Crítica: Liga de la Justicia: Dioses y Monstruos (2015)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2015: Benjamin Bratt (Superman / Hernan Guerra), Michael C. Hall (Batman / Kirk Langstrom), Tamara Taylor (Mujer Maravilla / Bekka), Paget Brewster (Lois Lane), C. Thomas Howell (Will Magnus), Jason Isaacs (Lex Luthor)

Director: Sam Liu, Guión: Alan Burnett, sobre una historia de Alan Burnett & Bruce W. Timm

Trama: Una versión alternativa del Universo. En este mundo la Liga de la Justicia está conformada por Superman – hijo del general Zod, último superviviente de Kriptón y que fuera adoptado por una pareja de inmigrantes mexicanos al llegar a la Tierra -, Batman – un joven y adinerado estudiante de universidad que, al inocularse una vacuna experimental para combatir el cáncer que lo abatía, terminó por convertirse en un todopoderoso vampiro – y la Mujer Maravilla – una alienígena exiliada en la Tierra luego que fracasara su matrimonio con el hijo de Apokolips -, un trío de paladines superpoderosos a los cuales no les tiembla el pulso a la hora de masacrar a sus enemigos. Pero su poder es temido por Washington y, por ello, se cree que el enfrentamiento entre los superhéroes y el gobierno resulte inevitable. Mientras tanto comienzan a sucederse una serie de asesinatos, los cuales tienen por objetivos a brillantes científicos que trabajaran con la Liga de la Justicia. Y no pasa mucho tiempo antes de que Superman y los suyos sospechen que se trata de una conspiración para inculparlos, excusa suficiente para que el gobierno los combata y extermine. En el debate entre probar su inocencia y dar un golpe de estado, los miembros de la Liga deberán decidir su futuro… y atrapar al responsable antes de que sea demasiado tarde.

Liga de la Justicia: Dioses y Monstruos Siempre me parecieron absurdas las versiones alternativas de los superhéroes tradicionales – el tan mentado multiverso 52 que la DC purgaría en su serie Crisis en Mundos Infinitos -. Que un Batman vampiro, que dos versiones de Flash, que la versión mágica de Linterna Verde luchando contra su alter ego guardián galáctico, etc. Melodrama inflado por el excesivo entusiasmo de los fans, los cuales compran demasiadas cosas de una editorial que no respeta límites ni tabúes, la cual mata / resucita o altera sus personajes principales de acuerdo a sus necesidades financieras del momento. Pero la versión alternativa de la Liga de la Justicia mostrada en Dioses y Monstruos me resulta fascinante: no es redonda y el final es algo traído de los pelos, pero tiene visos de realismo (o, mas bien, de sentido común), algo que estos personajes clamaban a los gritos. Ni por asomo es lo que podría haber hecho Alan Moore con los tres personajes mas destacados del Olimpo DC, pero al menos tiene suficiente valentía para ensangrentarles las manos y poner en sus bocas discursos realmente honestos respecto del alcance de sus superpoderes.

Aunque lo admire y me gusten sus filmes y comics, siempre he tenido problemas con el personaje de Superman. Primero, por las leyes de la física que los autores han manipulado para que dicho personaje pueda existir. ¿Por qué vuela?. Al menos Chronicle nos hablaba de la existencia de tres chicos infectados por la radiación de un meteorito, los cuales poseian un poder telekinético tan potente que les permitía elevarse (como si fuera otro objeto mas que manipularan con la mente). Superman no tiene eso, no tiene poderes mentales, y flota… porque el autor quiso que flotara. Linterna Verde tiene un anillo todopoderoso que hace lo que el quiere y por ello puede manipular la velocidad de su vuelo pero el Hombre de Acero…¿cómo diantres lo hace?. ¿Como cambia de tranco lento a ir a la velocidad del sonido?. ¿Se tira un gas para tomar envión?. El otro punto es cómo puede manipular objetos gigantes – como el rescate del avión en Superman Returns -. Es obvio que el tipo debería atravesarlo como un cuchillo caliente a la mantequilla (un avión no es un objeto sólido sino que está hecho de vigas y chapas soldadas). ¿Qué?. ¿Acaso los vehiculos enormes vienen con un punto estructural reforzado llamado “punto de apoyo de Superman – utilícese en caso de desastre”?. ¿Cómo agarrar camiones con las manos y levantarlos por los aires sin quedarse con el paragolpes en la mano?. ¿Cómo abrazar personas sin destrozarlas?. ¿Cómo hacer el amor con Lois Lane sin partirla al medio?.

Si la física aplicada en Superman es cuestionable, lo otro traído de los pelos es su intachable moral. Un individuo todopoderoso debe, con el tiempo, ir perdiendo su humanidad – tal como pasaba con el Doctor Manhattan en Watchmen; o, sino, vean algo mas realista como la dichosa pelicula del experimento de la cárcel de Standford (donde un grupo de tipos jugaban unos a ser presos y otros a guardiacárceles, y casi termina en una masacre): cuando alguien tiene poder absoluto, la persona cambia, menosprecia a los demás y tiende a excederse en su uso -. Nada ni nadie le impide hacer lo que él quiera y sus controles morales internos tienden a deshacerse. Gracias a Dios Liga de la Justicia: Dioses y Monstruos plantea esta cuestión, aunque quizás no con la profundidad que debiera. La DC es tímida para tomar decisiones arriesgadas y por ello da algunas vueltas – este Superman es el hijo del General Zod, villano que terminó por ultimar el destino del planeta Kripton (en un giro parecido al preambulo del filme El Hombre de Acero); su nave fue interceptada por fuerzas militares al llegar a la Tierra; fue adoptado por una pareja de inmigrantes ilegales mexicanos que vieron el aterrizaje (un detalle que me parece fantástico); y, ahora en versión adulta, ve a la humanidad como una multitud de infantes precisando ser guiados por su inteligencia alienigena, con lo cual desaparecería el hambre, la corrupción y la guerra – pero al menos se anima a dar un par de discursos notables. Cuando Superman actúa, mata sin miramientos y hace lo que quiere sin dar demasiadas explicaciones a nadie. Lo mismo ocurre con Batman – una versión heroica de Man Bat – y la Mujer Maravilla, aquí devenida en heroína galáctica. Sus historias están ok, pero la de Superman es la mas interesante por lejos y quizás él solo deberia haber ocupado todo el capítulo.

Lo que sigue en este universo alternativo es igual de interesante: los malvados de siempre son los buenos de la historia, científicos que han trabajado alguna vez con la Liga de la Justicia, han visto su prepotencia, y temen que un día tomen por asalto al resto de la humanidad. Incluso Lex Luthor viene a ser la luz de la razón en toda la historia, proveyendo lecturas de sentido común a lo que ocurre. La cosa tiene lógica: los que mueren son científicos brillantes capaces de diseñar armas que logren derrotar al trio de arrogantes paladines superpoderosos. Que esto se resuelva con una trivialidad (como ocurre al final) no quita que el desarrollo sea realmente interesante.

Dentro de sus limitaciones, Liga de la Justicia: Dioses y Monstruos nos brinda un pantallazo apasionante con una visión alternativa de los superhéroes que todos conocemos. Podría tener mas filo o ser mas arriesgada, pero ello sería pedir demasiado a la DC. Para cosas jugadas, basta Alan Moore o personajes similares de editoriales independientes; pero, considerando los enormes nombres que están en juego, la aventura tiene su mérito y vale la pena verla para apreciarla en su punto justo.

LA SAGA ANIMADA DE LA LIGA DE LA JUSTICIA

Liga de la Justicia: La Nueva Frontera (2008) – Liga de la Justicia: Crisis en Dos Tierras (2010) – Liga de la Justicia: Doom (2012) – Liga de la Justicia: la Paradoja del Tiempo (2013) – Liga de la Justicia: Guerra (2014) – Liga de la Justicia: Dioses y Monstruos (2015) – Justice League vs Teen Titans (2016) – Liga de la Justicia Dark (2017) – Justice League vs the Fatal Five (2019) – Justice League Dark: Apokolips War (2020). En 2021 Warner / DC lanzó Justice Society: World War II (2021), basada en la Sociedad de la Justicia, el antecedente vintage de la Liga. Liga de la Justicia: Injustice (2021) es la adaptación animada del popular videojuego de lucha.