrasando todo a su paso. Lo que al principio parece un malfuncionamiento de la máquina, pronto termina por convertirse en la prueba palpable de una manifestación sobrenatural: el bulldozer está vivo, y los acosa desde las cercanías del campamento, matando uno a uno a los miembros del grupo. Y sin comunicaciones ni armas, Lloyd y los supervivientes deberán encontrar una forma de destruirlo.

Killdozer Killdozer es un telefilme de la semana producido por la Universal y la cadena ABC, que se suma a una larga lista de producciones fantásticas que la ABC impulsó a principios de los años 70, tal como Hombres de Otros Mundos (1970), los pilotos de El Hombre Nuclear (1973) y Kolchak: The Night Stalker (1972), No le Tengas Miedo a la Oscuridad (1973) y filmes varios de Dan Curtis como la mítica Trilogía del Terror (1975). A su vez Killdozer está basado en un cuento de Theodore Sturgeon, autor de títulos como Más que Humano (1953) y de diversos capítulos de la serie original de Star Trek.

El cuento original data de 1944 y estaba ambientado en la Segunda Guerra Mundial, donde un pelotón de ingenieros se encontraba construyendo un aeródromo militar en una isla desierta cuando se topaban con un antiguo templo milenario que encerraba una forma de vida energética alienígena. Al parecer los antiquísimos constructores del templo estuvieron en disputa con otras razas (posiblemente otros alienígenas), y habían creado a la fuente de energía azul como una sofisticada arma capaz de dar vuelta a las máquinas de guerra invasoras contra sus propios dueños. El relato siempre fue muy popular, y en los años 70 la ABC comisionó el telefilme que nos ocupa, trasladando la historia a la época actual y alterando ligeramente el origen de la amenaza.

Si uno considera lo microscópico que es el género de “máquinas asesinas”, Killdozer es una obra maestra. No entran e la categoría ni Duelo (1971) ni El Auto (1977), ya que ambos tenían conductores (diabólicos, pero conductores al fin!), y lo único digno de mención sería Christine (1983) y las espantosas producciones de Stephen King Fuera de Control (1986) y su remake Trucks (2000) (sí, esa pavada en donde los camiones y las licuadoras atacaban a la gente!).

Ciertamente el trabajo del director Jerry London es muy bueno. Digamos: esta es una premisa estúpida y hay que manejarla con cuidado para no caer en el ridículo. Acá por suerte la dirección es sólida y lo único que empaña la historia es la inclusión del molesto borrachin del grupo, el que al menos no dura demasiado tiempo vivo.

Lo más satisfactorio de Killdozer es el buen trabajo de cámaras. Aquí han elegido un bulldozer realmente impresionante, y lo toman desde distintos ángulos, convirtiéndolo realmente en un monstruo de metal. Ciertamente un auto o un camión son máquinas más estáticas e inexpresivas, pero el bulldozer tiene un montón de movimientos posibles (la pala, que aquí puede sacudirse de izquierda a derecha como si fuera una mandíbula; los accesorios traseros sobre los cuales se puede apoyar) que le dan mucha personalidad. Por ejemplo, en una escena Carl Betz va a prender un cigarrillo frente al bulldozer mientras las luces de la máquina se encienden lentamente y levanta en silencio la pala … para dejarla caer con un ruido sordo (y el tipo se pega flor de sobresalto). En otra secuencia, un jeep queda atascado en la arena mientras el bulldozer se le va al humo … y la perspectiva del monstruoso aparato frente al minúsculo jeep es sencillamente impresionante. A esto se suma el hecho de que estos tipos viven escapando por la isla mientras el bulldozer asesino los persigue día y noche, lo cual es un detalle completamente surrealista.

Si hay algo que empaña el filme es el climax, que es bastante soso. Uno esperaba una extendida batalla campal, pero acá improvisan una solución y en dos minutos el bulldozer está frito. Es una lástima que los cortos tiempos de la televisión terminen por mandar y obliguen a amputar una historia buena antes de tiempo.

Aún con su premisa hiper tonta, Killdozer es un muy buen filme. Los ataques del bulldozer están dirigidos con estilo, y hay un muy buen clima. Las performances están ok, hay ritmo y uno se entretiene de manera sólida. Esta es una película que merecería una remake… aunque sin CGI y con un director inteligente que tenga algo estilo.