Crítica: Ginger Snaps 2: Desatada (2004)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Canada, 2004: Emily Perkins (Brigitte Fitzgerald), Tatiana Maslany (Fantasma), Eric Johnson (Tyler), Janet Kidder (Dra Alice Severson), Brendan Fletcher (Jeremy), Patricia Idlette (Dra Brookner), Pascale Hutton (Beth-Ann), Katharine Isabelle (Ginger Fitzgerald)

Director: Brett Sullivan, Guión: Megan Martin

Trama: Brigitte Fitzgerald se ha convertido en una fugitiva después que se viera obligada a matar a su hermana para evitar que se transformara definitivamente en un hombre lobo. Pero la misma Brigitte ha quedado infectada, y sólo las inyecciones de una solución hecha con uva lupina están demorando el proceso de transformación. Para colmo Brigitte está siendo acosada por un hombre lobo, quien la está buscando para aparearse. En medio de uno de los ataques Brigitte queda inconsciente y es llevada a un centro de rehabilitación juvenil. Allí conocerá a una perturbada adolescente a la que llaman Fantasma, y que parece conocer cómo escaparse del recinto. Y las chicas deberán huir sobre la hora mientras que el hombre lobo ha detectado a Brigitte en el interior del centro de rehabilitación.

Ginger Snaps 2: Desatada Ginger Snaps fue un pequeño éxito de culto que salió de la galera del cine independiente canadiense. Cuatro años después se embarcaron en la tarea de rodar dos secuelas al mismo tiempo – la que aquí comentamos y la precuela El Regreso de Ginger Snaps: El Comienzo -. Lamentablemente ni el director ni la guionista del primer filme figuran aquí (salvo por John Fawcett que aparece como productor ejecutivo); y ese hecho se hace sentir notablemente en la secuela.

El mayor problema de Ginger Snaps 2: Unleashed es que se ve demasiado tradicional en comparación con lo innovador que era el primer filme. Con el cambio de libretista se perdió la sutileza, el humor negro y hasta el tono alegórico de la primera película. En cambio Ginger Snaps 2: Unleashed es un filme de horror standard, inteligente y sólido, pero no uno que deje una impresión duradera. Hay ciertos problemas de empatía con la protagonista y con el tono de la historia, que hacen que su suerte no nos preocupe demasiado. Lo cual en el fondo es un problema grave, ya que la naturaleza del género del hombre lobo requiere simpatía por el personaje principal – es una historia de hombre bueno condenado al infierno sin haber hecho méritos para ello – para tener impacto dramático sobre su destino trágico. Como acá arrancamos prácticamente con Brigitte en el internado y lidiando con los extraños compañeros de recinto, no hay mucho desarrollo de ella como personaje, y a lo sumo algunas apariciones fantasmagóricas de la Ginger original (Katharine Isabelle) tienden a maquillar esa falta.

Ginger Snaps 2: Unleashed es mucho más lineal que su predecesora. Hay algunas secuencias de humor negro – como cuando Brigitte comienza a alucinar que la clase de yoga se transforma en una sesión masiva de masturbación femenina -, y la adición de Tatiana Maslany como la excéntrica Fantasma intenta recuperar el tono bizarro del primer filme. Pero aún cuando llega el final – en donde hay un giro de tuerca inesperado -, uno se siente ajeno a lo que ocurre en la pantalla.

Ginger Snaps 2: Unleashed es una continuación sólida, no me malinterpreten. Pero el director Brett Sullivan es correcto y prolijo, y carece de la magia que aplicó John Fawcett en el primer filme. Lo cual termina desilusionando un poco frente a las espectativas que había generado la saga.

GINGER SNAPS

Los filmes de la saga Ginger Snaps son: Ginger Snaps (2000), Ginger Snaps 2: Desatada (2004) y Ginger Snaps Regresa: El Comienzo (2004)