Crítica: Liga de la Justicia: Guerra (2014)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2014: Sean Astin (Shazam), Zach Callison (Billy Batson), Christopher Gorham (Flash / Barry Allen), Justin Kirk (Linterna Verde / Hal Jordan), Michelle Monaghan (Mujer Maravilla), Shemar Moore (Cyborg / Victor Stone), Jason O’Mara (Batman / Bruce Wayne), Alan Tudyk (Superman)

Director: Jay Oliva, Guión: Heath Corson, basado en la miniserie de la DC Comics Justice League: Origin de Geoff Johns, Jim Lee y Scott WIlliams

Trama: Linterna Verde viene persiguiendo a una criatura alienigena a lo largo de toda Ciudad Gótica, hasta que termina por toparse con Batman. Entre ambos paladines intentan doblegar a la bestia, quien decide inmolarse – no sin antes instalar un extraño aparato en las alcantarillas de la ciudad -. Debido a lo criptico de la naturaleza del dispositivo, el encapotado sospecha que las criaturas son la avanzada de una invasión extraterrestre, tras lo cual decide viajar a Metrópolis y contactarse con el más poderoso de los superhéroes: Superman. Entre tanto, otros superhumanos se han acercado al grupo – la amazona Diana, que se encuentra de visita en la Casa Blanca; Flash y el rebelde Shazam -, quienes deciden unir fuerzas ante la llegada masiva de tropas enviadas por Darkseid – el líder de una raza corruptora de mundos -, quien desea asimilar a la Tierra y todos sus integrantes. El problema es que ninguno de los superhéroes quiere dar su brazo a torcer aceptando las órdenes de un líder de grupo… algo que deberán corregir antes que Darkseid absorba al planeta y a toda la humanidad.

Liga de la Justicia: Guerra (2014) Yo soy un gran fan del universo animado de la DC Comics. Prácticamente me he devorado cada una de sus entregas y, en el peor de los casos, alguna que otra me ha resultado tibia o apenas digerible. Pero, en vista de su historia y estirpe, Liga de la Justicia: Guerra resulta una abominación imposible de perdonar. Quizás las internas dentro de la DC la han convertido en un campo de batalla, en donde los escritores pugnan por ver sus historias adaptadas en versiones animadas – sin importar la calidad que tengan -, con lo cual van tomando turnos para satisfacer sus excéntricos egos personales. Si ayer le tocó a Perez, hoy debería tocarle a Gonzalez. Pero lo cierto que Justice League: War es una de las peores cosas que haya parido la DC, y las sospechas se reparten entre los autores de la miniserie original, el responsable del libreto, y el director de turno. De algún modo han engendrado algo rebosante de ocurrencias ridículas, parlamentos tan absurdos y juveniles que te hacen crujir los dientes cada vez que uno los escucha… y, lo peor de todo, en labios de algunos de los superhéroes más venerados del panteón de la DC Comics.

Justice League: War supone una versión alternativa de la historia de origen de la Liga de la Justicia. En vez del Cazador Marciano – como reclutador y organizador del grupo – tenemos un rejunte más o menos espontáneo en donde aparecen algunos personajes poco habituales del comic, sea Shazam y Cyborg, o versiones alternativas de Superman y la Mujer Maravilla. Todo esto tiene lugar en el universo New 52, el cual es una especie de reboot (de los periódicos en que suele incurrir la DC cada tantos lustros) de historias harto conocidas.

En si, Liga de la Justicia: Guerra no deja de ser la típica rutina DC. Se viene un villano masivo – aquí es Darkseid, la versión DC de Galactus el asimilador de mundos de la Marvel, con la diferencia de que posee su propio planeta y ejército -, y los héroes de turno deben unirse para combatirlo. Como el universo New 52 es medio banana, todos los superhéroes tiene trajes mas bonitos y personalidades más fiesteras: la Mujer Maravilla tiene un enterizo azulado, porta una espada y está en visita diplomática en Washington (directo desde la Isla Paraíso), amén de que puede volar (una ocurrencia que siempre me pareció una estupidez); Superman tiene un traje con cuello, el cual se asemeja a las togas romanas; Batman tiene orejitas largas, un traje gris y un murciélago negro en el pecho; y a ellos se suman Linterna Verde, Flash, ese mamotreto llamado Cyborg (un flaco intento de la DC en meter un superhéroe negro, el cual va mucho mejor con los Teen Titans que aquí), y ese baneado invento editorial que es Shazam, un personaje demasiado parecido a Superman y que la DC estuvo intentando enterrarlo durante décadas. Mientras veía a todo este circo en acción, no dejaba de pensar en Justice League: War como la simiente de la inminente Superman vs Batman (la cual se está convrtiendo en un bofe gigantesco cada día que pasa, sumando nuevos caracteres y mutando de manera descontrolada su guión); si van a meter tantos personajes, un Batman con traje nuevo, The Rock en algún papel (¿Cyborg? ¿la versión morena de Linterna Verde?), una Mujer Maravilla con armadura… este script parecería adecuarse a la mayoría de rumores que hay sobre el nuevo filme, algo que todos terminaremos por llorar si mantienen el lamentable enfoque que plasmaron en la cinta de Jay Oliva.

Y es que el gran drama con Justice League: War es que todo los personajes, cuando abren la boca, escupen una catarata de estupideces. La Mujer Maravilla, siendo objeto de protestas en Washington, y enlazando a un manifestante con su lazo de la verdad… tras lo cual el tipo admite que le gusta disfrazarse como la amazona todas las noches (wtf!); o amenazando a un heladero con su espada para que le dé otro cucurucho a ella y a la nena que se encontró en el parque; o la patética historia de origen de Cyborg, siendo un deportista despreciado por su padre científico, siendo alcanzado por una explosión cuando las fuerzas de Darkseid irrumpen en el laboratorio, y siendo convertido en un Terminator instantáneo en menos de cinco minutos (luego de perder un ojo, un brazo y una pierna!), tras lo cual sale a pelearse duro y parejo con los monstruos espaciales (wtf!); o la ridícula pelea entre Batman, Linterna Verde y Superman cuando los dos primeros intentan contactar al kriptoniano. No sólo los diálogos son malos sino que el casting vocal es malo; fuerte es el tufo a podrido en Dinamarca cuando uno ve que el grueso de los actores contratados son cómicos. ¿Alan Tudyk como Superman?. ¿Samwise Gamgee es Shazam?. ¡Por favor!!.

Todos estos tipos se empeñan en hablar bobadas y, cuando se callan, vienen las típicas rutinas de destrucción masiva, las que – imagino – vienen ahora incentivadas por el éxito alcanzado por El Hombre de Acero y su finale saturado de demoliciones al por mayor. Pero la historia es hueca, los personajes anodinos, y las peleas poco emocionantes. Como siempre, el único que se salva es Batman – quien tiene los mejores parlamentos – pero Linterna Verde y Shazam se merecen la picota.

Es difícil recomendar algo tan mal cocinado como Justice League: War. En algún lugar, entre el papel y el celuloide, el diablo metió la mano y degeneró la historia en esta cosa intragable. Es juvenil y boba, llena de chistes malos y fuera de lugar, y carece de tensión o, siquiera, del más mínimo interés. Simplemente es una aventura animada que resulta mejor esquivar antes que verla y luego devanarse los sesos en ver cómo olvidarse de ella.

LA SAGA ANIMADA DE LA LIGA DE LA JUSTICIA

Liga de la Justicia: La Nueva Frontera (2008) – Liga de la Justicia: Crisis en Dos Tierras (2010) – Liga de la Justicia: Doom (2012) – Liga de la Justicia: la Paradoja del Tiempo (2013) – Liga de la Justicia: Guerra (2014) – Liga de la Justicia: Dioses y Monstruos (2015) – Justice League vs Teen Titans (2016) – Liga de la Justicia Dark (2017) – Justice League vs the Fatal Five (2019) – Justice League Dark: Apokolips War (2020). En 2021 Warner / DC lanzó Justice Society: World War II (2021), basada en la Sociedad de la Justicia, el antecedente vintage de la Liga. Liga de la Justicia: Injustice (2021) es la adaptación animada del popular videojuego de lucha.