Crítica: Infectados (Carriers) (2009)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2009: Lou Taylor Pucci (Danny), Chris Pine (Brian), Piper Perabo (Bobby), Emily VanCamp (Kate), Christopher Meloni (Frank)

Director: Alex Pastor & David Pastor, Guión: Alex Pastor & David Pastor

Trama: El adolescente Danny, su hermano Brian, la novia de éste – Bobby – y Kate – amiga de ellos – viajan por el medio del desierto. La Tierra ha sido arrasada por una epidemia viral, y los cuatro muchachos forman parte de los contados supervivientes. La idea es llegar a un aislado balneario sobre la costa, en donde Danny y Brian pasaban sus vacaciones cuando eran chicos. Pero con la escasez de víveres y combustible, y el choque con otros desesperados supervivientes, el grupo deberá sortear situaciones de creciente peligro con el correr del tiempo. Y pronto llegarán a un punto en que deberán tomar decisiones límite.

Infectados Infectados es una pequeña película independiente escrita y dirigida por los españoles Alex y David Pastor. Aquí hay otro escenario apocalíptico y la historia de supervivientes que deben terminar por quebrar todos sus límites morales con tal de seguir sanos y vivos. Pero en vez de despacharse en la más pura vena exploitation – como Exterminio y toda la saga de secuelas antiguas y modernas de los muertos vivos de Geroge A. Romero y seguidores -, la intención aquí es simplemente dramática. El tema es que los hermanos Pastor no hacen ningún giro de tuerca nuevo al tema. Todo está ok, desde el guión hasta las performances y el clima, pero la historia nunca deja de ser previsible.

Resulta bastante obvio que la historia de Infectados fue escrita a la luz del pánico despertado por la pandemia de la gripe porcina que estalló durante el transcurso del 2009. La infección viral del libreto es respiratoria, con la diferencia de que los efectos aquí son más espectaculares (hollywoodenses, digamos) con gente con ojos rojos y pérdida de sangre por todos los orificios corporales habidos y por haber. Pero los infectados no salen a devorar cerebros sino que simplemente se mueren en la soledad. Hay un grupo de muchachos – Lou Taylor Pucci, a quien vimos en Los Jinetes; Piper Perabo, que tiene una larga carrera televisiva; Chris “beam up, Scotty” Pine, y Emily VanCamp – que van a la costa hacia un lugar aislado en donde piensan que pueden sobrevivir. Tenemos al inmaduro de mal carácter que lidera el grupo; la impulsiva que al menos lo contiene algo; el adolescente que tiene más sentido común que el resto junto; y una amiga (colada) que se la pasa callada y añorando a sus padres. Trepados arriba de una camioneta, hacen una típica road movie en medio de pueblos y ciudades desoladas. Cada encuentro con algún superviviente tiene algún tipo de violencia – física, verbal, moral -, y el grupo se maneja por una serie de reglas estrictas (tener un buen estado cardíaco, matar a los ya muertos… ah no, eso es de Zombieland!) que los mantiene vivos día a día.

El problema con el guión es que no puede dejar de reciclar todos los clichés habidos y por haber de todos los filmes apocalípticos que uno ha visto en toda su vida. Tenemos otra fantasía consumista de “todo gratis ahora que todo el mundo está muerto” como Exterminio, Tierra de Zombies y El Amanecer de los Muertos; ahora los chicos se dedican a explotar para su diversión un lujoso resort con campo de golf incluído. Tenemos la infección de otro inocente tal como 28 Days Later. También tenemos la búsqueda infructuosa del centro sanitario en donde parecen tener la vacuna salvadora… etc, etc.

Recién a mitad de la película, los Pastor brothers terminan por fin de salirse de la rutina y hacen algo más interesante. Cuando un sacado Chris Pine decide detener como sea a un coche para pedirles (o sacarles) combustible, las cosas mejoran la puntería. Pero a esa altura uno sabe cómo van a terminar todas las cosas. Y es lo que termina sucediendo.

Es un filme de tránsito lento. No está mal, los diálogos son inteligentes y las situaciones están bien. Quizás el tema pase porque los últimos tipos vivos sobre la Tierra estén liderados por un inepto – que en realidad no es tal -, lo que impide de que el personaje se despache con algún tipo de discurso filosófico. Ese lugar le corresponde a Lou Taylor Pucci, pero tampoco son parlamentos apocalípticos (¿por qué pasó esto?) sino más bien de corte íntimo. Pero tampoco, cuando llega el final, los supervivientes tienen algún tipo de epifanía o conclusión inspirada.

En sí, Infectados no deja de tener el mismo nivel de un buen telefilme de la semana. Como ciencia ficción (o visión de un futuro alternativo) no funciona, simplemente porque no le interesan las causas del apocalipsis. Pero como drama no deja de ser correcto pero chato. Los protagonistas, el libreto y la dirección están ok, pero el tema es que todo el camino que recorren ya lo hicieron antes películas mucho mejores. Y si la intención era mostrar lo que el hombre debe hacer para sobrevivir – rompiendo todo tipo de códigos -, es apenas tibio. Para ver un drama post apocalíptico, le sugiero que vea la reciente The Road con Viggo Mortensen. Lo de aquí es una pálida copia con calidad de cable.