Crítica: Funeral en Berlín (Una Aventura de Harry Palmer) (1966)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

5 atómicos - excelenteGB, 1966: Intérpretes: Michael Caine (Harry Palmer), Paul Hubschmid (Johnny Vulkan), Oskar Homolka (Coronel Stok), Eva Renzi (Samantha Steel), Guy Doleman (jefe Ross), Hugh Burden (Hallam), Günter Meisner (Kreutzman)

Dirigida por Guy Hamilton. Guión de Evan Jones basado en la novela homónima de Len Deighton. Música de Konrad Elfers.

Recomendación del Editor

Trama: El Coronel Stok, encargado de la seguridad del sector soviético del muro de Berlín, ha contactado a los ingleses para desertar hacia Occidente en los años más duros de la Guerra Fría. El agente secreto británico Harry Palmer es enviado para arreglar la operación de escape. Palmer desconfía de las intenciones de Stok, especialmente cuando el coronel pide que el especialista en fugas Kreutzman se encargue personalmente del asunto. La fuga de Stok de Berlín Oriental se hará a través de un falso funeral donde el cuerpo será trasladado al sector británico donde la inteligencia inglesa lo estará esperando. Pero nada sale como lo planeado: Palmer se ve involucrado con la bella Samantha Steel, quien resulta ser agente del servicio secreto israelí. Y Steel se encuentra tras la pista de un ex oficial nazi llamado Paul Louis Browne, el que tiene depositados en Suiza cerca de dos millones de dólares en oro y dinero robados a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Los problemas comienzan para Palmer cuando la identidad que le asigna el servicio secreto inglés para reubicar secretamente al Coronel Stok resulta ser la del mismo Paul Louis Browne. Y, lo que es peor, cuando abren el ataud para recuperar a Stok, descubren con total sorpresa al cadáver de Kreutzman.

Funeral en BerlinLen Deighton es uno de los grandes maestros del género literario del espionaje. Su larga bibliografía ha sido adaptada al cine en numerosas ocasiones y quizás el personaje más memorable sea el agente secreto Harry Palmer.

Pero Harry Palmer es en realidad un nombre inventado para el cine. Las primeras cuatro novelas de Deighton se encuentran basadas en un agente secreto anónimo (The Ipcress File (1962), Horse Under Water (1963), Funeral in Berlin (1964), Billion Dollar Brain (1966)), aunque en los setentas publicara un par de libros basados sobre el personaje y se le atribuyen a Palmer (Spy Story (1974), Twinkle, Twinkle, Little Spy (1976)). El nombre de Harry Palmer fue inventado para la producción cinematográfica de The Ipcress File.

La particularidad de este espía inglés anónimo es que se trata de un anti héroe; no es un galán rodeado de lujos, y de hecho es un solitario de clase media, consumidor típico de supermercado, que usa lentes y prefiere las palabras a la acción. Lo más peculiar del personaje es que es un cínico que debe lidiar con toda la burocracia del servicio secreto británico, y que detrás de su apariencia inocua se esconde una mente brillante que está trabajando todo el tiempo midiendo los riesgos. Es un espía 100% anti Bond.

Sería arriesgado decir que la aparición de The Ipcress File es una respuesta inmediata al 007 de 1962 con Dr. No. James Bond aún no era un rutilante suceso internacional, si bien las novelas de Ian Fleming datan de los 50. Pero es obviamente un espía mucho más literario, donde sus aventuras se basan en el suspenso y en la intriga más que en la acción y el heroísmo. Es un agente secreto mucho más real.

Obviamente la Bondmanía estalló en 1964 con Goldfinger, y la Eon se puso a buscar otro filón similar para continuar explotando la moda de los agentes secretos. De hecho Deighton fue contactado años antes y había hecho un tratamiento para el libreto de Desde Rusia con Amor, del cual quedó poco y nada. Quizás la naturaleza anti heroica del espía de Deighton terminara por provocar discordia en el matrimonio Broccoli – Saltzman, por lo cual la Eon se abstuvo de crear una saga basada en las mismas. Pero eso no impidió a Harry Saltzman cortarse solo y producir él mismo al menos tres de cuatro filmes basados en los libros de Len Deighton, quedando sin adaptar Horse Under Water. Algunos citan en este suceso uno de los motivos por los cuales la sociedad Broccoli – Saltzman se terminaría por disolver en los 70.

Si hay algo que me prueba la saga de Harry Palmer, es que los papeles en la Eon eran diametralmente opuestos en cuanto a criterios artísticos, y eso le brindaba un balance que generaba calidad a la serie 007. Mientras Cubby Broccoli era el charlatán de feria, lleno de colorinche y fuegos artificiales, Harry Saltzman era el showman de calidad, enfundado en smoking y haciendo espectáculos de primer nivel. Uno puede percibir en la saga de Harry Palmer un fuerte tufillo a redención artística, un grito de Harry Saltzman al público diciendo “¡miren!, ¡yo puedo hacer películas de calidad!, ¡lo otro es simplemente una moda pasajera y descerebrada!”.

Y proviniendo de la serie de 007, Saltzman importa a la saga de Palmer varios de los artistas más destacados: John Barry, Guy Hamilton, Ken Adam. Funeral en Berlín es el segundo filme producido por Saltzman sobre el espía, aunque se basa en la tercera novela de Deighton.

Como todo buen film de espías, su eficacia se basa en la construcción de climas. El destartalado Berlín de los años 60 sirve de paisaje de fondo para la trama, y se ve más frío y tétrico que nunca. Hay numerosas secuencias con paneos generales donde casi no hay personas y los edificios conservan secuelas evidentes de la guerra. Y la omnipresencia del muro se hace sentir en toda la historia. Como dice uno de los personajes “aquí todos comen y se vuelven ricos gracias al muro” (una cita valida también para los autores de novelas de espionaje).

En cuanto a los personajes, Michael Caine se luce como Harry Palmer. Es un cínico que odia la burocracia de los ministerios y a los personajillos que habitan en ellos. Es un personaje reprimido, egocéntrico, un empleado público que debe tomar riesgos por un sueldo no muy abundante. Su primera reacción es siempre la desconfianza, y es por ello que no cree en las intenciones de deserción de Stok. Del mismo modo, cuando se encuentra preparando la fuga, se cruza con una impresionante belleza – con la cual pasa la noche -, y a la mañana siguiente la manda investigar. El no cree en las casualidades.

Es un personaje sumamente interesante, ya que el espectador puede seguir perfectamente sus razonamientos y justificar sus acciones. Lo que resulta sorpresivo es que todo el tema del escape del coronel ruso resulta ser – citando a Hitchcock – un McGuffin (una historia señuelo) que sirve para llegar a la trama principal, que es el tema de los papeles de Paul Louis Browne. A Palmer (y al espectador) le resulta obvio que pasa algo extraño cuando la identidad falsa que se iba a usar para camuflar a Stok en Occidente coincide con la de un ex oficial nazi buscado por el Mossad. Lo que termina por demostrarse es que los autores del hecho han aprovechado el incidente de Stok para hacerse con los papeles reales de Browne, porque de ese modo podrán retirar los millones de dólares que el nazi posee depositados en Suiza.

Lo que veladamente sugiere el filme, es que la mayoría de agentes del servicio secreto británico son chantajeados por el mismo. En las novelas de Deighton, Palmer era un veterano de la Segunda Guerra Mundial que era forzado a trabajar para la inteligencia británica después de descubrir sus operaciones ilegales en el mercado negro de la post guerra. En el filme esto no se revela, pero parece ser una modalidad usual del Mi5, aunque no queda demasiado claro por qué los británicos mantienen en sus manos a Browne. Del mismo modo, aunque no está explicitado en el libreto, Hallam – colaborador secreto de Browne – traiciona al Mi5 ya que se encuentra a punto de ser despedido … por su homosexualidad, algo sugerido por la escena en que Palmer recoge el pasaporte en su departamento. No queda claro si Hallam y el verdadero Browne eran amantes (¿de qué otro modo se conocerían?). Obviamente seguían siendo temás tabú para los años 60 y la película no se anima a revelarlo.

Lo más notable es que Palmer no es ningún estúpido, y siempre se adelanta a las cosas – obviamente, a la mayoría pero no a todas -. La resolución del filme es de una limpieza impecable, mostrando que se puede ser un gran agente secreto sin disparar un solo tiro.

La dirección de Guy Hamilton es excelente, así como las actuaciones y la fotografía. Lo único dispar es la banda sonora, que a veces resulta algo intrusiva. De todos modos es una película inteligente de espías, y una que merece nuestra calurosa recomendación.

5 CONNERYS: Segunda aventura del anti heroico espía inglés Harry Palmer. El director Guy Hamilton se las arregla para obtener una película inteligente, llena de sorpresas y vueltas de tuerca. El mejor film de la saga.

LA SAGA DE HARRY PALMER

La saga de Harry Palmer se compone de: The Ipcress File (1965), Funeral en Berlín (1966) y Con el Mundo a sus Pies (1967). En los noventa se produjeron dos telefilmes no basados en novelas de Len Deighton: Bullet to Beijing (1995) y Medianoche en San Petersburgo (1996). En el 2022 la ITV y los hijos de Harry Saltzman (productor original de la saga) montarían una miniserie / remake con Harry Palmer: El Archivo Ipcress (2022).