Crítica: Jack Brooks, Destructor de Monstruos (2007)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Canada, 2007: Robert Englund (profesor Gordon Crowley), Trevor Matthews (Jack Brooks), Daniel Kash (consejero Silverstein), David Fox (Howard), Dean Hawes (Emmet), Rachel Skarsten (Eve)

Director: Jon Knautz, Guión: John Ainslie & Jon Knautz

Trama: Cuando era niño, el joven Jack presenció cómo sus padres eran asesinados por un monstruo. Ahora Jack ha crecido y trabaja como plomero, mientras asiste a infructuosas terapias para el tratamiento de sus ataques de furia. Por consejo del terapeuta termina por anotarse en unas clases nocturnas sobre química, dictadas por el profesor Crowley. Pero Crowley ha dado por error con un corazón hechizado, el cual se ha apoderado de él y lo ha empezado a convertir en un monstruo. Y ahora Jack deberá enfrentar todos sus miedos y canalizarlos para combatir la criatura, antes que se devore a todos los alumnos de su clase.

Jack Brooks, Destructor de Monstruos Jack Brooks, Monster Slayer es una de esas peliculitas pequeñas que aparecen directo a video y empiezan a generar un lento pero creciente boca a boca. Es un filme canadiense producido por Jon Knautz y Trevor Matthews, quienes se repartieron los roles de director / guionista y actor respectivamente. La dupla ya había rodado un corto con ribetes fantásticos (Still Life, que data del 2005 y se puede ver en YouTube), y éste es su primer largo. Y si bien la producción es modesta y la narración es de combustión algo lenta, Jack Brooks, Destructor de Monstruos tiene un delicioso sabor serie B que hacía rato que uno no degustaba. Este es el filme que debería haber sido Mi Nombre es Bruce, en vez de la bazofia que terminaron rodando. Con la excepción de Trevor Matthews (que pone su mejor esfuerzo), el resto resulta ideal para una típica aventura disparatada de Bruce Campbell.

Seamos realistas. La anécdota no es lo más original del mundo. Los efectos especiales son realmente baratos. El filme no es excesivamente cómico, mete un chiste con gracia aquí, allá, y a las perdidas. Pero al menos no se toma en serio a sí misma, tiene buenas performances y tiene bastante desarrollo de caracteres. A pesar de su poca experiencia Trevor Matthews está más que ok en el papel principal, aunque le falte un poco de carisma como héroe. En realidad el director Jon Knautz intenta hacer una especie de Evil Dead en una escuela secundaria nocturna, y Matthews sintoniza a Campbell de a ratos. Pero la frutilla del postre es Robert Englund. Es curioso notar que hace 40 años había un puñado de leyendas vivientes del terror como eran Boris Karloff, Christopher Lee, Peter Cushing, Bela Lugosi (bah, ya muerto para esa época), Lon Chaney Jr, etc. Y después que se retiraron / murieron, el único reemplazo que apareció fue Englund y su Freddy Kruger, lo que lo convierte en el único actor moderno que se puede considerar como una gran figura del horror (el otro sería Doug Bradley de la serie Hellraiser, pero sus performances en otras cintas de género han sido más esporádicas). Aquí Englund la pasa bomba como el profesor distraído que empieza a convertirse en uan especie de demonio mutante y hambriento todo el tiempo. Al final hace chanchadas de todo estilo (tal como Evil Dead), y no dejan de tener su gracia. Y el canadiense Matthews aparece sobre la hora para destrozar los monstruos del título.

Jack Brooks, Monster Slayer es perdonable y disfrutable porque tiene cierto encanto. Será el tono exagerado que terminan de jugar los actores con una cara completamente seria, o será que el Jack Brooks del título es un tipo agradable con unos ataques de cabreo que resultan cómicos… pero hay algo en el ambiente que a uno lo pone con onda para paladear al filme. Y, mientras esperamos la secuela – que la va a haber -, les aconsejo que la alquilen. Vale la pena.