Crítica: Gamera, el Invencible (Gamera the Invincible) (1965)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorJapon / USA, 1965 – 1966: Eiji Funakoshi (Dr Hidaka), Yoshiro Uchida (Toshio Sakurai), Michiko Sugata (Nubuyo Sakurai), Harumi Kiritachi (Kyoko Yamamoto), Jun Hamamura (Dr Murase), Brian Donlevy (General Terry Arnold), Albert Dekker (secretario de defensa), Dick O’Neill (General O’Neill)

Director: Noriaki Yuasa, Guión: Niisan Takahashi, Musica – Tadashi Yamanouchi

Trama: Bombarderos nucleares rusos penetran en la zona americana del Artico, y son interceptados por cazas. Uno de ellos es abatido y se precipita a tierra, provocando una explosión atómica. Con el deshielo producido por el impacto es revivida una tortuga gigante, al que los esquimales conocen por leyendas y la llaman Gamera. Gamera comienza un sendero de destrucción hacia Japón, en busca de fuentes de energía ya que se alimenta de fuego. En la llegada a tierras niponas destruye un faro, pero el monstruo rescata con su garra a un niño que estaba en el techo del edificio mientras éste caía al suelo. Toshio – el niño rescatado – está convencido de que Gamera es bueno y que sólo sus habitos de vida son incomprendidos, por lo cual debe existir en un mundo que no es para él. Mientras tanto, un comité de fuerzas militares comandado por el general Terry Arnold lleva a cabo el plan Z, el único posible para librar al mundo del monstruo, y que consiste en provocarlo hasta que llegue a una isla volcánica japonesa, donde le tenderán una trampa para atraparlo y enviarlo fuera del planeta.

Gamera el Invencible Si hay algún otro monstruo sobre la Tierra que pueda equiparársele a Godzilla sin dudas es Gamera, la criatura creada por los estudios Daiei para participar en la suculenta torta financiera con que la Toho se relamía desde los años 50.

Gamera es habitualmente considerado el pariente pobre de Godzilla, y la razón fundamental es que gran parte de la serie (que consta de 11 films) se encuentra más orientada a los niños. En particular porque en casi todos sus elencos hay uno como protagonista, y en parte también porque la actitud del monstruo es más bondadosa (relativamente). Pero Gamera ha probado ser popular con el tiempo – especialmente en su epoca Heisei (1995 – 1999) – donde una trilogía de films dirigidos por Shusuke Kaneko no sólo revivirían la franquicia sino que le darían un nuevo enfoque e, incluso, técnicamente hasta superarían los estandares de la gran G en cuanto a dirección y efectos especiales.

Gamera el Invencible es el primer film de la saga. Y es una película que toma muchísimos elementos de la escuela de Godzilla. Aquí está el origen atómico del monstruo, su sendero de destrucción, la incapacidad de los militares en destruirlo, su aliento de fuego, etc. Es prácticamente la versión 2.0 de los clisés creados por Godzilla, con unas cuantas mejoras. El traje se ve mucho mejor que el que usaba G en aquél momento (el look está más logrado), el nivel de detalle de las maquetas es muy bueno, y la dirección es muy ágil. Incluso todo el film se centra sobre la evolución de la conducta del monstruo, mientras que para esa época la Toho ya había entrado en una rutina habitual de dividir los filmes en una hora inicial de trama con actores (generalmente absurda) y una hora final de destrucción masiva de maquetas. En ese sentido, es una película mucho más consistente que la apenas correcta Godzilla vs The Sea Monster del mismo año.

En especial me gustó mucho el hecho de que estuviera filmada en blanco y negro; es mucho más climático y la pobreza de los efectos especiales se nota mucho menos. Los FX son, en su gran mayoría, superiores a los de Godzilla de aquella época, con excepción de las naves – aviones, barcos, trenes, tanques -, que son realmente malísimos. Mientras que el detalle de ciudades y plantas de energía es excelente, cuando uno ve alguna nave en movimiento termina tirado en el piso y despanzándose de la risa. Los aviones dan vuelta en el aire girando en U como si fueran autos (en contra de todas las leyes de la física), vuelan entre nubes hechas con el humo de algún fumador compulsivo, los barcos rebotan cuando se golpean contra los iceberg de las maquetas, y los trencitos se bambolean si van muy rápido por los rieles. Salvo esos detalles, se podría decir que los efectos sobrepasan a los de la Toho.

Los problemas del film pasan según la versión del mismo que se mire. Posiblemente el original de la Daiei sea superior, pero la reedición americana (Gammera The Invincible, así con dos emes) es lastrada miserablemente por la aparición de actores yanquis en decorados de TV. Está Brian Donlevy, años después de El Experimento del Dr. Quatermass; también figura Alan Openheimer, lustros antes de The Six Million Dollar Man, y Louis Zorich como el embajador ruso antes de ser Burt Buchman en la sitcom Mad About You. La idea de rodar los segmentos americanos era reemplazar a secuencias similares filmadas en Japón con actores yanquis aún peores y más desconocidos (algo parecido pasó con Raymond Burr insertado en Godzilla, King of the Monsters). Pero son terriblemente estáticas, pura charlatanería, mal actuadas y sólo frenan la trama, que es en sí bastante interesante.

En sí, la primera entrega de Gamera no es la aberración que se suele creer; es un film superior a sus expectativas. Es posible que los fans de Godzilla menosprecien a la tortuga gigante por su orientación infantil, pero los filmes de la gran G con Jun Fukuda son sinceramente mucho peores y cometen el mismo pecado. Uno podría comparar a Gamera el Invencible con otros filmes de la época (como la dichosa Yongary, made in Corea), y puede ver que la película hace muchas cosas bien:

  • la invencibilidad del monstruo se debe a su super caparazón, lo cual es coherente.
  • la población se aterra realmente al ver a la criatura y no sobreactúa;
  • no hay ningún terrible comic relief (o payaso de turno) que arruine la trama;
  • toda la historia gira en torno al monstruo, en averiguar sus propósitos y la manera de vencerlo;
  • el traje del monstruo debe ser muy bueno, o al menos no verse ridículo;
  • el monstruo exhibe una conducta particular, lo que le da personalidad y carisma (en especial cuando salva al niño), y es del gusto del público;
  • los efectos especiales son más que aceptables;
  • el monstruo provee numerosas secuencias de destrucción masiva;
  • nadie se comporta ridículamente ni tiene ideas absurdas.

Esto bien podría llamarse el listado de oro del Kaiju Eiga; y si uno lo aprecia, podrá ver que numerosos films de monstruos obvian puntos esenciales del mismo y pierden credibilidad, o bien caen en lo ridículo. Desde todas las versiones de Yongary, pasando por unos cuantos filmes de Godzilla sin Ishiro Honda, hasta la infame Godzilla (1998) de Roland Emmerich. Por todo esto, Gamera el Invencible es un prodigio, que si bien no aporta nada nuevo o brillante, cumple perfectamente con los canones de cómo hacer un film de monstruos correcto.

LA SAGA DE GAMERA

Los filmes de la saga de Gamera, la tortuga mutante gigante, son: Gamera, el Invencible (1965), War of the Monsters / Gamera vs Barugon (1966), Return of the Giant Monsters / Gamera vs Gyaos (1967), Destroy All Planets / Gamera vs Viras(1968), Attack of the Monsters / Gamera vs Guiron (1969), Gamera vs Monster X / Gamera vs Jiger (1970) y Gamera vs Zigra (1971). En los ochenta el monstruo tuvo un breve revival en Gamera Super Monster (1980). Recien en los 90 regresaría con toda la gloria en Gamera, The Guardian of the Universe (1995), Gamera 2: Assault of the Legion (1996), Gamera 3: The Revenge of Iris (1999) y Gamera the Brave (2006) – ¿Qué es el Kaiju Eiga? es un artículo que reseña los inicios y la historia del género japonés de monstruos gigantes.