Crítica: Grindhouse: Planeta del Terror (Grindhouse: Planet Terror) (2007)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2007: Rose McGowan (Cherry Darling), Freddy Rodriguez (Wray), Josh Brolin (Dr. William Block), Marley Shelton (Dra. Dakota Block), Bruce Willis (teniente Muldoon), Michael Biehn (sheriff Hague), Naveen Andrews (Abby), Michael Parks (sheriff Earl McGraw), Jeff Fahey (JT)

Director: Robert Rodriguez, Guión: Robert Rodriguez, Musica – Robert Rodriguez

Trailers incluídos: Machete (de Robert Rodriguez), Don’t (de Edgar Wright), Werewolf Women of the S.S. (de Rob Zombie)

Trama: Cherry Darling es una stripper que a la salida de su trabajo se topa accidentalmente con Wray, un viejo amor. En el camino de regreso son atacados por un grupo de zombies y Cherry pierde la pierna. Wray es apresado por el sheriff Hague, quien conoce la mala reputación de Wray. Pero lo que desconocen es que un grupo de militares, al mando del teniente Muldoon, se encuentra infectados por el agente biológico DC2 – conocido como Planeta del Terror – que los ha convertido en zombies y que contagian a cualquiera que hayan mordido. El hospital del pueblo pronto se satura de victimas, y Hague debe emprender una improvisada patrulla para detener la amenaza. Pero gravemente herido, la única esperanza reside en Wray, cuyo pasado militar le brinda el talento necesario para combatir a Muldoon y detener la amenaza.

Grindhouse - Planeta del Terror Grindhouse es el término que los americanos utilizan para denominar a los cines “de barrio” especializados en proyectar filmes exploitation. No hay una buena traducción del término – sería algo así como casa de rutinas, aunque lo más acertado sería “cine de variedades” -. Los filmes exploitation existieron siempre – películas sin calidad artística, hechas con fines puramente comerciales y cuyo argumento de venta es la temática principal seudo prohibida de la misma -. El caso obvio es el cine pornográfico, pero el cine exploitation abarca muchos más géneros.

El término Grindhouse fue acuñado en los 50 y 60, cuando los filmes exploitation encontraron un circuito comercial viable en las salas de cine menores y, por supuesto, los autocines. Todo tipo de películas fueron proyectados en estas salas, haciendo hincapié en lo prohibido y shockeante de sus contenidos. La mayor parte del tiempo la publicidad resultaba pura sanata y, por ejemplo en el caso del sexploitation, eran inmensos bodrios con 5 minutos de algún desnudo. Pero en los 60 el cine se volvió más explícito en todas sus variedades y comenzó a multiplicar sus géneros. El cine de artes marciales, los spaghetti westerns, el terror más sangriento, el blaxpoitation… una enorme diversidad de gustos. Y pronto se haría marca de fábrica la baja calidad de sus contenidos, las terribles actuaciones, los argumentos cada vez más desenfrenados. Como eran filmes sin respaldo económico decente por parte de los mismos estudios que los producían, era usual que hubiera escasas copias y en muy mal estado después de miles de exhibiciones. El Grindhouse terminaría por desaparecer con la llegada del video, y algunas editoras se dedicarían a vender copias de los viejos filmes, creando una industria de la nostalgia (como Something Weird Video). Curiosamente el único estudio que aún permanece de pie y sigue produciendo películas de ese estilo es la infame Troma de Lloyd Kaufman.

El Grindhouse era cine barato en todo sentido, y muchos cineastas pasaron su adolescencia en las butacas de dichas salas. Sin dudas un nerd cinéfilo del calibre de Quentin Tarantino habrá dejado la vida en dichos cines, y aquí se junta con Robert Rodriguez para hacerle un caluroso homenaje, creando dos filmes contenidos en una sola cinta, al igual que los dobles programas de los Grindhouse. En esta ocasión comentaremos la primera parte del film.

La curiosidad de Grindhouse es que es un intento de imitar los más mínimos pormenores del doble programa exploitation de aquellas epocas – algunos detalles de estilo ya estaban avizorados en Kill Bill -. Hay falsos trailers, la cinta está rayada a propósito, hay errores de enfoque (simulados), faltan carretes o el celuloide directamente se quema. Sin duda la intención es sumergir al espectador en la experiencia Grindhouse. Es como una simulación virtual del cine de variedades.

Los trailers falsos cuentan con la dirección de directores conocidos. Robert Rodriguez abre la apuesta con Machete, donde el habitué Danny Trejo es un asesino a sueldo que busca venganza (“Se metieron con el mexicano equivocado”). El trailer está ok, aunque en realidad el personaje de Trejo es un reciclado del asesino interpretado en la secuela de El Mariachi (Desperado) – incluso la matanza dentro de la limusina es idéntica, sólo que en vez de cuchillos lanza machetes -. Es un buen aperitivo para empezar y da con el tono que precisa el film. Los otros dos trailers son dispares: mientras que Werewolf Women of the SS (de Rob Zombie) es flojo, Don´t de Edgar Wright es hilarante y dispara shocks sin cesar.

Y ahora llegamos a la película. Obviamente no hay mucho original para contar acerca de los zombies, después de George A. Romero. Y aquí es el caso. Sin duda el argumento es disparatado – Muldoon en realidad es infectado con un virus experimental creado por Osama Bin Laden (!); no pregunten …-, y hay un montón de desnudos y tripas que van acorde a un típico film exploitation. Pero hay algo en Planet Terror que no termina de convencer, y no es precisamente coherencia lo que uno pide. El segmento de Rodriguez arranca bien pero luego se empantana, y pareciera que el director no sabe muy bien si seguir tal cual con las reglas del cine exploitation o despacharse con una sátira al género. Está los diálogos ridículos, los personajes clisés, las actuaciones pétreas. Pero más allá del destripe de los zombies y varias asquerosidades la película se muestra algo pesada, quizás como tomándose demasiado en serio a sí misma. Para peor, Freddy Rodríguez es un protagonista terrible, sin carisma y sin presencia – yo hubiera pagado para que Jeff Fahey tuviera el papel -. Pero hay momentos que las cosas van para largo y, cuando sobreviene la acción, el chiste de los fotogramas rayados resulta algo molesto. Sobre el final Rodríguez parece acertar con la puntería, y eso es lo que termina de redimir a la película. En el medio hay algunos lapsos de comedia sobre el género – como la pata de palo de Cherry Darling, el incidente del niño y el revolver en el auto – pero sólo cuando la troupe llega a la base militar el film despliega todas sus alas. Y en especial cuando Rose McGowan se calza una ametralladora como pierna artificial, la adrenalina va a full. Sin duda la imagen de Cherry Darling con un fusil como pierna ortopédica es icónica y seguramente será lo más recordado de la película (pasará a status de culto como el angel Pygar de Barbarella).

Pero Planeta del Terror es desparejo. Los shocks no shockean, y en general las actuaciones van de lo bueno a lo correcto. Es demasiado respetuosa. Sin dudas es un mal film hecho a propósito, pero aún así le falta algo de garra. Yo creo que Rodriguez es un formidable director, pero desde Sin City que todo lo que uno le viene viendo parece carecer de mojo. Le falta más locura. Y en este caso, el delirio se ve demasiado contenido – todo el romance de Cherry y Wray es directamente pesado y lastra el desarrollo de los hechos -. Para peor el cameo de Quentin Tarantino no ayuda – si bien en la escena es hilarante, los tics de Tarantino no inspiran la más mínima amenaza -. Sólo el desenfreno del último tercio del segmento ayuda a marcar el gol del honor sobre la hora.

GRINDHOUSE

Grindhouse es un film doble de Robert Rodriguez y Quentin Tarantino que analizamos en sus partes por separado: Grindhouse: Planeta del Terror y Grindhouse: A Prueba de Muerte . Posteriormente se desarrollarían tres filmes basados en los falsos trailers que acompañaban a Grindhouse: Machete (2010), su secuela Machete Mata (2013), y Vagabundo con una Escopeta (Hobo With a Shotgun) (2011)