Crítica: Hobo With a Shotgun (Vagabundo con Escopeta) (2011)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Canada, 2011: Rutger Hauer (vagabundo), Molly Dunsworth (Abby), Gregory Smith (Slick), Brian Downey (Drake), Nick Bateman (Ivan)

Director: Jason Eisener, Guión: Rob Cotterill, John Davies & Jason Eisener

Trama: Las calles de Hope Town están saturadas de vicio y crimen. Un vagabundo recién llegado a la ciudad comienza a sentirse indignado por esta situación, razón por la cual realiza el arresto ciudadano de uno de los hijos de Drake – el jefe del bajo mundo de la ciudad -. Pero al entregarlo a las autoridades termina por darse cuenta que la policía está corrupta, y es ferozmente golpeado en la comisaría. Harto de un mundo violento y amoral, el vagabundo decide comprarse una escopeta y comienza a matar a todos los criminales con los que se cruza. Ahora el sádico Drake ha decidido poner fin al accionar justiciero del vagabundo, y ha contratado a un par de asesinos profesionales, los cuales se encuentran en camino hacia Hope Town. ¿Podrá el vagabundo enfrentarse a los sicarios y culminar su cruzada justiciera con éxito? ¿O será asesinado y todo su accionar quedará en el olvido?

Hobo with a Shotgun En el 2007 los chicos malos Quentin Tarantino y Robert Rodriguez le dieron gas a su proyecto más atesorado – un filme doble que serviría como homenaje a las películas serie B y Z que adoraron durante su juventud -, y se despacharon con Grindhouse. La película fue un no-éxito desde el vamos, en donde la crítica alabó la idea pero el público le dió la espalda, y Grindhouse terminaría relegada al lugar de cinta de culto. Pero el entusiasmo juvenil de numerosos directores vinculados (o enterados) del proyecto no terminó con el fracaso de Grindhouse, y años más tarde comenzarían a aparecer hijos artísticos del experimento de Tarantino y Rodriguez. El primero fue Machete, dirigido por el mismo Rodriguez, y basado en uno de los falsos trailers que el mexicano había incluido en Grindhouseen donde se anunciaban filmes ultrabizarros que jamás fueron filmados – (un detalle interesante es que Rodriguez debió agarrar del cuello a los estudios, exigiéndole que le garantizaran el rodaje de Machete a cambio de filmar la secuela para la taquillera Sin City). El segundo primogénito artístico tendría un origen bastante diferente. Como parte de la campaña promocional de Grindhouse en Canada, el estudio organizó una competencia cinematográfica en donde profesionales y entusiastas pudieran aportar falsos trailers de su propia factura. El que resultara ganador sería incluído en la exhibición canadiense de Grindhouse. Así es como triunfó Hobo With a Shotgun (Vagabundo con Escopeta, un título delirante que me hace acordar al nombre de algún cuadro renacentista) en el 2007, creado por el director de cortos Jason Eisener. Pasarían cuatro años hasta que Eisener obtuviera fondos y pudiera expandir el trailer al formato de largometraje.

Lo primero que salta a la vista en Hobo With a Shotgun es la factura técnica. Es un filme colorinche, ultrasaturado, como si Tony Scott estuviera en uno de sus peores días. Lo otro que llama la atención son las performances, que son de cuarta y en más de una ocasión a uno le hace apretar los dientes – ni una compañía teatral de barrio, luego de una noche de intoxicación con drogas de mala calidad, podría superar al bajo nivel actoral que se ven en la película -. Es cierto que esto es cine Z (o se supone serlo), pero aún así hay márgenes de tolerancia. Por suerte Eisener ajusta algunos engranajes a tiempo, y las actuaciones se vuelven más tolerables a lo largo del resto del filme. Y el otro punto chocante es Rutger Hauer, que se ve destruidísimo. Ok, no tiene maquillaje (siquiera Photoshop), y los 67 años se le notan en cada surco de la cara. Y, en los primeros cinco minutos de la película, uno comienza a sentir cierta pena por la suerte del holandés. Hauer venía remontando muy bien su carrera en papeles secundarios de todo tipo y color en filmes mainstream. ¿Era necesario este regreso a sus fuentes de héroe de acción ultraviolento en una producción tan patética?.

Por suerte las apariencias engañan y uno termina dándose cuenta de ello en cuestión de escasos minutos. Primero, porque con cada nueva intervención de Hauer, el filme repunta un punto más, y otro punto más;y van… Si al principio era un viejo loco, luego se transforma en una especie de figura heroica trágica, despachándose con un par de monólogos formidables (la escena en donde está frente a la guardería de bebes en el hospital es simplemente sensacional). Verlo a Hauer en Hobo With a Shotgun es como ver la participación de Mickey Rourke en The Expendables, en donde los tipos actúan con una convicción tal que parecen estar haciendo Shakespeare en medio de una película descerebrada de tiros y explosiones. He aquí otro caso de un actor que dignifica el papel y todo el filme. Y todo esto no funcionaría sino fuera por el director y guionista Jason Eisener, quien le ha deparado las mejores líneas al holandés y ha estado en control del show todo el tiempo.

Pero ésta no es una película mas de justicieros. Acá se respira todo el descerebre de Grindhouse, mezclado con el exceso de tripas propio de Peter Jackson en sus sicodélicos comienzos. Hay gente partida al medio, decapitada por collares hechos con alambres de púas, gente masacrando a otra con el hueso astillado del brazo que la acaban de arrancar, personas escondiendose entre las tripas de un cadaver destrozado, y todo un sinfín de diabluras gore hechas para el placer de los más perversos. Debo admitir que el humor gore del principio del filme no me hizo mucha gracia, pero la película da un vuelco tremendo cuando Hauer sale a cometer sus propios desmanes (quizás porque ahí estamos de parte del protagonista), y se convierte en algo desquiciado e hilarante sobre el final. Además, tal como Defendor, hay una prostituta en el medio que hace las veces de conciencia del protagonista. O será, como en Taxi Driver, la excusa que usa el demente héroe para desatar la carnicería y exterminar el mal que lo atormenta.

Hobo With a Shotgun es muy divertida. Pero no sólo por verlo a Hauer en acción, sino porque hay un plus – la dignidad que envuelve al héroe – que eleva a la película por encima del espectáculo descerebrado de culto. Me hubiera gustado mucho que Eisener hubiera obtenido más dinero para conseguir un casting más parejo en lo actoral, con lo cual podría haberse transformado en un clásico desde el vamos. Así como está araña el cetro, simplemente porque todo el peso del filme descansa sobre los solventes hombros de Rutger Hauer.

GRINDHOUSE

Grindhouse es un film doble de Robert Rodriguez y Quentin Tarantino que analizamos en sus partes por separado: Grindhouse: Planeta del Terror y Grindhouse: A Prueba de Muerte . Posteriormente se desarrollarían tres filmes basados en los falsos trailers que acompañaban a Grindhouse: Machete (2010), su secuela Machete Mata (2013), y Vagabundo con una Escopeta (Hobo With a Shotgun) (2011)