Crítica: Gamera vs Barugon (War of the Monsters) (1966)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Japon, 1966: Kojiro Hongo (Keisuke Hirata), Kyôko Enami (Karen), Yuzo Hayakawa (Kawajiri), Takuya Fujioka (Dr. Sato), Koji Fujiyama (Onodera), Akira Natsuki (Ichiro Hirata)

Director: Shigeo Tanaka, Guión: Nisan Takahashi, Musica – Chuji Kinoshita

Trama: Ichiro Hirata es un veterano de la Segunda Guerra Mundial. Durante el conflicto, debió permanecer en una isla cercana a Nueva Guinea donde halló una cueva que contenía una enorme piedra preciosa. Ahora Hirata se encuentra inválido y ha organizado una expedición liderada por su hermano Keisuke, para regresar a la isla y recuperar la joya. Pero Onodera, uno de los miembros, traiciona a todos y huye con la piedra. En la fuga, la joya recibe calor de una lámpara infrarroja y se revela que es el huevo de una criatura ancestral conocida como Barugon. El monstruo crece velozmente y en poco tiempo se lanza a destruir Osaka. Pero, mientras tanto, el cohete espacial en el cual había sido apresada Gamera ha chocado contra un asteroide y ha liberado a la criatura. Cuando todos los esfuerzos militares parecen en vano, la unica esperanza de detener a Barugon parece ser la tortuga mutante gigante.

Gamera vs Barugon - War of the Monsters Esta es la primera secuela del hit de la Daiei Gamera, el Invencible (1965). La Daiei había salido al ruedo del sonoro éxito que había encontrado la Toho con el kaiju eiga y sus filmes de Godzilla, y había producido su propio monstruo. Y donde otros estudios fracasaron estrepitosamente – la Shochiku Kinema Kenkyu-jo con Space Monster Girara (1967); y la Nikkatsu Corporation con Gappa the Triphibian Monster (1967) -, la Daiei terminaría triunfando, ocupando un más que meritorio segundo puesto. Pronto el estudio empezaría a disparar secuelas como chorizos, rodando una por año y descendiendo en calidad de manera abismal. Pero para principios de los 70, ni Gamera podría salvar a la Daiei de la quiebra.

Los kaiju eiga que triunfan lo hacen porque consiguen dotarles de personalidad a los monstruos en pantalla. Ello quedó evidente en el primer film de Gamera, donde la tortuga gigante salvaba a un niño en medio de la vorágine de destrucción que generaba. El otro punto a favor de la Daiei (al menos en la primera época de Gamera) es que no intentaba clonar la fórmula de Godzilla tal cual. Por ejemplo, aquí en Gamera vs Barugon, la aventura es mucho más adulta, variada y violenta que otros filmes del gigante verde de aquellos años. Eso no significa que sea una obra maestra – hay bastantes tonterías y baches en el medio -, pero al menos en esos días los guionistas estaban inspirados.

Aquí hay como tres películas juntas, y la más breve de todas ellas es la que involucra a la tortuga gigante. Gamera se libera del cohete que la había lanzado al espacio en la película anterior, regresa a la Tierra, recupera su energía de una central hidroelectrica y hace mutis por el foro por casi una hora de proyección. Lo suyo es más una participación especial que el verdadero protagonismo del film. Una vez que el libretista se deshace de la tortuga bajo la alfombra, nos sumerge en una película de aventuras. Aquí hay tres aventureros que van por un tesoro oculto; hay una isla del Pacífico Sur llena de nativos temerosos de sus dioses locales, y una leyenda que no debe ser profanada – una mezcla entre King Kong y Mothra, sacudida no revuelta, y servida bien fría -. Por supuesto ya empiezan a proliferar los baches; desde cómo los expedicionarios (que van de incognito en un buque pesquero) sacan un helicóptero de la manga para llegar a tierra, hasta los nativos que, en vez de ser del tipo polinesio – piel morena, rasgos marcados – se ven sospechosamente como un grupo de extras japoneses vestidos como el indio de Village People. En fin.

Mientras que a veces el guión pierde coherencia, el film se deja ver muy bien en esta parte. Hay un clima bastante bueno de aventura, con una selva llena de peligros. Está el traidor de turno, que arruina el día a nuestro héroe y escapa con la joya; y hay una muerte en vivo y directo, algo inusual para lo aséptico que suele ser el kaiju eiga. Ya ahí tenemos algunas pistas de que la película no va a ser tan tonta como parece.

Lo que sigue son bastantes obviedades – toda la saga de errores que provocan que la joya / huevo madure y nazca Barugon -, con lo cual abandonamos el film de aventuras para pasar a la película de Barugon. La Daiei ha emparejado las cosas, y aquí pone dos mosntruos cuadrúpedos. Ciertamente el diseño de Barugon no es de los mejores – es un camaleón con cuernito – pero al menos el traje tiene algunos aditamentos bastante buenos, como el parpadeo de los ojos y la cresta del animal – que se pone incandescente y lanza un arcoiris mortal -, sin mencionar la lengua prensil que despide un gas congelante (!). La llegada del monstruo a Osaka es muy buena, sintiendo sus rugidos y sus vapores antes de ver a la criatura. También a esta altura me he dado cuenta de que Osaka ocupa el segundo lugar en el ranking de ciudades japonesas destruidas por monstruos bizarros; posiblemente porque su geografía – todas casas y edificios bajos – sea espectacular como fondo para una criatura gigante rampante (y mucho más efectiva que otras urbes del archipielago nipón). El mismo palacio feudal lo he visto destruido en infinidad de kaiju, como Godzilla Raids Again o King Kong vs Godzilla. Imagino el presupuesto sideral para la reconstrucción del intendente de Osaka …

Con lo cual volvemos a Gamera, que hace un breve acto de presencia hasta que queda knock out a manos de Barugon (y congelado hasta el clímax del final). Si bien es una lucha rápida, la tortuga le hunde las garras en la yugular al camaleon mutante y toneladas de sangre color mora burbujea frente a cámaras. No, en ningún otro film de Godzilla (salvo Godzilla vs Gigan) se vió tanta violencia explícita.

Ahora, con Gamera fuera de combate, el film se centra en Japon vs Barugon (mientras tanto el traidor se muele a trompadas con el veterano Hirata y le roba unos fondos, en una pelea bien coreografiada; pero no se preocupen, que ya recibirá su merecido). Sorprendentemente para un kaiju – a excepción de Giant Monsters All Out Attack -, el ejército demuestra que posee al menos una neurona y van planteando una serie de estrategias para derrotar al animal, antes que mandar en masa a tanques y aviones para ser incinerados: desde atacar con cohetes, inmovilizarlo con gas paralizante hasta reflejar con un espejo gigante el arcoiris mortal que despide de su cresta dorsal, y devolviéndole un poco de su propio chocolate. No significa que sean tácticas exitosas, pero al menos – en ausencia de algún bicho gigante que les salve el día – son ingeniosas. Cuando las ideas se acaban, el guion saca del freezer a Gamera, y da por terminado el asunto, en un combate bastante sangriento. Y en el medio, el traidor sufre una terrible muerte.

El libreto tiene algunos huecos enormes de lógica, pero quizás tenga que ver con el hecho de que apreciamos la versión americana – que generalmente está masacrada en el cuarto de edición, y rebana escenas a más no poder -. Pero aún así, Gamera vs Barugon hace unas cuantas cosas diferentes, es violenta y sangrienta, y va sorprendiendo al espectador. Y, aún más sorprendente aún, la Daiei no ha incluido ningún niño en la historia. Por eso, antes del declive de la serie, Gamera vs Barugon es uno de los filmes más recomendables de la serie de la tortuga mutante gigante. Mucho mejor que cualquier filme de Godzilla de aquellos años, sin llegar a ser perfecta.

LA SAGA DE GAMERA

Los filmes de la saga de Gamera, la tortuga mutante gigante, son: Gamera, el Invencible (1965), War of the Monsters / Gamera vs Barugon (1966), Return of the Giant Monsters / Gamera vs Gyaos (1967), Destroy All Planets / Gamera vs Viras(1968), Attack of the Monsters / Gamera vs Guiron (1969), Gamera vs Monster X / Gamera vs Jiger (1970) y Gamera vs Zigra (1971). En los ochenta el monstruo tuvo un breve revival en Gamera Super Monster (1980). Recien en los 90 regresaría con toda la gloria en Gamera, The Guardian of the Universe (1995), Gamera 2: Assault of the Legion (1996), Gamera 3: The Revenge of Iris (1999) y Gamera the Brave (2006) – ¿Qué es el Kaiju Eiga? es un artículo que reseña los inicios y la historia del género japonés de monstruos gigantes.