Crítica: Rapido y Furioso 4 (Fast & Furious) (2009)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2009: Vin Diesel (Dominic Toretto), Paul Walker (Brian O’Conner), Jordana Brewster (Mia Toretto), Michelle Rodriguez (Letty), John Ortiz (Campos), Laz Alonso (Fenix), Gal Gadot (Gisele)

Director: Justin Lin, Guión: Chris Morgan, basado en los caracteres creados por Gary Scott Thompson

Trama: Hace varios años que Dominic Toretto se encuentra exiliado en Centroamérica, realizando operaciones ilegales con sus autos especialmente preparados. Pero cuando la Interpol parece cercarlo, Dominic logra evadirse y le ordena a su novia Letty que regrese a los Estados Unidos. Pero en territorio americano las cosas salen mal, y Letty fallece en un accidente automovilístico. Al examinar el lugar del incidente, Toretto descubre que se trató de un choque intencional y descubre rastros que lo llevan hasta el poderoso narcotraficante Braga – del cual uno de sus choferes sería el responsable de la muerte de Letty -. Pero su sorpresa será mayúscula cuando encuentre al agente federal Brian O´Conner tras la misma pista. Ahora ambos intentarán infiltrarse en la organización de Braga, quien está reclutando conductores para transportar droga a través de la frontera con México.

Rapido y Furioso 4 Esta es la tercera secuela de la franquicia que se iniciara en el 2001 con The Fast and The Furious. Junto con Pitch Black serían los dos filmes que lanzarían al estrellato a Vin Diesel; pero desde entonces el lampiño actor ha venido con una carrera un tanto trastabillada, en especial luego del terrible producto Disney The Pacifier, y con el sonoro fracaso de Mision Babilonia en las taquillas. Tal como con otras estrellas que ven que se les viene la noche – tipo Harrison Ford y su regreso en Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal -, Diesel prefirió regresar a los orígenes e intentar repuntar su carrera. Y aquí, además de protagonista también oficia de productor.

No he visto todos los filmes de la saga, pero en general suelen ser entretenimientos más que amenos. No dejan de ser, como define James Berardinelli, “pornografía automovilística” – la mitad de la película se basa en la exhibición de coches tuneados y carreras espectaculares por encima de lo creíble -, pero la calidad como show depende de la habilidad del director para rodar las acrobacias, la elección de intèrpretes interesantes, y un guionista que genere una historia no demasiado estúpida. Aquí regresan, además de Diesel, Paul Walker – que al menos actúa un poco mejor -, así como Jordana Brewster y Michelle Rodriguez. Lo de Rodriguez no deja de ser un cameo, ya que la actriz – conocida por sus problemas con el alcohol, las substancias y la velocidad – estaba purgando condena y sólo pudo rodar un puñado de escenas antes de regresar al traje a rayas; uno desconoce si el guión contemplaba la idea de la muerte de Letty desde el vamos, o fue una improvisación sobre la marcha para darle una salida elegante de la trama a Rodriguez.

Si uno chequea de cerca el libreto de Rápido y Furioso, no deja de ser un guión terrible, rutinario, cargado de clichés y agujeros de lógica. Las entradas y salidas de la frontera con México parecen una puerta giratoria, e incluso hay un par de momentos WTF (término americano que significa ¿Qué caraj…?), en donde la gente aparece de la nada o se cambia de bando sin explicación posible. Ni siquiera el villano es demasiado presentable, y parece una mala rutina de Miami Vice. Con un montón de cosas en su contra, sin embargo Rapido y Furioso 4 sale airosa y termina siendo un producto realmente entretenido. El tema es la energía que le mete el director Justin Lin a las persecuciones de autos, que no hay muchas pero son largas y excitantes. El otro punto a favor es Vin Diesel, que si bien acá no pone toda la energía, con solo un 10% de su carisma alcanza de sobra para llenar la pantalla.

El libreto es una rutina transplantada de los típicos policiales ochentosos; uno va por venganza, el otro por deber, y ambos terminan aliados contra el mafioso de turno. Lo peor de la saga Rápido y Furioso suelen ser los personajes secundarios, en especial los corredores callejeros – que no dejan de ser idiotas con plata -, pero al menos esas secuencias duran poco, y en segundos estamos a bordo de uno de esos bólidos. Y el director Lin le mete tanto ritmo a la narración que uno no se detiene demasiado a pensar en los huecos de la historia. Hay piñas, patadas, disparos y persecuciones en dosis abundantes y hechas con cierto estilo. ¿Que más se le puede pedir a una rutina, sino que al menos esté bien hecha?.

Rapido y Furioso 4 no es memorable, pero mientras dura es excitante. El regreso de la dupla original le da más sabor, y la acción está rodada con cierto virtuosismo. Lo que hay en el medio es material reciclado hasta la saciedad; pero dura tan poco entre cada acrobacia, que sólo resta digerirlo como uno de esos placeres culpables: malo para el estómago, pero delicioso mientras se saborea.

LA SAGA DE RAPIDO Y FURIOSO

Algunas películas de la saga, comentadas en este portal: Rápido y Furioso 4 (2009) – Rapido y Furioso 5in Control (2011) – Rapido y Furioso 6 (2013) – Rapidos y Furiosos 7 (2015) – Rapidos y Furiosos 8 (2017). En el 2019 aparecería el spinoff Rápidos y Furiosos presenta: Hobbs & Shaw (2019)