Crítica: Justice League vs Teen Titans (2016)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

2 atómicos: regularUSA, 2016: Stuart Allan (Robin / Damian Wayne), Taissa Farmiga (Raven), Jake T. Austin (Blue Beetle / Jamie Reyes), Kari Wahlgren (Starfire), Brandon Soo Hoo (Chico Bestia), Jerry O’Connell (Superman / Clark Kent), Jason O’Mara (Batman / Bruce Wayne), Rosario Dawson (Mujer Maravilla), Shemar Moore (Cyborg / Victor Stone), Christopher Gorham (Flash / Barry Allen), Jon Bernthal (Trigon), Sean Maher (Nightwing / Dick Grayson)

Director: Sam Liu – Guión: Alan Burnett & Bryan Q. Miller

Trama: Trigon, rey de los demonios, está atrapado en el Infierno. Sin embargo ha podido extender su poderío mas allá de la cárcel mágica en donde lo encerrara su hija Raven, y ahora ha logrado poseer a todos los miembros de la Liga de la Justicia. La única esperanza reside en los Jóvenes Titanesel equipo de superhéroes adolescentes que lidera la alienígena Starfire -. Pero el nuevo Robin, Damian Wayne, es un renegado al cual no le gusta trabajar en equipo y sólo cree en la violencia extrema. Y con el mundo en peligro, Robin pondrá en riesgo la delicada misión de los Titanes, quienes deberán ir al Infierno mismo para lidiar con Trigon en persona y salvar a los miembros de la Liga.

Arlequín: Crítica: Justice League vs Teen Titans (2016)

A esta altura voy llegando a varias conclusiones: primero, que la galería de filmes del Universo Animado DC (basado en el New 52) apesta; y que cualquier filme con los Jóvenes Titanes va a quedar asociado, irremediablemente, a la versión cómica de Teen Titans Go!. Será porque ver a un grupo de adolescentes peleándose por ver cual es el mejor superhéroe es infantil, o porque la presencia del Chico Bestia es ridícula a los cuatro vientos. Acá la historia se centra en Raven – mitad humana mitad demonio, hechicera suprema de las artes oscuras – y aunque la trama es dramática, no dejo de imaginarme a la capita violeta flotando y hablando con voz de viejita, diciendo “existe un legendario sandwich de poder que se encuentra escondido de aquellos que batallan contra el mal, que se hace con tocino místico, lechuga real, tomate estelar… y pan que puede conseguirse en cualquier panadería”.

El gran problema es que la historia tiene una cuota de pavadas importantes. Está Damian Wayne (el hijo de Batman con Talia Al Ghul y que ahora es el nuevo Robin), el cual es lo suficientemente desequilibrado como para ser interesante… pero no en este tipo de historia. Como Robin está super sacado, Batman lo manda a la escuela de superhéroes que ahora regentea Starfire (ohh, enormes ponys rosa!) y cuenta con Raven, Chico Bestia y, en reemplazo del tradicional Cyborg adolescente, Blue Beetle (que antiguamente era un clon de Batman de otra editorial, y que luego lo transformaron en un chico latino atachado a un escarabajo alienígena que le da superpoderes). No pasa mucho tiempo para que Robin se lleve de patadas con el resto y, mientras tanto, una fuerza oscura empieza a surgir y darles caña a la Liga de la Justicia hasta terminar de poseerlos: es el espíritu de Trigon, el Diablo en sí mismo y papá de Raven, que logra expresarse mas allá de la cárcel de cristal donde lo metió su hija y que ahora quiere unirse con ella para obtener todo el poder y arrasar la Tierra.

Lo que tenemos es un licuado con cosas bien y cosas ridículas, sea un estúpido concurso de baile para demostrar que Robin / Damian Wayne es el mejor del grupo, o Raven peleando contra demonios de cuatro ojos a los que cualquiera puede liquidar a sablazos pero no con rayos láser o poderes oscuros. El título es un engaño – en realidad es “los Jóvenes Titanes Contra el Papá de Raven” – y la Liga, poseída por Trigon, termina enfrentándose con los superhéroes adolescentes los cuales, en vez de exorcisarlos, les mandan electricidad o rayos de otro tipo para purgar las almas oscuras de sus cuerpos.

La mayoría de la Liga de la Justicia está de adorno – poseídos o saliendo de escena un buen rato como Superman, lo cual es alevoso -, y lo que queda es Cyborg y los Teen Titans viajando al infierno para luchar con Trigon en persona y reconstruir el cristal en donde estaba encerrado. Las peleas no son excitantes, hay demasiados personajes e incluso la rehabilitación moral de Robin deja mucho que desear. La originalidad brilla por su ausencia – Superman desenterrando una antigua fuente de poder oscuro… que es otro aro gigante con símbolos raros clonado directamente de Stargate; los Titanes preparándose para la acción con un montaje rápido a lo Power Rangers – con lo cual tenemos un mix de lo dramático y lo épico con los ridiculo e infantil que son los Titanes. Hubiera sido mucho mejor podar el 90% de personajes de la historia y tomar un enfoque oscuro (a lo Constantine: Ciudad de Demonios) con Raven atormentada por el ejército de demonios de su padre y teniendo un viaje de pesadilla al Infierno antes que ver a un mocoso malcriado partiendo al medio espíritus diabólicos con la katana y haciéndose el canchero.

JOVENES TITANES

Algunas de las adaptaciones que hemos visto del equipo de superhéroes adolescentes de DC: en animación: Justice League vs Teen Titans (2016) – la versión comica Teen Titans Go! To The Movies (2018) y su secuela: Teen Titans Go! vs Teen Titans (2019); en versión live: la serie Titanes (2018)

LA SAGA ANIMADA DE LA LIGA DE LA JUSTICIA

Liga de la Justicia: La Nueva Frontera (2008) – Liga de la Justicia: Crisis en Dos Tierras (2010) – Liga de la Justicia: Doom (2012) – Liga de la Justicia: la Paradoja del Tiempo (2013) – Liga de la Justicia: Guerra (2014) – Liga de la Justicia: Dioses y Monstruos (2015) – Justice League vs Teen Titans (2016) – Liga de la Justicia Dark (2017) – Justice League vs the Fatal Five (2019) – Justice League Dark: Apokolips War (2020). En 2021 Warner / DC lanzó Justice Society: World War II (2021), basada en la Sociedad de la Justicia, el antecedente vintage de la Liga. Liga de la Justicia: Injustice (2021) es la adaptación animada del popular videojuego de lucha.