Crítica: Impacto Fulminante (1983)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

3 atómicos: buenaUSA, 1983: Clint Eastwood (Harry Callahan), Sondra Locke (Jennifer Spencer), Pat Hingle (jefe Jannings), Bradford Dillman (capitán Briggs), Paul Drake (Mick), Audrie Neenan (Ray Parkins)

Director: Clint Eastwood – Guión: Earl E. Smith & Charles B. Pierce

Trama: San Francisco tiene un nuevo asesino serial. Parece ser una mujer, la que seduce galanes baratos, los lleva a lugares apartados y los mata, no sin antes volarle los genitales de un balazo. La pista conduce al pueblito de San Paulo, cerca de San Francisco, y hacia allá parte Harry Callahan, el detective encargado del caso. Pero Harry no tarda en ver una conspiración, en la cual están enredados el jefe de policía y los peores rufianes del pueblo, y que tiene que ver con un secreto guardado por todos desde hace ya 10 años. Porque en aquel entonces los pandilleros – y el hijo del jefe de policía – estuvieron involucrados en una violación en grupo que dejó parapléjica a una de sus victimas. Y ahora su hermana está de regreso, lista para vengarse de la manera mas violenta posible. La cuestión es si Harry se interpondrá en el camino del ángel vengador, o hará todo lo posible para ayudarla, limpiando la escoria de San Paulo y dándole la merecida revancha.

Arlequin: Critica: Impacto Fulminante (1983)
– Adelante, hazlo… alégrame el día.

Impacto Fulminante es la cuarta y penúltima película de Harry el Sucio. Desde su formidable inicio la serie sólo ha decaído en calidad y sólo se salva por el carisma de Clint Eastwood y los momentos donde aniquila chicos malos a cañonazos con su Magnum 44. El último clavo en el ataúd de la franquicia será Harry el Sucio en Sala de Espera al Infierno, rodada 5 años después y con unos jovencísimos Liam Neeson y Jim Carrey en papeles menores.

El gran problema con la saga de Dirty Harry es que, después de Scorpio, no ha encontrado otro villano formidable para enfrentar al vaquero del revólver gigante. Magnum 44 fue la secuela mas digna, pero después la del patético grupo terrorista dá lastima de no ser por la presencia de Tyne Daly. Acá ocurre lo mismo: un grupo de palurdos, bocones y borrachos, son los enemigos de turno… y no representan amenaza alguna. Si Harry Callaham se enfrentara a muerte con una familia mafiosa, ahí podríamos tener algo interesante pero siempre esa idea ha figurado de relleno – acá Callaham tiene que irse de San Francisco porque acosó tanto a un capo mafioso que casi se muere de un infarto, y ahora la familia lo busca para convertirlo en fiambre -. La novedad acá es que Harry va – sin saberlo hasta el final – tras un ángel vengador, una chica a la cual violaron en grupo y cuya hermana menor quedó tan afectada que quedó hecha un vegetal. Con dinero y recursos (y diez años después de los eventos) la chica inocente se ha convertido en una maquina de matar, seduciendo y mintiendo a cada uno de los miembros de la pandilla de violadores, y castrándolos con su .38 antes de volarle la cabeza.

Mientras que Sondra Locke (ex Miss Eastwood) se ganó una nominación al Oscar en algún momento años antes, lo cierto es que su performance acá es pétrea. Es cierto que la Locke brilla por su presencia – esos ojos negros como un abismo interminable, esa mirada dura y esa voz ronca sin emoción -, lo cual funciona muy bien cuando está en modo vengador… pero cuando debe aparentar ser una mujer normal e indefensa (o cuando flirtea con Eastwood) se olvida de abandonar la postura, y parece un camionero queriéndose hacer el tierno.

Los pandilleros son anónimos a excepción de Audrie Neenan, la cual es el personaje mas interesante del grupo. Audrie hace de lesbiana, juntada con la peor ralea del pueblo de San Paulo (cerca de San Francisco), y pareciera complacer su masculinidad capturando (o engañando) a jóvenes inocentes y entregándoselas al grupo para que las viole (incluso participa aunque de manera marginal). Pero ese deseo de aceptación camufla un interés por el líder del grupo, del cual está secretamente enamorada. Es cierto que el líder es tan amoral y despreciable como ella, y quizás el encontrar un par le despierte el deseo sexual. Pero esos son detalles anecdóticos, ya que el libreto no explora demasiado. Lo suyo es mostrar a la Locke matando patanes (de gran forma) y a Harry metido en todo tipo de persecuciones que están de mas (poco y nada tienen que ver con la historia de la Locke) pero son un relleno entretenido.

A diferencia de otros filmes, Harry pierde su mitica Smith & Wesson y se encachila con un engendro de la época, una pistola Automag .44 que se supone es un cañon de mano que dispara munición mas potente que el revólver del mismo calibre. La Automag en la vida real no pasó de ser producida un par de temporadas y hasta el mismo Eastwood estaba a las puteadas en el set, ya que tenia una ingeniería tan burda que la hacía atascar a cada rato (lo que la condenó al fracaso).

Impacto Fulminante es un filme para pasar el rato. Está Clint, Sondra y el resto son caricaturas. Hay mucha violencia (a la Neenan Eastwood la muele a trompadas mas de una vez) y muchos asesinatos en primer plano. Es una de Dirty Harry pasable y definitivamente no memorable, pero Eastwood en la pantalla te encadila con sus guiños, su mal humor y su ferocidad implacable, y he allí el encanto del personaje… aunque esté insertado en una historia previsible y plagada de personajes de pacotilla.

PD: Sí, ése moreno – Albert Popwell, que acá hace de detective amigo de Harry – es el mismo que robaba un banco en la primera, era un cafisho en la segunda, un líder espiritual en la tercera… y hubiera aparecido en la quinta si no hubiera tenido problemas de agenda. Ahora parezca un disparate, es muy común contratar a actores que caen simpáticos a los productores para mas de un rol en una serie o saga. ¿O no recuerdan a Maud Adams, la novia asesinada de Scaramanga en El Hombre del Revolver de Oro, y resucitada como la protagonista de Octopussy, dos películas de la saga de James Bond?.

HARRY EL SUCIO

Harry el Sucio (1971) – Magnum .44 (1973) – Sin Miedo a la Muerte (1976) – Impacto Fulminante (1983) – Sala de Espera al Infierno (1988)