Crítica: Dia de la Independencia: Contraataque (2016)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2016: Jeff Goldblum (David Levinson), Liam Hemsworth (teniente Jake Morrison), Bill Pullman (ex Presidente Thomas Whitmore), Jesse T. Usher (Capitán Dylan Hiller), Maika Monroe (Patricia Whitmore), Brent Spiner (Dr Brakish Okun), Judd Hirsch (Julius Levinson)

Director: Roland Emmerich, Guión: Dean Devlin, Roland Emmerich, James Vanderbilt, James A. Woods & Nicholas Wright

Trama: Han pasado 20 años desde la invasión alienígena a la Tierra derrotada por las fuerzas militares bajo el comando del presidente norteamericano Thomas Whitmore. Ahora Whitmore es un hombre mayor achacado por su mala salud, y el cual tiene pesadillas todas las noches acerca de un segundo ataque. Mientras tanto la tecnología terrestre ha avanzado centurias gracias a nutrirse de la tecnología alien capturada en las naves derribadas. Con cazas interespaciales, bases en la luna, gigantescos cañones de iones y armas de rayos, la comunidad internacional ha montado una fuerte defensa contra cualquier posible ataque proveniente del espacio exterior. Sin embargo la base lunar detecta una sonda y decide destruirla. Cuando David Levinson – erigido en el jefe científico de la defensa terrestre – decide chequear los restos de la sonda, descubre que éstos pertenecen a una pacifica raza alienígena, la cual es enemiga de los Cosechadores – como les llaman a los extraterrestres que vinieron a invadir en 1996 -. Mientras tanto los Cosechadores han creado una masiva nave de madre de 5.000 Km de ancho, la cual arrasa en pocas horas las defensas terrestres debido a sus novedosas armas de destrucción masiva. Con el podería militar diezmado, es cuestión de horas que la raza humana desaparezca de la Tierra; sin embargo los pocos supervivientes han descubierto que la reina madre de los Cosechadores parece tener una particular predilección por la sonda alienígena en poder de Levinson, ya que dichos extraterrestres son los únicos capaces de tener el poder de derrotarlos. Es por ello Que Levinson y los suyos montan una masiva emboscada para atrapar a la reina madre y aniquilarla… pero los minutos escasean, especialmente porque los invasores están a punto de destruir el nucleo del planeta con su masiva arma de rayos. ¿Podrá Levninson y los suyos darle un golpe mortal a los alienigenas antes de que sea demasiado tarde para la raza humana?.

los aliens vienen haciendo puré a Ian Malcolm y Data en Día de la Independencia: Contraataque (2016) los aliens vienen haciendo puré a Ian Malcolm y Data en Día de la Independencia: Contraataque (2016)

El Hombre de la Cuarta Dimension (The 4D Man) No importa de qué lado del mostrador esté – a favor o en contra -, lo cierto es que Dia de la Independencia (1996) es un innegable clásico de culto. El escenario era fantástico, las secuencias de ataques y batallas aéreas eran memorables, y se trataba de un espectáculo masivo de primer nivel. El problema es que, cuando se callaban los disparos hablaban los actores, dejando salir a luz el atroz script pergueñado por Dean Devlin y el cual arruinaba los logros del filme. Por mas que el inicio de su carrera – y sus mayores éxitos – estuvieran marcados por su sociedad con Devlin, lo cierto es que las películas mas sólidas de Roland Emmerich son aquellas en donde Don Dean no figura en los créditos. Devlin es un generador serial de personajes y diálogos idiotas, y sobre él recargaría yo gran parte de la culpa por la cual medio mundo defenestró a Dia de la Independencia: Contrataque. Es un filme menos estúpido que ID4, pero ello no significa que sea mas inteligente o comprador. Si ID4 funcionaba era porque era simple, pochoclera y estaba filmada con gran tensión, lo que hacía perdonable los momentos imbéciles de la trama. Acá la cosa es mas prolija y elaborada, pero también es mas aburrida, chata y traida de los pelos. Mientras que el Acto I es formidable, la aparición de la nueva (e hipermasiva) nave madre de los agresores extraterrestes marca el declive del filme. Es todo tan banal y sobrecargado, tan improvisado y poco coherente que termina hastiando incluso en el pirotécnico final.

Yo no creo que las distancias temporales necesariamente maten una franquicia: vean sino Jurassic World y después diganme. El problema es que 20 años es un período mas que razonable para pergueñar una historia interesante, fresca y sólida, detalles que están en falta en Dia de la Independencia: Contrataque. Pareciera que el script se hizo a las apuradas en los 6 meses previos, metió mano demasiada gente, arrancaron de una buena base y después no supieron para dónde seguir, razón por la cual se dedicaron a reciclar los mejores momentos del filme original: destrucción masiva del mundo, gente conectada mentalmente con los invasores, ataques masivos que fallan y se vuelven trampas mortales para los atacantes, y una emboscada final que para en seco a los millones de alienigenas que están masacrando el planeta. Este último detalle es tan idiota que no hay manera en que resulte digerible.

En sí, Dia de la Independencia: Contraataque funciona como una pieza de historia alternativa. El 2016 del filme no es el actual; la humanidad avanzó centurias gracias a la depredación de tecnología alien procedente de las naves capturadas. Hay armas de rayos de todo tipo y color, super naves espaciales, bases lunares dotadas de escudos de energía y cañones espaciales… Claro, el detalle es que si nosotros tardamos 20 años en replicar la tecnología extraterrestre, los invasores tuvieron 20 años para expandirla y superarla. Eso queda claro en los primeros cinco minutos de ataque extraterrestre, en donde todas las superarmas terrestres se quedan cortas o resultan anuladas. Mientras tanto tenemos una ensalada de personajes que no resulta del todo interesante. Como para justificar el pedigree regresan montones de caracteres históricos, pero la mayoría resulta superfluos. Bill Pullman está porque tiene que dar algún discurso rimbombante, a Brent Spiner lo reviven porque tiene que decir alguna huevada, Judd Hirsch vuelve para decir algunos chistes judíos, Vivica A. Fox dejó de ser la stripper reina de los caños para convertirse (de manera poco creíble) en Florence Nightingale, Will Smith es un fiambre y su hijo es un adorno que sólo existe para recordarnos de que a Smith le pareció poca la viyuya que le ofrecieron para rememorar su papel. El único útil es Jeff Goldblum, el cual figura mas callado y apagado que otras veces pero al cual le tocan los mejores momentos del filme.

Los nuevos personajes son un adorno de cartón pintado. El hermano de Thor sigue robando con el apellido Hemsworth pero no hace nada ilustre (sólo sigue obteniendo papeles debido a ser el boytoy de Miley Cyrus); el dichoso hijo de Will Smith (¿se acuerda del negrito feo que señalaba la nave madre en ID4?) se la pasa de mal humor, hay una chinita calentona y un torpe que le arrastra el ala. Pero si en ID4 la estrella era la acción y los efectos especiales, acá lo mismos rubros son los que tumban al filme: desde ya que son excelentes, pero todo es tan masivo y disparatado que satura. ¿Una nave de 5.000 km que ni siquiera puede entrar en pantalla?. ¿Un arma gravitacional que levanta por los aires ciudades enteras (piensen en la nave terraformadora del general Zod en El Hombre de Acero, pero elevada a la vigésima potencia)?. ¿Alienígenas enemigos de los invasores y dispuestos a darnos su tecnología?. ¿Una reina madre, detalle evidentemente afanado de Aliens?. ¿La misma reina madre enceguecida con aniquilar a los aliens buenos y yendo personalmente a cometer la tarea, aún cuando está a diez minutos de matar a toda la raza humana destruyendo el centro del planeta y aniquilando la gravedad de la Tierra?. Ni siquiera los combates espaciales son excitantes ya están filmados en primerísimo plano y con un escenario tan saturado que aturde los sentidos. Ello no quita que haya un par de buenas escenas en el filme – la cacería de la reina madre en el desierto, los ataques iniciales de los aliens – pero el resto aburre por desbordamiento. A ello se suma el anexo de personajes innecesarios como un sangriento líder mercenario africano o la “nimfomaníaca” novia de Jeff Goldblum, sin contar con el contador idiota que dice los peores chistes del filme en los momentos mas violentos e incómodos (esos son personajes típicos surgidos de la imaginación estiercolera de Dean Devlin). Al menos la historia del guerrillero africano sonaba muy interesante – él y sus guerrillas combatieron durante 10 años a una nave madre varada en suelo congoleño, y aprendieron la cultura alienígena para saber cómo derrotarlos -, y hubiera valido la pena desarrollarla en un filme aparte (o reemplazando esta hipercafeínada secuela).

Como espectáculo pochoclero Dia de la Independencia: Contrataque es pasable, siempre y cuando no piense ni un minuto seriamente en los horrores que vomita el script. Es banal y ruidosa y, cuando pasa el sonido y la furia, lo que descubrimos es una hamburguesa vistosa de sabor rancio, la cual entra por los ojos pero termina por caer como un plomo en el estómago.

DIA DE LA INDEPENDENCIA

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