Crítica: El Hombre Nuclear: El Hombre que Costó 6 Millones de Dolares (1973)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 1973: Lee Majors (Steve Austin), Barbara Anderson (Jean Manners), Martin Balsam (Dr. Rudy Wells), Darren McGavin (Oliver Spencer), Ivor Barry (Geraldton)

Director: Richard Irving, Guión: Terrence McDonnell, basado en la novela Cyborg de Martin Caidin

Trama: Steve Austin es un astronauta civil de la NASA que sufre un terrible accidente al intentar aterrizar el avión experimental que tripulaba. Habiendo pérdido sus piernas, un brazo y un ojo, la única opción posible para Steve es el suicidio. Sin embargo Oliver Spencer de la Oficina de Operaciones Estratégicas ha decidido utilizarlo para un experimento, reemplazando órganos y miembros perdidos con contrapartes biónicas que lo transformarán en un super hombre. Al principio Austin se niega a aceptar los implantes, hasta que comienza a adaptarse a ellos. Es entonces cuando Spencer revela su juego: desea enrolarlo como agente secreto para ejecutar acciones encubiertas en el extranjero, relacionadas con la seguridad de los Estados Unidos. La primera misión de Steve es rescatar a un líder político secuestrado por una célula terrorista en el norte de Africa. Pero nada hará sospechar a Steve que todo el operativo se trata en realidad de una trampa.

Ya hemos comentado de la génesis de El Hombre Nuclear en la review de El Regreso del Hombre Nuclear y la Mujer Biónica. El padre de la criatura era Martin Caidin, autodidacta y fan de la aviación, que venía escribiendo novelas pulp desde hace rato, y ya había llegado a Hollywood con la adaptación de Marooned (1968). Pero en 1972 se despachó con la novela Cyborg y pronto llamó la atención de Hollywood. Los primeros interesados fueron los de la cadena ABC, los que solicitaron el filme piloto que ahora nos ocupa. El Hombre de los Seis Millones de Dólares (título original) obtuvo grandes ratings y la cadena encargó mas telefilmes – Vino, Mujeres y Guerra, emitido en octubre de 1973; y El Gran Robo del Oro, televisado en Noviembre del mismo año -. La audiencia rabiaba con las apariciones de Steve Austin y pronto llegaría la serie, la que se convertiría en todo un clásico y que sería emitida entre 1974 y 1978.

Resulta obvio que la fórmula era aún muy fresca y faltaban elementos por incorporar, pero aún con todo ello el filme piloto de El Hombre Nuclear termina por resultar bastante extraño. El primer detalle es Lee Majors, que acá realmente actúa y lo hace de manera decente – es posible que luego, cuando la serie obtuvo gran éxito, el actor se halla vuelto más vago y engreído pero aquí su performance es muy potable -. El segundo es la presencia de algunos personajes secundarios delineados con un perfil distinto al que adquirirían después en la tira televisiva. El doctor Rudy Wells es encarnado aquí por Martin Balsam, en una performance sólida y tranquila. En cambio Darren McGavin es mucho más cínico y siniestro como jefe de operaciones de inteligencia (llamado aquí Oliver Spencer en vez del Oscar Goldman que figuraba en la novela, y un cambio que sería anulado al presentar a Richard Anderson en el siguiente telefilme). El punto es que el libreto del telefilme intenta transitar un camino intermedio entre sus propias ideas y el original de Martin Caidin. En Cyborg Steve Austin era un asesino a sueldo con superpoderes biónicos; acá las cosas están más sanitizadas y Austin es un héroe políticamente correcto, aunque el perfil de su jefe sea mucho más cercano al cinismo del texto original de Caidin.

La historia de origen es muy buena, con Lee Majors pasando por todos los estadíos posibles – desde el rechazo hasta la aceptación – de su nuevo estado. En donde falla un poco el filme es a la hora de mostrar sus superpoderes, ya que hay poca cámara lenta y cero efectos de sonido (lo que sería la marca de fábrica de la serie). Majors corriendo con cámara rápida o rompiendo candados de plástico no terminan por verse impresionantes. Incluso el uso de su brazo biónico se asemeja bastante al descripto en el libro – en donde servía como una maza o un ariete para derribar puertas -. La gran y peligrosa misión del climax se ve algo expeditiva, y uno se queda con ganas de ver más de este personaje en acción.

El Hombre Nuclear es un muy buen filme. Uno extraña esas épocas de la televisión, en donde los productores se aventuraban a probar cosas originales y obtenían clásicos con mucha frecuencia – en vez de ahora, que todos los productos están clonados y plagados de CGI -. Acá el personaje demuestra un enorme potencial, y la serie se encargaría de probarlo, siendo amada por el público en todas partes del mundo. Y éste es un carácter que precisa una remake hecha y derecha, no esos proyectos engendro que hablaban de Jim Carrey o los hermanos Farrelly involucrados en la parte creativa.

EL HOMBRE NUCLEAR

Algunos filmes comentados aquí sobre la saga de El Hombre Nuclear son: El Hombre Nuclear: El Hombre que Costó 6 Millones de Dolares (1973) – El Regreso del Hombre Nuclear y la Mujer Bionica (1987) – el piloto de la serie remake La Mujer Bionica (2007)