Crítica: Our Man Flint: Dead on Target (1976)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 1/5: mala USA / Canada, 1976: Ray Danton (Derek Flint), Lawrence Dane (Wendell Runsler), Gay Rowan (Benita Rogers), Donnelly Rhodes (Lahoud), Sharon Acker (Sandra Carter)

Director: Joseph L. Scanlan – Guión: Norman Klenman, basado en el personaje creado por Hal Fimberg

Trama: El presidente de la corporación petrolera Oilco Wendell Runsler es raptado, y el investigador independiente Derek Flint es llamado para resolver el caso y negociar con los secuestradores. Flint comienza a obtener pruebas de que los responsables son los miembros del grupo terrorista BESLA – un ejército revolucionario procedente de un país árabe en donde Oilco posee numerosos intereses -, los que exigen dinero y la liberación de sus dirigentes presos. Con la ayuda de su asistente Benita Rogers, Flint comenzará a investigar el caso, sólo para terminar descubriendo de que nada es lo que parece. Y muy pronto la vida de Flint y Rogers quedarán pendientes de un hilo, cuando los secuestradores se enteren de que han descubierto sus verdaderas intenciones.

Our Man Flint: Dead On TargetEn 1967 rodaron In Like Flint y, aunque no fue un enorme hit como el filme original (Our Man Flint, con James Coburn), igual tuvo su suceso. Los productores de la saga se abocaron a una tercera entrega llamada La Novia de Flint pero la 20th Century Fox le quitó el apoyo y el proyecto terminó por ser archivado. Pero, de algún modo, alguna mente siniestra y retorcida consiguió hacerse con los derechos del personaje y le propuso a la Fox de probar suerte con un filme piloto para un futura serie de TV. De ese modo es que en 1975 rodaron el engendro mutante que ahora nos ocupa – Nuestro Hombre Flint: Objetivo Mortal -, la que fue despreciada en su momento por todo el mundo y terminó siendo archivada bajo cuatro llaves. Y si bien durante muchísimos años se la creyó perdida – luego de 1976 no se volvió a emitir en ningún lado -, alguien la recuperó de los archivos de la Fox y la incluyó en la edición de lujo en DVD The Ultimate Flint Collection (2006) como un extra más. Ahora tuvimos la oportunidad de ver esta rareza, y uno termina por admirar la capacidad de destrucción artística que poseen el director Joseph L. Scanlan y el guionista Norman Klenman, los que se dieron maña para aniquilar todas las virtudes de una deliciosa franquicia bajo el peso de su propia ineptitud.

Lo primero que se me ocurre es que la Fox quiso hacer algo similar a lo realizó la Columbia con el personaje de Matt Helm, que en 1975 estrenaba su propia serie de TV (con Anthony Franciosa) y donde el agente secreto se había transformado en un detective privado. Si bien la serie de Matt Helm no era más un camuflaje para otro policial típico de los años 70, al menos Franciosa mantenía el humor del personaje (bah, el que tenía Dean Martin en sus filmes, ya que las novelas originales de Donald Hamilton eran realmente amargas y duras), y era disfrutable en sus propios términos. De todos modos la serie de Matt Helm no fué un éxito y duró apenas 14 capítulos.

Our Man Flint: Dead on Target

Ray Danton = un Derek Flint televisivo e incompetente en Our Man Flint. Dead On Target

Pero si el Matt Helm televisivo era liviano y no se tomaba muy en serio a sí mismo, esta versión pasteurizada de Derek Flint hace exactamente lo contrario. Aquí la producción decidió anotarse un poroto y llamó a Ray Danton, el que tenía numerosos antecedentes en el género de euroespias como Nombre Clave: Jaguar (1965), Agente Secreto Superdragon (1966) y Lucky, el Intrépido (1967), amén de haber participado precisamente en las series televisivas de El Hombre de CIPOL y Matt Helm (!). Danton era un tipo alto, enjuto, con un corte de pelo tazón a lo Carlitos Balá, y con cierto aire que podría hacer acordar a James Coburn luego de una mala noche, pero al menos en una fotografía podría pasar como un aceptable Derek Flint. El problema es que en Our Man Flint: Dead On Target Danton debe actuar, demostrando que es de madera terciada, posee carisma cero y hace los gestos equivocados en las escenas más serias. Y cuando llega el momento de acción, en vez de ser un héroe felino como Coburn, sólo obtenemos a un geronte pasado de cama solar que se viste con ropas dos talles más grandes y maneja un auto propio de un jubilado. Desapareció del todo la sofisticación de Flint, su fino sentido del humor, su carisma, su inteligencia implacable, sus múltiples mujeres, su rascacielos propio. El Flint de Danton vive en una casa decorada como un albergue transitorio barato, es incompetente por los cuatro costados, los criminales siempre están adelante de él, y pierde en todas las peleas.

Ni siquiera la trama de Our Man Flint: Dead on Target es mínimamente potable. Aquí hay 6 actores y 3 decorados, y a eso se reduce todo el filme. El secuestro del empresario petrolero es burdo, y los criminales son liderados por la rubia Sharon Acker, la que se empeña en sobreactuar salvajemente cada vez que la cámara le da un primer plano (lo que suele suceder el 90% del tiempo). Es que en realidad el director Joseph L. Scanlan parece haber estudiado en la escuela de Jess Franco, porque se empeña en enfocar los rostros de muy malos actores en primerísimos planos, mostrando lo peor de sus performances. Como la trama es pequeña, lenta y siempre se reduce a la misma gente y los mismos escenarios, Scanlan mete una media hora de relleno con planos de Ray Danton conduciendo de manera interminable su Mercedes 600 por una ciudad sucia y gris que definitivamente no es yanqui (a pesar de que inserten fotogramas del puente de San Francisco). Y el colmo de la ridiculez es cuando Danton decide perseguir a los secuestradores: imaginen una avenida desierta de una ciudad norteamericana, dos autos… y uno de ellos es el Mercedes color celeste fosforescente de Danton. Y los raptores no se dan cuenta de que los están siguiendo (tsunami de wtf!).

La cantidad de torpezas que comete el filme (gracias a un mal director y un terrible guionista) es interminable. La música es en realidad ruido de fondo, y no se parece ni por asomo a la memorable partitura de Jerry Goldsmith. Danton va a entrevistarse con un alto ejecutivo de Oilco, el cual tiene más pinta de carnicero que de otra cosa. La fotografía y los decorados se ven realmente baratos. Danton abre esposas de acero con un golpecito en el cerrojo (!). La escena del pago del rescate involucra un campo de arquería, gente que no sabe agarrar un arco y flecha (y que dispara cualquier cosa a cualquier lado), y un rídiculo avión radiocontrolado (que transporta el dinero), lo que es de un patetismo acalambrante. Hay una hilarante demostración de crueldad por parte del líder de los secuestradores (“si no nos paga, a Runsler le pasará … ¡ESTO!”, y decapita un pan francés con una cuchilla Tramontina). Están el reloj y el encendedor multiuso de Our Man Flint, pero sólo funcionan como transmisores y se rompen a cada rato. Hay un anónimo oficial del gobierno que asiste a Danton (y que, por teléfono, suena misteriosamente a una mala imitación de Lee J. Cobb), el que siempre pierde el rastro satelital de los sospechosos. Y el climax es descomunalmente malo, con Wendell Rusler (que se suponía muerto, y que después descubrimos que armó la conspiración con los secuestradores para quedarse con un dinero) apareciendo como pancho por su casa en la oficina de los criminales… la que se encuentra en el piso superior a su despacho de Oilco. No es un ejemplo de sutileza para alguien a quien todo el mundo ya lo daba por fiambre.

Es inexpresable lo indignante que resulta ver Our Man Flint: Dead on Target. Esperaba ver un filme malo, pero no uno tan malo. Horrendo por donde se lo mire, es como si Ed Wood hubiera rodado con dos mangos una aventura de Flint, y él mismo hubiera escrito el libreto. Un lamentable capítulo final para el que fuera un personaje realmente fascinante.

1 CONNERY: Hay filmes que estaban perdidos… y que era mejor que siguieran en ese estado. Barata, patética, indignante son los calificativos mínimos para este fallido telefilme de 1975. Malos actores, un director horrendo, y un libretista estúpido que no entiende en lo más minimo de lo que se trataba el personaje. Salvo por la curiosidad de ver esta rareza, no hay ni un solo elemento que pueda redimirla.

LA SAGA DE OUR MAN FLINT

La saga basada en Derek Flint se compone de: Our Man Flint (1966) y In Like Flint (1967), ambas con James Coburn. Hay un atroz piloto de televisión que data de 1975 – Our Man Flint: Dead on Target -, con Ray Danton como el personaje del título.