Crítica: High-Rise (2015)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

GB, 2015: Tom Hiddleston (Dr Robert Laing), Jeremy Irons (Anthony Royal), Luke Evans (Richard Wilder), Sienna Miller (Charlotte Melville), James Purefoy (Pangbourne), Elisabeth Moss (Helen Wilder), Louis Suc (Toby Melville), Dan Renton Skinner (Simmons), Keeley Hawes (Ann Royal)

Director: Ben Wheatley, Guión: Amy Jump, basado en la novela de J.G. Ballard

Trama: El patólogo Robert Laing se ha mudado a uno de los mas lujosos y futuristas rascacielos de Londres. Pronto empieza a entrar en contacto con sus vecinos – la sensual Charlotte Melville que vive encima suyo; el poderoso Anthony Royal, diseñador y dueño del edificio; el irascible Richard Wilder, el cual choca con todos – y descubre una comunidad tan bizarra como volátil. Todos están enemistados con todos y, lo peor, el edificio parece estar dividido por clases sociales, en donde los adinerados están en el tope y la clase media en los pisos bajos. Semejante disposición ha provocado desajustes de todo tipo: las toberas de la basura quedan tapadas por los desperdicios de las clases altas, los pisos bajos tienen problemas de luz y agua, y el uso de los espacios comunes (como gimnasio y piscina) parece haber caído en las garras de los adinerados. En el momento de mayor desborde, Wilder iniciará una rebelión, tomando pisos altos y acercándose al penthouse en donde vive Royal. Y mientras la sangrienta revuelta toma lugar, Laing quedará en el medio, siendo un testigo impotente de la carnicería que está teniendo lugar en el edificio. El odio de clases derivará en una masacre, tras la cual ninguno de los supervivientes volverá a ser el mismo.

Elisabeth Moss y Tom Hiddleston tienen uno de los escasos momentos de humanidad y compasión que ofrece la bizarra High-Rise (2015) Elisabeth Moss y Tom Hiddleston tienen uno de los escasos momentos de humanidad y compasión que ofrece la bizarra High-Rise (2015)

High-Rise (2015) Yo no soy el tipo mas inteligente del planeta. A mi me gusta el cine y, cuando es críptico, pongo el mejor esfuerzo para hallarle lecturas. Pero High-Risebasada en la novela de culto de J.G. Ballard – es un combo difícil de digerir. Uno puede entender la idea de fondo de esto, pero cuesta descifrar el desarrollo de los acontecimientos. Es como ser testigo presencial de un accidente en cadena ocurrido en la autopista, en donde las explosiones y los vuelcos son fascinantes desde un punto de vista morboso y voyeur, pero uno nunca termina de captar si realmente hay una idea (o un mensaje) detrás de todo eso. O, al menos, uno que valga la pena.

Uno conoce a Ballard básicamente por dos películas basadas en sus obras: Crash (de David Cronenberg) y El Imperio del Sol (de Spielberg, y que es autobiográfica). Los expertos señalan que, en los días en que Ballard pasó como prisionero en un campo de concentración japonés, vió como los reclusos británicos desarrollaron todo tipo de recursos para reconstruir un orden social con el cual convivir el resto de sus días en prisión. Vale decir, vió como las personas necesitan vivir con un orden, y al faltar el tradicional, comienzan a crear modelos sociales mas bizarros, dando por sentado que tiene que haber una autoridad, reglas y una escala social por mas básica que fuera. El escenario básico es la catástrofe, en donde los humanos se ven forzados a construir algún tipo de sociedad por atroz que sea. Todas esas ideas resultan patentes en High-Rise, la cual funciona como una metáfora de las tensiones sociales durmientes en la Inglaterra de mediados de los años 70 (el año en que se publicó el libro) y que anticiparía el desajuste social que impondría la revolución conservadora de Margaret Thacher en los años 80, en donde la clase media se hundió, los ricos agrandaron sus fortunas y la clase obrera se vio sometida a todo tipo de abusos y presiones.

High-Rise es un filme dificil de ver. El enfoque es frío, distante, y es dificil terminar por tomar partido por alguien en semejante trama. Aparece Tom Hiddleston como un patólogo dedicado a probar las mieles del lujo debido a su buen remunerado trabajo. Es así como a a parar a un edificio gigante, tan lujoso como lúgubre, dotado de todo tipo de comodidades en sus distintos pisos. El problema es que los ricos tiene los pisos superiores y se manejan con un desparpajo tal que se creen los dueños del edificio: no comparten las instalaciones, absorben todos los recursos, y hasta los bienes del supermercado (instalado en uno de los pisos) son arrasados por su poder económico (aún cuando no tengan necesidad de comprar tanto). Como se puede ver, el rascacielos es un microcosmos de la sociedad inglesa de aquel entonces, y funciona de manera completamente alegórica: por ejemplo, si matan alguien allí, buscan y juzgan al asesino sus mismos habitantes, como si la policia o el mundo externo no existiera. En un momento la batalla campal llega hasta el gigantesco estacionamiento que rodea al edificio, pero a nadie que pasa por allí parece importarle el tendal de autos destrozados y humeando, y las decenas de cadáveres hacinados en la calle. Como sea el abuso de los ricos genera la bronca de los pobres y pronto comienza la guerra en los pasillos del edificio, entrando en un estado de caos tal que terminan comiéndose a las mascotas, acumulando los cadáveres de las batallas en la piscina comunal, y lanzándose a interminables orgías mientras el mundo se viene abajo.

En muchos momentos High-Rise no parece una historia elaborada sino un panfleto de odio hacia las clases altas inglesas. Los ricos formicando en los pisos superiores mientras los pobres se mueren de hambre debajo. Los ricos decidiendo vida y muerte del resto, despreciándolos y considerandolos seres inferiores, y el odio encarnado de los pobres que ven cómo no pueden acceder a condiciones minimas de confort simplemente porque los adinerados toman todo – incluso aquello que no precisan (y terminan por agotar) – por el mero hecho de tener dinero en exceso. Es un relato amargo cargado de resentimiento, pero no me parece una historia con mensaje. Estos personajes actúan raro, son egoistas con causas personales, y lo único en que piensan es en exterminar al distinto y en satisfacer sus necesidades personales.

Honestamente no me gustó; y si bien tiene un reparto de lujo, son todos personajes tan bizarros que no te inspiran ni el mas minimo sentimiento de lástima. Hiddleston actúa de interlocutor – es el que se mueve con comodidad entre ricos y pobres – pero parece enfrascado en su asombro que nunca termina por actuar. Es un testigo del horror y un tipo que termina sepultado en la locura, siendo incapaz de vivir de otra manera que la existente (y muy bizarra, por cierto) que ha quedado en el edificio después de la batalla de clases que acaba de librarse. En todo caso High-Rise es una curiosidad y un filme para pocos, y quizás precisaba otro director que tomara otro enfoque, uno en el cual pudieramos pujar por el protagonista para entonces sentir, en carne propia, los cambios brutales a los cuales ha debido someterse debido al sangriento curso de las circunstancias.